Roma en 4 días

¡Hola de nuevo!

Hoy voy a contaros mi experiencia en la capital de Italia, y la que puede ser considerada la ciudad europea más importante en cuanto a la historia de este continente: Roma. Cuando mi hermana cumplió los 18 años decidí hacerle un regalo: un viaje a Roma que tendría lugar en la primera quincena de febrero del 2017, con una duración de 4 noches. Aquí os presento un resumen de todo lo que recuerdo acerca de este viaje tan entrañable.

Así que allá vamos: Roma en 4 días.

Antes de hablar de lo que visitamos en estos días os voy a hablar de cómo llegamos y de dónde nos alojamos.

Salimos el día 8 de febrero desde el aeropuerto de Málaga a las 06.35 AM y llegamos a Roma a las 09.10 AM. Bueno, esto no es del todo cierto ya que al aeropuerto al que llegamos fue al de Fiumicino, situado bastante lejos de la capital. He estado en varios aeropuertos, pero el de Fiumicino me resultó un caos: no teníamos ni idea de cómo coger un medio de transporte que nos llevara a la ciudad de Roma. Al final, andando mucho y preguntando bastante conseguimos llegar a una zona que parecía de utilidad para nuestro propósito. Era una parada de tren rodeada de pequeños locales con nombres de empresas que ofrecen viajes a Roma en furgonetas o microbuses. Nos acercamos a uno de estos locales para preguntar información. Al final nos decidimos por tomar un billete de tren, aunque debíamos hacer transbordo. De hecho, tardamos muchísimo en llegar al hotel que teníamos reservado. Básicamente tomamos esta opción que aparentemente no era tan rentable porque no nos transmitió buena sensación lo de montarnos en una furgoneta con un desconocido. Sé que son prejuicios, pero aun así nos dejamos llevar por ellos y elegimos la opción del tren.

Alojamiento en Roma. Todavía a día de hoy no sé cuál es la mejor zona de Roma donde te puedes alojar con una buena relación calidad/precio. Lo que sí sé es dónde no debes alojarte, sobre todo si sois 3 chicas jóvenes. El lugar al que me refiero son los alrededores de la estación Termini. Termini es la principal estación de tren en Roma, y el ambiente a su alrededor no se puede decir que sea sano. Nuestro hotel estaba ubicado por este barrio, por el cual cuando paseábamos sentíamos bastante miedo, sobre todo de noche: numerosos hombres observaban cada uno de nuestros pasos. El hotel era curioso. Se llama Bon Ton Suite y controla una única planta de un edificio, cuyas otras plantas están controladas por otras empresas dedicadas a la hostelería. El edificio que contenía nuestra empresa (la ya mencionada Bon Ton Suite) estaba ubicado a la derecha de un cine para adultos. Aun así, he de decir que el hotelito por dentro era ideal y la habitación más aún. En la habitación además había una pequeña nevera que nos permitió almacenar parte de nuestros desayunos y cenas, haciendo más económica la estancia en Roma. Por último, la habitación, ubicada en la última planta del hotel ofrecía unas preciosas vistas de Roma. Pero reitero, la ubicación no la recomiendo: el barrio daba miedo. Eso sí, al estar al lado de Termini, que es también el punto de encuentro de todas las líneas de autobús, llegar a cualquier punto de la ciudad era bastante sencillo.

Esto me recuerda a otro tema que me habría gustado conocer antes de llegar a Roma: el billete de autobús. El autobús será el recurso más cómodo a la hora de moverte de un lado a otro de la ciudad, además de tus piernas. Para hacer uso del servicio del autobús deberás comprar un billete (no recuerdo el precio y desconozco la existencia de 'bonos' especiales). Éstos se pueden adquirir en kioskos o tiendas que lo anuncien. Una vez tengas el billete, podrás entrar al autobús por cualquiera de sus puertas. A continuación, dirígete a una de las maquinitas situadas en el interior del bus y valida el billete comprado. Si no validas el ticket es como si no lo hubieses comprado. ¡ATENCIÓN! En algunas ocasiones, aunque yo no viví ninguna, una pareja de revisores sube al autobús y reclama los billetes validados. Si no lo entregas serás multado con 120€.

