Viaje de un día a Siracusa
La antigua ciudad de Siracusa sigue viva y radiante en la actualidad. No ha dejado de crecer desde el s. VII a. C., desde que los antiguos griegos desembarcaron en la isla de Ortigia, donde fundaron una nueva colonia. En aquella época, se consideraba que Siracusa era la ciudad más bonita del mundo conocido y no se equivocaban. Incluso en la actualidad sigue siendo un lugar precioso. Un dato curioso es que el famoso matemático y astrónomo griego Arquímedes nació en Siracusa e hizo la mayor parte de sus descubrimientos aquí.
Siracusa también era uno de los puertos más famosos de todo el mar Mediterráneo. Esto hizo que la ciudad fuera una tentación para muchos gobernantes. Por este motivo, hubo un largo periodo de tiempo en el que la ciudad era atacada constantemente por los pueblos del sur, como por ejemplo los cartagineses. Para prevenirlo, uno de los gobernantes de Siracusa construyó una enorme muralla que rodeaba la ciudad. Así podía protegerla mejor y los ataques también se redujeron.
Más tarde, cuando Siracusa fue la capital de Sicilia en el gobierno del Imperio Romano, siguió desarrollándose. Este hecho puede apreciarse en las ruinas que aún hoy pueden verse en la ciudad. En esta misma época, el cristianismo se extendió por Sicilia y fue una de las primeras regiones del Imperio Romano en aceptar esta religión.
Actualmente, Siracusa es un destino maravilloso durante todo el año. Incluso en enero, cuando tuve la oportunidad de visitarla, hacía sol y calor y no había ni rastro del invierno. En mi estancia conseguí visitar la mayor parte de los monumentos y mi parte favorita fue la isla de Ortigia o "isola Ortigia" como se la conoce aquí. Es la isla de Siracusa donde empezó todo y eso puede apreciarse en las muchas ruinas que hay por toda la ciudad. Sugieren claramente que la ciudad estuvo habitada desde la antigüedad.
¿Cómo llegar a Siracusa desde Catania?
Mi viaje de un día a Siracusa empezó pronto por la mañana cuando fui a la estación de tren de Catania para comprar los billetes. Costaban unos 8 € cada trayecto y había uno cada hora. Sin embargo, yo decidí ir un fin de semana y, aparentemente, había perdido el tren anterior y el siguiente tardaba dos horas o un poco más en venir. Fui a la estación de autobuses Autolinee Giamporcaro, que está a pocos metros de la estación de tren central de Catania. Allí compré un billete de ida y vuelta a Siracusa por unos 12 € y me dieron los horarios de los autobuses para que pudiera saber cuándo era el último. Después fui a la izquierda porque allí es donde paraban los buses que iban a mi destino y esperé a que llegara el mío. Tengo que admitir que es un poco estresante porque la gente no habla inglés y fue difícil que me entendieran, pero con gestos y repitiendo las cosas conseguí encontrar el lugar correcto para coger el autobús. Llegó a la hora y en él había una señal indicando que iba a Siracusa, así que fue fácil diferenciarlo del resto de autobuses que había. El viaje duró una hora, aproximadamente, así que en un abrir y cerrar de ojos estaba en mi destino.
Qué ver en Siracusa en un día
Sinceramente, pasar un solo día en Siracusa no es suficiente. La ciudad tiene mucho que ofrecer y su belleza, los paseos costeros y los jardines harán que queráis quedaros mucho más tiempo. Aunque solo tenía un día para visitarla, intenté ver todo lo posible y os contaré mi experiencia a continuación.
La estatua de Arquímedes
Tras bajarme del autobús, empecé a caminar hacia la isla de Ortigia, donde están la mayor parte de monumentos de Siracusa. Esta isla está conectada a la ciudad por medio de dos puentes que se pueden cruzar. En medio de ellos está la estatua de Arquímedes. Se puede llegar hasta ella cruzando el puente Umbertino.
Esta estatua de bronce de Arquímedes no pasa desapercibida porque es enorme y se ve desde lejos. Está situada es una isla pequeña en la que podéis sentaros a disfrutar de la grandeza del océano. La estatua de Arquímedes le representa sujetando un espejo que, según la leyenda, usaba para redireccionar la luz del sol hacia los barcos extranjeros para quemarlos.
Porta Urbica
Justo después estaba ya en la isla de Ortigia y allí encontré la porta Urbica (o lo que queda de ella). Esta puerta la construyó Dionisio el Grande para poder acceder más rápidamente a la fortaleza de la isla. Quedan un par de torres que están valladas para que se conserven mejor. Es bastante interesante ver unas ruinas tan grandes en el medio de la ciudad sugiriendo la grandeza que tuvo en el pasado.
El templo de Apolo
Al lado estaba el templo de Apolo, uno de los monumentos más prominentes de Siracusa y la isla de Ortigia. Se construyó en el s. VI a. C. y, en un primer momento, fue un templo pagano para adorar al dios de la medicina y la salud. Más tarde, cuando el cristianismo se extendió, se convirtió en una iglesia que fue destruida y reconstruida como mezquita en la época del Emirato de Sicilia. Finalmente, la mezquita se reconstruyó y se convirtió de nuevo en una iglesia cuyos restos se pueden ver actualmente. El yacimiento arqueológico es bastante grande y quedan muchas columnas del templo de Apolo. Es una buena parada de camino a los paseos marítimos frente al mar Mediterráneo.
