Buenos días a cada uno de ustedes, espero que la estén pasando bien en estos días.
Una salida de aperitivo
Hace unas semanas una de mis amigas de Argentina tuvo que irse de Rímini para poder hacer su pasantía de internship fuera de Italia por un par de meses así que era una buena oportunidad para poder conocer un nuevo lugar con ella y dos amigas más. La verdad que yo no decidí donde podíamos ir, yo solamente me deje llevar por la corriente de a donde querían ir el resto de chicas así que finalmente nos decidimos ir por un lugar que se encuentra en un barrio conocido como San Giuliano.
A comer entre amigas
El barrio de San Giuliano es un lugar muy bonito que se encuentra cruzando un puente del centro de la ciudad que tiene el nombre de puente Tiberio. En este lugar al igual que en el centro y en la playa se pueden encontrar varios bares que atienden por las tardes para hacer un aperitivo o tomarse unos tragos, quedamos con mis amigas para vernos todas a las cinco de la tarde y el lugar que decidimos conocer se llama Peacock, la cual se encuentra en viale Tiberio número 25.
Lluvia inesperada
Ese día estuvimos con una tormenta en pleno verano sin embargo eso no fue impedimento para que nos viéramos y nos despidiéramos de nuestra amiga argentina, allí pedimos snacks además de nuestras respectivas bebidas para acompañarlas.
El mate argentino
Grande fue la sorpresa de una de mis amigas cuando vio que en el vaso que pidió se lo dieron con un sorbete que era precisamente la que usan los argentinos para tomar su mate, una especie de planta que se toma como un filtrante, le preguntamos al mozo como la había conseguido y nos mencionó que tenían un contacto de Argentina quién le ayudaba a traerlos, mi amiga quien era de Argentina nos dijo que esos tubitos eran de muy buena calidad así que al parecer el mozo se dio cuenta que mi amiga estaba bastante sorprendida por ello así que le dijo que iba a ver si en su bodega tenía alguno para que se lo pudiera regalar.
Mientras estuvimos pidiendo una segunda ronda de bebidas y más cosas para comer como quesos y diferentes embutidos, todo estuvo muy rico así que al final cuando el mozo se dio cuenta que ya habíamos acabado todo se acercó para regalarle a mi amiga el tubito para para beber el tan preciado mate.
Tuvimos que esperar a que la tormenta terminará y se le veía venir desde la parte de las montañas la cual felizmente terminó casi a la hora en la que ya nos íbamos a ir, el gasto promedio que tuvimos cada una fue de unos 20 euros por persona si bien no fue tan barato para darnos un gusto especial valía la pena además ya que era la despedida de nuestra querida amiga argentina que en estos momentos debe de estar haciendo sus practicas en Paises Bajos.
Un millón de gracias por leer este post, les deseo un día super maravilloso como siempre ¡Hasta la vista!
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