3. 'La mia storia tra le dita'

Como comentaba en la entrada anterior, el 1 de octubre entramos definitivamente en nuestra nueva y definitiva casa. Es un segundo piso ubicado en via Taranto, cerca de la estación de tren Tuscolana y de la parada de metro de Re di Roma. Teniendo en cuenta los antros ruinosos y enmohecidos que habíamos visto, este piso nos parecía una auténtica maravilla: recién reformado, tarima flotante, dos cuartos de baño, la habitación muy grande...La cocina era bastante pequeña pero no se puede tener todo en esta vida. Y sí, no teníamos salón. Bien situado y conectado, y con una bonita urbanización, supimos desde el primer momento en que lo vimos que ahí sería donde viviríamos. Allí nos recibirían nuestras dos coinquiline italianas (compañeras de piso) Barbara y Carla.

Aquí os dejo algunas fotos del condominio (comunidad/urbanización). En Roma son muy habituales este tipo de edificaciones con patios comunales interiores. Algunos son realmente impresionantes.

Para nosotros la ubicación era perfecta, con una parada de bus en la puerta de casa (linea 85, que pasa por el centro hasta Termini) y a unos 8 ó 9 minutos de Piazza Re di Roma con muchas paradas de autobús y de metro (linea A).

El barrio

 Para todos los que se pregunten por la zona de Re di Roma, el barrio es relativamente tranquilo, con muchos supermercados, paradas de autobús y una parada de metro de la linea A. También tiene restaurantes y cafeterías y algún que otro pub. La casa del supplì, que está en la misma plaza, dicen que es uno de los sitios donde ponen el mejor supplì de toda Roma. Son una especie de croqueta redonda con arroz, ragú y mozzarella en el centro. Son muy parecidos a los arancini sicilianos pero no iguales. Ya os explicaré más adelante la diferencia. Supermercados que podéis encontrar por la zona:

• Simply e In'S, ambos en la misma piazza Re di Roma
• Tuodi, en via etruria 32, a unos 5 minutos de la plaza
• Conad hay dos en via taranto en dirección a Piazza Ragusa. Uno de llos está algo más alejado de la plaza
• Todis, el más barato de todos. Este está más alejado, justo al lado de la estación de tren Tuscolana y muy cerca de la parada de metro Ponte Lungo (A).

Nosotros compramos habitualmente en el Conad y en el Todis. El Conad es ligeramente más caro, pero el Todis es muy barato y con comida de calidad. Eso sí, il pane a lievitazione naturale del Conad es insuperable. Creo recordar que vale 3,62 el kilo. Al resto de supermercados que os comentaba no hemos ido mucho, pero de las veces que hemos ido el peor nos ha parecido que era el Tuodi. Poca variedad y precios no muy baratos para lo que ofrecían. En via pinerolo 32 (al lado de Piazza Cassalmaggiore), una calle que baja de Re di Roma, hay una peluquería en la que te pelan barato, 13 euros el corte. Justo enfrente de esa plazita ponen un mercado todos los días hasta las 14.00h. A alguno puede no parecerle barato pero en casi todas las peluquerías donde preguntaba me cobraban 20-25 euros... En invierno ponen en la piazza de Re di Roma una pequeña pista de patinaje sobre hielo. Entre semana creo recordar que valía 8 euros por persona/hora y los fines de semana un par de euros más. También en la misma plaza está el Queen's Chips, donde te ponen patatas fritas con muchas salsas a elegir. Además, muy cerca de la plaza, en via Monza 2, hay un edificio de la Azienda Sanitaria Locale, donde tendréis que ir si queréis que os asignen un médico. Necesitaréis un par de requisitos que ya os comentaré en otro post. Y apuntad bien este nombre: Papero Giallo. Es una tavola calda que está haciendo esquina entre via aosta y via taranto, muy cerca de Re di Roma. Las tavola calda son pequeños restaurantes de comida casera lista para servir. Algunas tienen mesa para comer allí. En el Papero Giallo si coges mesa cada plato te cuesta 6 euros, pero si pides para llevar es más barato. El pollo asado, los canelones y las albóndigas están muy muy buenos. Recuerdo también el Avalon, en via terni 21, un restaurante con aspecto medieval en el que te ponen cerveza en una especie de cuernos. No está mal.

Casi sin darnos cuenta el otoño se había echado encima. Nosotros, que venimos de Granada, no estamos acostumbrados a estaciones intermedias. Pasamos del frío al calor y viceversa en apenas una semana.

Tres días más tarde de nuestra llegada a la nueva casa, Andrea y Moli, nuestros compañeros de piso españoles, ocuparon la última habitación que quedaba libre.

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