Centro de Sevilla

Bueno, el "centro de Sevilla" es un tema muy amplio así que vayamos por partes.

A pesar de que en todas las ciudades andaluzas las calles del centro se parecen mucho, las de Sevilla tienen algo especial, como toda la ciudad supongo jeje.

Podemos empezar por un paseo viniendo desde la encarnación. Podemos llegar hasta aquí en diferentes autobuses, dependiendo desde donde vengamos. Pasamos por el Metropol Parasol, más conocido como la Seta a nuestra derecha.

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Un poco más adelante vemos una plaza a nuestra izquierda, donde está la famosa Calle Puente y Pellón, famosa por sus tiendas de trajes de flamenca para la Feria de Sevilla.

Olvidé deciros que en la Encarnación no podéis dejar de entrar en la Cervecería el Tremendo, una de las más antiguas y famosas de Sevilla, donde muchos dicen que ponen la mejor cerveza del mundo, además de unos ricos altramuces y tapitas de bacalao.

Siguiendo por donde estábamos, llegamos a una zona con muchos hostales pequeñitos perfectamente situados para hacer turismo por Sevilla.

Al final de esta calle llegaremos a la Campana, un frecuente punto de encuentro para sevillanos y visitantes, donde encontramos un McDonalds, un Burger King, una zapatería Pilar Burgos, un Zara... Un poco a la derecha vemos una plaza, llamada Plaza del Duque, así como un Corte Inglés con el mismo nombre. Normalmente podemos pasear alrededor de la plaza disfrutando de los diferentes puestos de bolsos, pulseras, collares, pendientes y demás que allí se establecen.

Volviendo a la Campana, un poco atrás hemos dejado una calle estrecha pero muy conocida en Sevilla, la Calle Sierpes, famosa por sus tiendas y por ser una de las principales calles peatonales del centro. A lo largo de esta calle hasta llegar a la plaza de San Francisco es parte del recorrido oficial de las procesiones en Semana Santa.

La famosa calle está llena de comercios, pastelerías, cafeterías y bares, por lo que es fácil verla siempre animada y llena de gente paseando. También es común ver músicos o mimos intentando ganar algún dinerito.

En la época de Navidad podemos ver las calles del centro como ésta perfectamente adornadas e iluminadas. En cambio, en la época de primavera y verano cuando el calor llega a la ciudad es común ver unos toldos altos blancos que van de un lado a otro de la calle, dando una fresquita sombra, que ayuda a los sevillanos y turistas a poder seguir paseando por sus calles.

Al final de la calle llegamos a la plaza de San Francisco, donde se encuentra el Ayuntamiento de Sevilla, edificio que constituye una de las muestras más notables de la arquitectura plateresca en Andalucía. Además de observarlo por fuera, merece la pena visitarlo por dentro y conocer su historia.

Volviendo a la Campana y un poco más adelante a la izquierda, paralela a la Calle Sierpes, nos encontramos la Calle Velázquez, que continúa hasta la Calle Tetuan y termina en la plaza de San Francisco, al igual que Sierpes.

Consideramos ésta la principal calle peatonal del centro y de las tiendas. Más ancha que Sierpes, está siempre llena de gente paseando y comprando hacia un lado y otro. Está considerada, además una de las calles comerciales más caras de España. En esta calle se pueden ver multitud de tiendas de marcas conocidas, bares, cafeterías y tiendas de regalos.

Al comienzo de la calle, a nuestra derecha vemos una calle un poco oscura llamada San Eloy. En esta calle encontramos el Bar San Eloy, donde sirven los mejores montaditos de Sevilla, lo que lo hace un bar bastante famoso entre los sevillanos.

Más adelante en la Calle Tetuan, en una de sus perpendiculares encontramos otro famoso bar llamado Blanco Cerrilo, famosísimo por sus boquerones adobados. No se deciros el nombre de la perpendicular, pero creadme que el olor de los boquerones os llevará hasta él, ya que es difícil no olerlo en toda la calle. Hay otras tapas muy buenas, como los pavías de merluza, pero tenéis que probar los boquerones que es lo más famoso.

Al final de la calle, como os decía antes, llegáis a la Plaza de San Francisco, donde podéis coger el Metro Centro o Tranvía o bien seguir andando. Si seguéis de frente llegareis a la Avenida de la Constitución, a lo largo de la cual podéis apreciar la preciosa Catedral de Sevilla.

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Cogiendo una de las perpendiculares de la avenida llegáis hasta otro bar, este más bien es un restaurante, increíble. Se llama Los Coloniales, y cuidado con la hora a la que llegáis que se forman listas de espera para comer allí. Si la lista no es muy larga, os recomiendo quedaros, porque su comida y sus precios lo merecen. No os engañéis por el nombre "tapas" que en este bar no son nada pequeñas. Con un par de tapas una persona adulta come perfectamente.

Justo al lado de este restaurante vemos una yogurtería también muy buena, aunque quizá prefiráis pedir el postre en el mismo restaurante, porque tienen una tarta de queso maravillosa. Ahora eso sí, para lo barato que son los platos, los postres son un poquito caros, pero buenísimos.

Pasando por detrás de la Catedral y dirigiéndonos hacia la izquierda, después de andar un ratito, llegaremos al Barrio de Santa Cruz, uno de los más antiguos, bonitos y conocidos de Sevilla. Este barrio era la antigua Judería de Sevilla. Cuando Fernando III de Castilla conquistó la ciudad, se formó en Sevilla la segunda comunidad judía más grande de España, después de la de Toledo.

Hoy en día el barrio parece un laberinto de calles estrechas, donde es fácil perderse si no conoces la ciudad, así que tened cuidado. Si vais en verano, podréis apreciar como la estrechez de las calles lo convierten en un barrio muy fresquito.

Dentro del barrio es muy común tomar una tapita con una cervecita en cualquiera de los bares de la Plaza de los Venerables. También encontramos el Hospital para Venerables Sacerdotes, donde se cree que pudo haber nacido Don Juan Tenorio.

La Plaza más famosa es la de Santa Cruz, que da nombre al barrio, y en la cual encontramos una cruz del siglo XVII construida sobre la antigua parroquia mudéjar de Santa Cruz. A mi la que más me gusta, quizá porque mi abuelo me llevaba cuando era niña, es la Plaza de Doña Elvira, llena de azulejos y naranjos, con una fuente y bancos de ladrillos y azulejos. Además de ser muy visitada por los turistas por su belleza, también se utilizaba como Corral de comedias. En uno de los azulejos que encontramos en ella dice que fue allí donde nació el amor de Don Juan Tenorio y doña Inés.

También es bonito ver el Callejón del agua, paralelo a las murallas, por el que se llevaba el agua a los Reales Alcázares. En él podemos leer una placa que dice que allí se hospedó el escritor Washington Irving.

Al salir del callejón llegamos a los impresionante Jardines de Murillo, un lugar también muy conocido en Sevilla. Saliendo por otra de las callecitas del barrio llegamos al famoso Patio de Banderas, con 1441 metros cuadrados.

No debemos perdernos en la zona también la Casa Museo de Murillo, las mansiones de la calle Lope de Rueda, la Calle Pimienta, la Calle Susona, antes llamada Calle de la Muerte y la calle Mateos Gago, desde donde podemos observar la Giralda.

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