El paseo marítimo
Normalmente si uno camina un poco por las calles estrechas y amarillas de Siracusa acabará llegando a la costa. Una de las actividades obligatorias en esta ciudad es ir al paseo marítimo a orillas del Mediterráneo, donde encontraréis una de las mejores vistas de Sicilia. Sinceramente, las vistas desde el paseo son sobrecogedoras y sentiréis la brisa rozando vuestra cara.
El Lungomare di Levante es uno de los paseos más famosos de Ortigia y abarca casi toda la isla. Es una verdadera belleza y es muy tranquilo. Hay varias playas, ruinas antiguas y una fortaleza a mitad del camino. De un lado del paseo se puede disfrutar de las coloridas casas de Siracusa que están construidas en un estilo italiano o cartaginés y, del otro lado, está el enorme mar.
Siguiendo por ese paseo se llega hasta el fuerte Vigliena, que está al lado de las piscinas naturales de Ortigia. Hay muchos bancos donde podéis sentaros para descansar después del largo paseo. Siguiendo por esa misma acera encontré el castello Maniace.
Castello Maniace
El castello Maniace es un edificio muy simple comparado con otros que pueden verse en Sicilia, pero es, sin duda, uno de los castillos más grandes. Fue construido por Jorge Maniaces tras su derrota a los árabes en el s. X y la posterior liberación de la ciudad. Cuando el castillo estuvo listo, lo usó como residencia para él y su familia y, más tarde, muchas familias reales vivieron en él. Sin embargo, en el s. XV se convirtió en una prisión para uno de los ciudadanos más peligrosos de la isla.
Actualmente es posible visitarlo, pero lo mejor que tiene es su exterior, puesto que desde allí se tiene una de las mejores vistas del mar Mediterráneo. Por desgracia, no pude visitarlo por dentro porque era tarde y ya casi estaba cerrado, pero la entrada cuesta 4 €.
La fuente de Arethusa
Después encontré la famosa fuente de Arethusa, que está en el suroeste de Ortigia. Aparentemente, este lugar fue importante porque había mucha gente paseando a su alrededor. Es una fuente que está bajo el suelo y rodeada por muros altos. Dentro de la fuente de Arethusa había muchos patos y peces nadando junto a las flores y los nenúfares. Es, sin duda, uno lugar para disfrutar de la belleza de Siracusa y para relajarse un poco bajo el sol.
Cuando estuve allí quise aprender más sobre la importancia de esta fuente porque los locales consideran que este lugar es uno de los más importantes de Siracusa. Está relacionado con la leyenda que se ha transmitido de generación en generación sobre la ninfa Arethusa, que intentó escapar del dios Alfeo. Buscaba protección de la diosa Ártemis, pero aunque esta la convirtió en un arroyo, Alfeo, el dios de los ríos, consiguió que sus aguas se mezclaran con las de Arethusa y estuvieron juntos siempre. Arethusa fue un personaje muy importante antiguamente en Siracusa e incluso pusieron su cara en monedas, lo que muestra lo que la adoraban y la siguen adorando hoy en día.
La piazza del Duomo
La piazza del Duomo es la plaza más famosa de Siracusa y en ella están todos los edificios importantes de la ciudad. Es enorme, está cerca del mar y es muy diferente al resto de plazas italianas porque está construida en el típico estilo barroco siciliano en el que todos los edificios parecen amarillos.
La catedral de Siracusa o la Cattedrale Metropolitana della Natività di Maria Santissima, como se llamaba antes, era una antigua iglesia católica. Sin embargo, antes de ser una iglesia, fue un templo dórico construido entorno al s. V a. C., pero hay algunos arqueólogos que dicen que incluso es más antigua. Sea como sea, la catedral de Siracusa se construyó en el s. VII y las columnas del antiguo templo dórico se usaron para la catedral. Actualmente pueden verse en la parte frontal de la misma. El interior es fascinante, está construido en un estilo barroco. Tiene un altar enorme en el medio con muchos arcos dorados. A los lados hay varios altares más pequeños, estatuas de santos y, al lado de la puerta, hay una gran pila para bautizar a la gente, específicamente para cristianizar a los vikingos que venían a estas tierras en la antigüedad. La catedral de Siracusa es otro de esos lugares que no podéis perderos, es simplemente maravillosa.
Un poco a la derecha está la iglesia de Santa Lucía, otra preciosa iglesia siciliana que tiene uno de los altares más bonitos de la isla. La iglesia es más luminosa que la catedral porque los muros interiores son blancos. Sin embargo, hay una obra maestra que atrae a muchos turistas a esta iglesia y es la enorme pintura de Caravaggio, El entierro de Santa Lucía. Este cuadro muestra la muerte de la santa detalladamente y está justo a la entrada de la iglesia, así que es imposible pasarlo por alto.
Al lado de la iglesia también está la Gelateria Bianca, que tiene uno de los mejores helados que he probado en mi vida. Además es bastante barata, así que por 2 € pedí un cono entero. Quedé contenta y satisfecha con él. ¡Estaba delicioso!
El parque del foro siracusano
Finalmente, acabé mi día de paseo por Siracusa. Fui al parque del foro siracusano, donde disfruté de la serenidad y de la belleza de la ciudad. Desde este parque también se pueden ver la piazza Pantheon y la iglesia católica de Santo Tomás. Tras un pequeño descanso, fui a la parada para coger mi autobús de vuelta a Catania, donde estaba mi alojamiento, y desde donde prepararía mi próximo viaje de un día por Sicilia.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: A day trip to Syracuse
¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?
Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!
¡Quiero crear mi blog Erasmus! →
Comentarios (0 comentarios)