Una vez finalizada la introducción de Roma, procedo a exponer cómo organizamos cada uno de los días que pasamos allí. 

Primer día.

La primera parada que realizamos fue en la Piazza Venezia, que contiene el Monumento a Víctor Manuel II. Nuestra ignorancia al ver en monumento en forma de tarta nos llevó a pensar que dicho monumento se trataba del Coliseo. Evidentemente no es así. A este monumento se puede ascender de forma gratuita hasta la balconada, donde os podréis tomar fotos y ver a lo lejos el Coliseo de verdad.

Desde la Piazza Venezia nos dirigimos al Panteón. En esta ruta pudimos conocer y visitar otras tantas Iglesias. Nos encontramos con la Iglesia del Gesu, que estaba cerrada y de la cual sólo pudimos ver la fachada. Sí pudimos entrar a la de San Ignacio de Loyola: imprescindible si eres amante del arte y si eres curioso. La cúpula y bóveda de esta iglesia son resultado de un efecto óptico ya que están pintadas sobre un techo plano. También visitamos la iglesia de Santa María Supra Minerva, levantada sobre el templo de Minerva del que aprovecha sus columnas. Es preciosa. Llama especial atención el techo de esta iglesia, el cual simula un cielo estrellado impresionante. Finalmente, entramos en la Iglesia Sant' Andrea della Valle, la cual me resultó preciosa. 

Una vez llegamos a la plaza de la Rotonda y después de contemplar el precioso escenario de casas en colores tierra, entramos al Panteón para resguardarnos de la lluvia. Me gustó mucho, pero he de decir que no me impresionó tanto como el de París. 

Saliendo de la plaza de la Rotonda buscamos la Iglesia de San Luigi dei Francesi. Nos la habían recomendado por contener en una de sus capillas una de las pinturas más importantes que pueden contemplarse a día de hoy: la Vocación de San Mateo de Caravaggio. Confirmo que es imprescindible. Desde esta iglesia nos dirigimos a la plaza Navona: impresionante. Es una plaza enorme que contiene una de las fuentes más famosas en Roma: la fuente de los Cuatro Ríos. Los márgenes de la plaza están arrebatados de terrazas de restaurantes de comida típica del lugar. Dos días más tarde cenamos en uno de ellos disfrutando de la plaza iluminada: espectacular. 

Desde la plaza paseamos por la Via Coronari, bellísima pues conserva su trazado medieval. Al final de ésta está el puente de Sant Angelo, mi puente favorito de la ciudad. Lo paseamos en varias ocasiones encandiladas por la belleza de sus esculturas. Al final del puente, en la otra orilla está el Castelo Sant Angelo, al que decidimos no entrar ya que es de pago y no nos lo habían recomendado. Otros amigos míos sí han entrado y me han comentado que las vistas son preciosas. Por esto, lo dejo al gusto del consumidor. Desde esta orilla también pudimos contemplar el Palacio de Justicia, la Piazza de San Pietro y la silueta impresionante del Vaticano. Sin embargo ya estábamos agotadas y lo dejamos para otra ocasión.

Finalmente, pusimos rumbo al hotel parando antes en un supermercado donde adquirimos algo de cenar y de desayuno para la mañana siguiente. 

A continuación adjunto algunas fotos de este primer día en Roma.

Foto 1. Mi hermana y yo en el monumento a Víctor Manuel II nada más comenzar nuestra ruta en Roma.

Foto 2. Castillo Sant Angelo.

Foto 3. Vista frontal del Panteón en un día lluvioso.

Foto 4. Espectaculares vistas del Vaticano y del Puente Sant Angelo en un día nublado.

En el siguiente blog hablaré de la ruta que seguimos los siguientes tres días. Espero que te esté resultando interesante.

Un abrazo.

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