Llegando a San Diego

¡Hola a todos y bienvenidos a mi nuevo blog! Tal y como podéis deducir del título, este año voy a estar viviendo en San Diego ya que he obtenido una plaza para estudiar en San Diego State University. Os iré contando todas mis aventuras para que podáis vivir este viaje conmigo, y sobre todo intentaré hacer todas las recomendaciones que pueda por si algún día cruzáis a este lado del mundo y os apetece haceros una idea de qué ver o qué hacer. De momento, vamos a empezar por el principio: ¿cómo he llegado hasta San Diego?

Yo vivo en España, así que obviamente la única forma de llegar hasta aquí era cogiendo un avión. Hay un aeropuerto en San Diego, sin embargo, mi recomendación es volar a Los Ángeles, ya que los vuelos suelen ser mucho más económicos. Además, ahora hay un par de compañías aéreas (Norwegian y Level) que hacen vuelos directos Barcelona – LAX o Madrid – LAX a precios medianamente asequibles.

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Cuando yo reservé mi vuelo esperé muchísimo tiempo y el vuelo que iba directo me subió muchísimo de precio, tanto que no me merecía la pena comprarlo y era preferible hacer escala. Por ello, cogí el vuelo más barato que hacía escala en Londres. En un principio me parecía que una escala de cuatro horas iba a ser difícil de aguantar, porque además volaba sola y no sabía qué iba a hacer durante tanto tiempo, sin embargo, se me pasó volando. Para empezar, tuve que pasar varios controles, ya que al ir a Estados Unidos los controles son mucho más exhaustivos que cuando viajas por Europa. Aproveché para desayunar, ya que mi vuelo de Madrid había salido a las seis de la mañana y a esa hora no tenía nada de hambre. Además, aproveché para terminar las entradas del otro blog sobre mi viaje a Croacia, que si no lo habéis leído, os invito a ir y verlo.

Algo muy curioso fue que cuando llegué a Londres, los paneles en los que se indican los vuelos estaban rotos, así que había un señor con una pizarra blanca en la que iba apuntando las puertas de embarque de los distintos vuelos. Estuve impaciente esperando a que por fin suelos. Estuve impaciente espa en la que iba apuntando las puertas de embarque de los distintos vuelos. Estuve impaciente espin pusiesen mi puerta, y una vez la supe, rápidamente me fui a ella. No sé si me conoces, pero si estás leyendo esto y sabes quien soy sabrás que soy una persona que se agobia mucho con el tema “aviones”. Siempre llego prontísimo e intento llevar todo bien preparado, ya que perder un avión me da pánico, de verdad.

Una vez en la puerta de embarque, me hicieron unas preguntas y me dejaron pasar al avión. El vuelo dura aproximadamente once horas si no recuerdo mal, y aproveché para verme unas cuantas películas, ya que no podía dormir de los nervios.

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Respecto a la comida, al ser un vuelo largo te ofrecen la opción de darte un menú. No lo recomiendo. Yo volé con Norwegian y la comida no merece la pena, pienso que es mejor comprarte algo del menú que ofrecen a bordo ya que al final te va a costar lo mismo y va a estar mucho más rico.

Dicho esto y después de ya no sé ni cuánto tiempo, aterricé en Los Ángeles. Una vez allí te encuentras una cola enorme para poder salir del aeropuerto. Primero esperando a salir del avión, ya que salen unas tropecientas mil personas (porque yo de verdad que aluciné con el tamaño del avión, sin duda el más grande en el que he viajado). Después pasas el control de policía en el que te miran el pasaporte, el visado, te hacen mil preguntas… Vamos, que en total fueron casi dos horas de espera hasta que por fin conseguí salir del aeropuerto.

Una vez allí hay varias opciones para bajar hasta San Diego:

