Aldea Nativa, el pequeño rincón de comida orgánica que descubrí dentro de Santiago de Chile. Un lugar idílico, con un encanto especial. Se encuentra en la comuna de Providencia, concretamente en Tobalaba.
La comida es especialmente rica, y todos sus alimentos son naturales, es decir, es comida real y orgánica sin conservantes ni demás cosas que suelen echarle a la comida tanto en restaurantes como en el supermercado. Cabe aclarar que no es un sitio vegetariano, aunque por supuesto también tiene opciones vegetarianas.
¿El precio?
No recuerdo exactamente cuánto pagamos, pero alrededor de 10.000 CLP (es decir, cerca de 15 euros).
¿Qué comer?
En nuestro caso pedimos un menú que tenían ese día, con un zumo de melón y un estofado de carne para chuparse los dedos. Me quedé con ganas de volver, así que lo recomiendo al cien por cien.
No recuerdo que hubiese demasiada variedad, pero todo tenía muy buena pinta y además después puedes comprar cositas orgánicas dentro porque el restaurante cuenta con su propia tienda.
En las fotos se puede ver el pebre típicio chileno que nos pusieron con pan casero, todo muy bueno.
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