Roma aeterna. Parte III

Publicado por flag-mx María Alanís — hace 5 años

Blog: A la boloñesa
Etiquetas: flag-it Blog Erasmus Roma, Roma, Italia

Roma Aeterna. Parte III

Nostalgia

¡Hola a todas y todos!

¿Les ha pasado alguna vez que sienten nostalgia de algo antes siquiera de que acabe? A mí me ha llegado a pasar en algunas ciudades, que comienzo a sentir nostalgia cuando sé que el final se está acercando. Hoy les quiero contar una anécdota personal de una de las veces que visité Roma y sentía que no quería irme, que no quería que el viaje que acabara, que no quería que Roma se acabara para mí.

Fue hace poco menos de un año, cuando yo estaba haciendo mi semestre como estudiante de intercambio o movilidad en la ciudad de Bologna (Bolonia en español, al norte de Italia). Entre finales de octubre y principios de noviembre tuve la oportunidad de realizar algunos viajes con mi novio, que coincidentemente también se encontraba en Europa para esas fechas. Nuestro último viaje en Italia fue su capital, la interminable y bellísima Roma, una de mis ciudades favoritas. Estuvimos ahí todo un fin de semana, dos noches y tres días, pero desde luego que no fue suficiente para ver todas las bellezas que Roma tiene tanto a la vista como escondidas.

El primer día visitamos los monumentos más emblemáticos del centro de la ciudad: la Fontana di Trevi, la Piazza Navona, el Pantheon, la Piazza del Popolo, la Piazza di Spagna, entre otros lugares conocidos y no tan conocidos.

Roma aeterna. Parte III

El segundo día lo dedicamos, entre filas y visitas, al Vaticano: fuimos a los museos vaticanos (dentro de los que se encuentra la célebre Capilla sixtina), a la Iglesia de San Pedro y a la plaza del mismo nombre.

Roma aeterna. Parte III

Finalmente, el tercer día, aunque estaba lloviendo, no dejamos de visitar Roma y enamorarnos de ella. Este día, que era domingo de museos y monumentos gratis para nuestra fortuna (el primer domingo de cada mes en toda Italia se puede acceder gratis a la mayoría de los museos) dedicamos toda la mañana  a visitar el Coliseo y el Foro Romano.

Roma aeterna. Parte III

La nostalgia comenzó un poco cuando terminaba la mañana y se acercaba la hora de irnos a la central donde tomaríamos nuestro transporte de regreso a Bologna. Saliendo del Foro Romano pasamos por la Piazza Venezia y buscamos lugares cerca para caminar y dar nuestro último paseo en Roma. Paseamos por el barrio judío que quedaba por ahí cerca, por unas calles bellísimas y callejones más que encantadores.

Después decidimos ir al famoso barrio de Trastevere, que se encuentra cruzando el río Tevere (Tíber, en español). Ya no contábamos con mucho tiempo, pero al menos queríamos darle un vistazo a este barrio como despedida de esta ciudad que nos había cautivado tanto.

Cuando cruzábamos el puente para llegar a la pequeña isla en medio del río donde hay una iglesia y otros edificios bonitos, nos encontramos con un vendedor que había puesto sobre el puente su mercancía: muchas figuritas muy coloridas y bellas, y sobre todo pequeñas, que llamaron de inmediato nuestra atención. Eran en su mayoría animales, entonces nos quedamos bobeando por unos segundos, hablando sobre lo bonitas que estaban y pensando si comprar o no. Preguntamos al vendedor el precio en italiano y nos respondió.

Entonces, mientras elegíamos cuál figurita llevarnos, el vendedor se nos acercó y nos empezó a hablar en español. Nos preguntó de dónde éramos y le respondimos que de México. Resultó que él era peruano, pero que llevaba ya mucho tiempo viviendo ahí en Roma y vendiendo a los turistas su artesanía peruana. Entonces nos dijo:

“México nos es muy querido a nosotros. Me acuerdo que la primera vez que vi llorar a mi mamá, cuando era niño, fue cuando le dijeron que se murió Javier Solís”.

Me sentí muy conmovida por su anécdota. Y, para los que no sepan, Javier Solís es un cantante mexicano del género del “bolero ranchero”. Yo realmente no sabía que fuera tan famoso fuera de México.

Aunque teníamos prisa por alcanzar a conocer Trastevere, nos quedamos conversando un poco con el señor. Para mí fue un poco como sentirme más cerca de casa, con alguien que apreciaba tanto a mí país y cuyo país tenía tanto en común con el mío. Al final, cuando le pagamos, nos cobró la mitad de lo que nos había dicho antes, nos dijo que nos lo dejaba a un “precio latino”. También eso me conmovió mucho.

Con estos sentimientos de nostalgia de Roma y nostalgia de mi México lindo y querido mezclados, caminé de la mano de mi novio por el puente de Trastevere. En eso nos encontramos a un acordeonista que estaba tocando nada más y nada menos que... ¡cielito lindo! No sé si se pueda llegar a un grado de nostalgia más grande que el que sentí mientras cruzaba este puente.

Roma aeterna. Parte III

Sabía que mi estancia en Italia estaba apenas a la mitad, y extrañaba tanto de mi país, pero era realmente hermoso poderme encontrar con estos detalles de mi México aunque fuera en un lugar tan extraño.

Así pasamos nuestros últimos momentos en Roma, con México y Roma mezclados en nuestros corazones. Felices de ser de dónde somos y también de estar donde estábamos. Tristes de estar tan lejos de casa y tan cercanos al final de nuestro viaje por una ciudad tan indescriptiblemente hermosa. Felices y tristes al mismo tiempo, así es como se siente justamente la nostalgia.

Nos fuimos de Roma y nuestro último recuerdo de nuestro viaje por esta ciudad es justamente este. Roma nos dio tanto, tantos lugares únicos, tantas experiencias, y nos dio también esta bella anécdota que me hace pensar en tantas cosas cada que la recuerdo. Me da nostalgia Roma, y me da nostalgia mi país cuando estoy lejos de él, como ahorita. Pero recordar cosas como esta me reconforta de alguna manera.

De solo escribir y recordar esto, siento un enorme nudo de nostalgia en la garganta. ¡Ay, Roma, Roma! ¡Una ciudad hecha para ser amada y después extrañada!


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Comentarios (1 comentarios)

  • flag-mx Beto GC hace 5 años

    Suena como una experiencia inolvidable. Es muy lindo poder leer tantos detalles sobre tus viajes. Gracias por compartirnos tul corazón en cada entrada de este blog.

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