  1. La primera opción es en tren. Lo primero que haces es nada más salir del aeropuerto dirigirte a la parada de bus que te lleva a la estación de trenes. Este autobús es de la compañía FlyAway y tiene varias líneas que van al centro de Los Ángeles. Tienes que tener cuidado y asegurarte que el autobús que has cogido es el que te lleva a la estación y no a otro punto, ya que normalmente no lo pone y tienes que preguntarle directamente al conductor. El inconveniente de este autobús es que a veces tiene mucho tiempo de espera, ya que muchas veces va lleno y siempre hay bastante gente esperándolo. Por lo demás, el servicio es bastante bueno y es muy económico (si lo comparas con un taxi te cuesta incluso más de la mitad). Creo recordar que eran unos seis o siete dólares, y no tienes que comprarlo por adelantado sino que una vez en el autobús lo pagas en efectivo y fin. Una vez llegas a la estación de trenes que se llama Union Station, vas a las taquillas y te sacas el billete de tren hacia San Diego. Recomiendo sacarlo en el momento, ya que nunca se sabe cuánto vas a tardar en llegar a la estación y si lo llevas sacado de casa puede que lo pierdas. El precio no sube y las oficinas de la estación están muy bien señalizadas. Yo tardé literalmente cinco minutos en sacar el billete, porque llegué por los pelos a coger el tren... El precio del billete Los Ángeles – San Diego cuesta treinta y cinco dólares, independientemente de dónde te vayas a bajar específicamente en San Diego. Hay tres estaciones y puedes elegir la que mejor te convenga según dónde te alojes. La opción del tren fue la que yo elegí, y lo bueno es que nada más llegar a la estación hay un montón de taxis esperando para llevarte al hotel o apartamento, así que está todo muy bien organizado y es muy cómodo.

  2. La segunda opción es en autobús. El autobús es más barato que el tren, ya que creo recordar que son unos veinte dólares más o menos. El problema es que tarda bastante más, y que los autobuses desde el aeropuerto de Los Ángeles no te llevan a la estación de autobuses. Por eso, al final te merece la pena coger un taxi que te lleve a la estación, y aunque el autobús Los Ángeles – San Diego es más barato que el tren, en general el precio total es el mismo ya que al sumar ambos costes, el precio total te sale más o menos igual que el de la opción primera.

  3. La tercera opción es el autobús de la compañía FlixBus. No sé si conocéis esta compañía, pero si no la conocéis ya estáis tardando en reservar billetes con ella, ya que es muy barata y ofrece un servicio con multitud de comodidades. El billete Los Ángeles – San Diego cuesta entre cinco y diez dólares, y te dejan llevar equipaje sin límite, así que sin duda esta será la opción que elija a la vuelta. Para llegar a la estación de autobuses de esta compañía puedes coger taxi, o el autobús del que os hablaba en la opción uno que te deja en el centro de la ciudad, ya que esta estación está en pleno centro.

  4. Otra opción es tener amigos que te vayan a buscar o conocer a alguien en el avión que casualmente vaya a San Diego. Yo no tuve esa suerte, pero mi compañera de habitación conoció a dos chicas que iban a San Diego desde Los Ángeles y tenían el coche aparcado en el aeropuerto. De esta forma, todo fue súper cómodo y no tuvo que pagar nada más que la gasolina. Por poner otro ejemplo, a otra amiga mía le vinieron a buscar dos de sus compañeras de piso que tenían coche.

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  6. La quinta opción es coger un avión. El precio de un avión de Los Ángeles a San Diego varía mucho dependiendo de la hora, la época del año… Pero ya os aseguro que nunca será más barato que las opciones que os he contado previamente. Únicamente puntualizar que si escogéis esta opción, tengáis mucho cuidado de que tenéis tiempo suficiente para cambiar de avión (vamos, que no os cojáis un avión Los Ángeles – San Diego con una hora de diferencia porque lo más probable es que lo perdáis).

  7. La última opción es taxi. Esta es sin duda la forma más cara y a la vez la más cómoda. El taxi desde Los Ángeles hasta San Diego cuesta entre cien y doscientos dólares, y lo bueno es que te lleva de puerta a puerta. Yo soy una joven que viaja siempre buscando lo más rentable pagando lo menos posible, así que esta opción ni siquiera la llegué a considerar. Igualmente os la dejo por aquí por si acaso os interesa….

Después de elegir la forma de llegar a San Diego y una vez en la ciudad, la única manera de llegar al lugar en el que te hospedas es con taxi o UBER. Os recomiendo totalmente descargaros la aplicación de UBER si tenéis pensado venir aquí y aún no la tenéis, ya que en Estados Unidos se utiliza muchísimo y tiene unos precios bastante asequibles. El único problema es que necesitas internet para utilizarlo, y la mayoría de extranjeros que venimos a este país no podemos utilizar el teléfono si no queremos que nos cobren una barbaridad. Por eso, yo no tuve más remedio que utilizar el taxi hasta que ahora ya me he comprado una nueva SIM card y puedo utilizar internet como en España, pero sobre esto y otras mil cosas que he tenido que hacer al llegar a mi nuevo hogar os hablaré en los próximos posts…


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