El botafumeiro

Hoy, por segunda vez, he tenido el placer de ver el botafumeiro en acción.

Muchos se preguntarán qué es: un incensario sostenido por una cuerda gruesa, cuelga del cruce de las naves de la Catedral de Santiago. Hoy en día el botafumeiro se ha convertido en un símbolo, aunque en la antigüedad tenía una función práctica solamente. De hecho, los miles de peregrinos que llegaban allí después de días de caminata y acampaban por la noche en el interior de la iglesia, no desprendían un olor agradable precisamente. Así pues, el incienso del botafumeiro, escondía o reducía el olor a sudor de los fieles.

Hoy en día se enciende el botafumeiro en ocasiones especiales, para fiestas religiosas o por una oferta generosa de un grupo de peregrinos. El espectáculo te deja siempre boquiabierto: ocho hombres, con increíble destreza (derivada de años de práctica), hacen que el incensario se tambalee de un lado a otro de la nave en perfecta sintonía. Un pequeño fallo podría ser fatal para los fieles ya que tienen el artilugio encima de sus cabezas. Con la misma habilidad, llega un punto en que ralentizan el botafumeiro y por último, el que creo que es el más anciano de los ocho hombres, lo para para cogerlo.

Si por algún motivo al visitar la Catedral de Santiago, vieseis el botafumeiro expuesto, esta es una clara señal de que van a utilizarlo. Así que no dudéis en preguntar cuando lo moverán, ¡es una experiencia que no os podéis perder!

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