De Bolonia a Salerno - Sorrento y las sirenas (8/9)

Una de las zonas más bellas de la bahía de Nápoles es Sorrento, el mítico lugar del que provienen las Sirenas, según dicen las fuentes antiguas. Parece que las Sirenas, aquellos seres que hacían naufragar a los marineros con sus cantos, contaban con un templo dedicado a ellas en esta zona. De hecho, se dice que la propia Nápoles fue fundada por Parténope, una de éstas.

En cualquier caso, el nombre "Sorrento" proviene de la antigua denominación “Syrrentón”, cuyo significado es Sirena. Los primeros colonos en llegar fueron griegos, quienes fundaron Sorrento, Capri y Massalubrense, otro municipio napolitano.

Vistas desde la costa de Sorrento

Para llegar directamente hasta Sorrento basta con coger un tren de la línea Circumvesuviana; el precio del ticket de ida y vuelta es de unos 8 € por persona y la duración del viaje es de una hora y veinte minutos aproximadamente. ¡Intentad conseguir un buen asiento y evitad ir de pie, porque las altas temperaturas en el tren son realmente insufribles si vais en verano!

Sorrento es una ciudad costera muy bonita, con playas preciosas, muelles y acantilados que ofrecen unas vistas increíbles. La plaza principal es la Plaza T. Tasso. En cuanto a puestos y tiendas destaca la Via S. Cesareo, donde se pueden encontrar productos típicos de la zona, como limoncello, jabones y caramelos de limón, etc. Únicamente encontré una tienda dedicada a las bellas Sirenas, la cual vende objetos como lámparas o cuadros con la imagen de estos seres híbridos. Pero otra tienda que me encantó y os recomiendo visitar es Terrerosse (en Via Fuoro), donde se venden un montón de objetos hechos a mano en cerámica y arcilla relacionados con la mitología y los orígenes de Sorrento.

La Plaza T. Tasso

Una tienda en Via Cesareo con productos típicos de la zona

Estuvimos en un restaurante de comida rápida, Da Lucariello, totalmente recomendable tanto por precio como por calidad. Las hamburguesas están muy buenas y el personal es sumamente amable, tanto que nos deleitaron con una canción: “Torna a Surriento”, que no habíamos oído en la vida. Yo particularmente me quedo con otra canción, que también hace mención a Sorrento: Caruso, en voz de Pavarotti, aunque no soy para nada aficionada a la ópera.

Después fuimos a otro sitio que se encuentra junto a la estación: Kontatto. Allí, los reyes de la barra son los cócteles; son muy populares, según vimos, en toda la zona. Seguro que hay alguna razón para ello.

Una refrescante Piña Colada ¡hecha con piña natural!

Por cierto, nos sorprendió ver el número de tours curiosos que se han inventado aquí y a lo largo de la costa Amalfitana: el del limón, que cuesta 35 euros, y pone en valor el protagonismo que este cítrico y los limoneros tuvieron y tienen en el área; la ruta de Ulises (sí, el de Ítaca), parando en la Bahía de Jeranto, pasando por el archipiélago privado de Li Galli y llegando a Positano (85 eurillos de nada) o el tour al Outlet La Reggia, donde a uno simplemente le llevan al lugar de las compras, por la friolera cantidad de 30 euros. También ofrecen cursos de cocina para turistas en restaurantes en los que improvisan una “Pizza school” o clases para aprender a hacer helados (3 horas de “formación” salen por 60, 70 u 85 euros, menos mal que incluyen los ingredientes).

Justo enfrente de Sorrento se encuentra la Isla de Capri, un lugar muy turístico. Nosotras teníamos en mente ir allí, pues verdaderamente se debe tratar de un lugar precioso. Sin embargo, es también bastante caro y, pensando también en volver algún día a la bahía de Nápoles, preferimos reservarnos esta visita para un próximo viaje (¡así ya tenemos una excusa para volver! ). Por si estáis interesados, existen barcos para llegar hasta la isla desde Nápoles y desde Sorrento, costando unos 20 € aproximadamente el viaje de ida y otros 20 € el de vuelta.

Final de nuestro recorrido: Salerno

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