Roma

Publicado por flag-es Elisa A.C — hace 6 años

Blog: De viaje
Etiquetas: flag-it Blog Erasmus Roma, Roma, Italia

Salimos del aeropuerto de Sevilla dirección Roma en febrero de 2011. El viaje no es demasiado largo, así que antes de tres horas ya estábamos allí. Al llegar hacía bastante más frío que en Sevilla. Como no habíamos facturado maleta nos dirigimos directamente a buscar la estación de tren, que nos llevaría al centro de Roma. Cuando por fin llegamos pensamos si buscar andando nuestro hotel, que sabíamos que estaba cerca de la estación o coger un taxi y ahorrarnos vueltas tontas.

Dimos una pequeña vuelta y sin mapa era difícil orientarse, así que cogimos un taxi. Cuando llegamos al hotel nos dimos cuenta que nos había dado una vuelta increiblemente grande para lo cerca que estaba el hotel de la estación, así que tened cuidado con los taxis italianos que tienen mucha cara.

Entramos en el hotel, y nos dijeron que había que pagar una tasa por persona y día, aparte del precio del hotel. Encima tampoco aceptaban tarjetas de crédito y llevábamos el dinero más o menos calculado para no tener que sacar dinero con tarjeta, pero no nos esperábamos no poder pagar el hotel con tarjeta así que tuvimos que acabar usando un cajero unos días después.

Pero bueno, pagamos el hotel y subimos a ver nuestra habitación. El hotel parecia más un edifico corriente con un sólo pasillo perteneciente al hotel con 4 o 5 habitaciones. Teníamos que llamar a un timbre para entrar en nuestro pasillo y a veces tardaban un rato en abrirnos.

Llegamos a nuestra habitación y resultó ser bastante pequeña. La colcha de la cama olía muchísimo a aceite. La quitamos en cuanto llegamos porque no había quien pudiese dormir allí con esa peste. Teníamos un pequeño baño con una ducha muy estrechita y nuestras vistas daban a un patio interior con gente que tenía muy malas pintas y lo que parecía el almacén de algún supermercado.

Pero bueno, para dormir que es lo que importaba, estaba bién, y además nos había costado barato y estaba bién situado cerquita de la estación de tren.

Esa tarde fuimos a ver el Coliseo, pero resulta que por la tarde ya estaba cerrado, cerraban sobre las cuatro creo, no eran muchas horas las que estaba abierto.

Así que nos hicimos algunas fotitos por fuera y en el Arco de Constantino, y nos fuimos a pasear. Roma es una ciudad en la que ves cosas bonitas sólo con pasear por cualquier parte, o al menos en el barrio que estábamos nosotros que era el centro turístico e íbamos andando a todas partes.

Ese mismo día fuimos a ver la famosa Fontana de Trevi, y como es tradición tiramos una moneda de espaldas deseando volver a la ciudad. También nos comimos un helado buenísimo en la misma plaza sentados junto a al fuente.

Hay otras fuentes, menos famosas pero también muy chulas, como la de Neptuno, o la de los Cuatro Ríos.

Al día siguiente sí que conseguimos entrar en el Coliseo, es tan increible por dentro como por fuera, te lleva realmente a imaginar a los gladiadores peleando como en la antigua Roma jeje.

Otra de las cosas que recuerdo son los diferentes puentes de Roma, como el de Sant Angelo que lleva al castillo de Sant Angelo. El castillo también nos gustó mucho. Está al lado del Río Tíber, y nos contaron una historia sobre el castillo.

Si no recuerdo mal en la época de la peste en Roma, el Papa que había entonces vio al Arcángel San Miguel encima del castillo envainando su espada y eso significaba que la peste había terminado.

Otra cosa que destaca en Roma son sus plazas, como la Plaza de España, la Plaza Navona  y, por supuesto, la Plaza de San Pedro.

El día que fuimos a ver la Basílica de san Pedro fue bastante divertido. Esa mañana habíamos conocido a unos chavales españoles en el metro y habíamos decidido pasar el día juntos.

Llegamso todos juntos a la Plaza de San Pedro y la cola se extendía alrededor de casi toda la Plaza, y mira que ésta es grande eh. Podíamos tardar horas en llegar a la entrada, pero los chavales estos decían que era fácil colarse delante de los chinos turistas, así que eso hicieron, vieron un chino bastante cerca de la puerta y corrieron a ponerse delante.

Yo me sentí fatal por el pobre hombre chino, pero es que la cola era muy larga, así que allí nos quedamos, y poco después estabamos admirando la preciosidad de la Basílica de San Pedro.

La visita a la Basílica cansa un poco, sobre todo la parte de las escaleras hacía arriba y en círculos, así que esa tarde estábamso reventados, pero yo quería aprovechar mi estancia allí, así que seguimos viendo cosas, como por ejemplo el Palatino, que son restos romanos al aire libre en plena calle.

Esa es una de las maravillas de Roma, hay restos arqueológicos por todas partes jeje, es como seguir en el antiguo Imperio Romano.

Volvimos uan vez más también a la Fontana de Trevi a por otro helado y porque, sinceramente, a mi fue lo que más me gustó de la ciudad.

Vimos también un parque enorme con un montón de restos arqueológicos, que estaba al lado del Coliseo, pero no recuerdo su nombre, aunque era bastante chulo y tenía mucho que recorrer.

Otra cosa que recuerdo también es que dentro de la estación de tren , por la cual pasábamos mucho porque dentro hay una estación de metro, había unos carteles enorme de Rafa Nadal en calzoncillos anunciando Emporio Armani y en vaqueros anunciando Armani Jeans. Ya debe haber cualquier otra cosa, pero aquello merecía la pena verlo también jajaja, salía guapísimo.

Otra cosa, por si os interesa, en el metro yo iba con mi novio y sólo comprábamos un billete pero nos colábamos los dos por la puertecita a la vez. Gastábamos menos dinero y nunca nos pillaron, no se si ahora estará más controlado.

 

 


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