República Checa: cuevas de Punkva y Olomouc

República Checa: cuevas de Punkva y Olomouc

¡Hola otra vez a todo el mundo! Hoy continúo con más contenido de la República Checa, mi país vecino en este momento, justo con un viaje que hice hace un par de meses. Anteriormente os hablé del Parque Natural de Suiza Bohemia, sobre el que podéis leer aquí, que también se encuentra en la República Checa. Esas ciudades de piedra nos gustaron tanto que decidimos explorar el país para perseguir más paisajes como estos.

República Checa: cuevas de Punkva y Olomouc

Y así fue. Alquilamos de nuevo un coche para cinco personas y pusimos rumbo a Adršpach, en el norte de Chequia, justo en la frontera con Polonia. Se trata de otro Parque Natural donde estas rocas tan originales están por todas partes, rodeadas de naturaleza verde, lagos y animales. Para llegar hasta Adršpach, desde Bratislava, son cuatro horas y media así que decidimos parar cerca de Brno, otra ciudad famosa de Chequia. Paramos exactamente en las Cuevas de Punkva.

Este viaje lo dividiré en dos entradas, ya que si no, se haría demasiado largo así que hoy solamente os hablaré de las Cuevas de Punkva y de Olomouc, una pequeña ciudad que nos quedaba de camino. 

Cuevas de Punkva

Las cuevas de Punkva nos parecieron una parada súper interesante pues nunca habíamos explorado la zona de Moravia, que es famosa, en parte, por sus impresionantes cuevas. Estas, en concreto, no nos dejaron indiferentes. Llegamos a los terrenos que rodean la cueva, encontramos aparcamiento gratis y fuimos a comprar nuestra entrada. Es importante saber que hay que reservar con antelación pues las visitas son completamente guiadas y el aforo es limitadísimo. Nosotras llamamos con una semana de antelación y solamente quedaba un hueco libre a las 10:40. La entrada no era muy cara, alrededor de 6€ (pagamos en coronas checas, claro, que serían unas 160) para estudiantes.

Después de comprar la entrada, pusimos rumbo a la cueva, lo que nos llevó alrededor de 30 minutos andando. Era pleno otoño y el paisaje era increíble. La mayoría de los árboles eran de hoja caduca así que aquel paisaje parecía el típico fondo de pantalla de Windows XP, con esos colores cálidos: naranjas, rojos y amarillos. Nos llovía un poco de vez en cuando pero no nos importaba demasiado. Aquí os dejo algunas fotos porque realmente vale la pena echarle un vistazo a este paisaje checo.

República Checa: cuevas de Punkva y Olomouc

República Checa: cuevas de Punkva y Olomouc

Finalmente llegamos a la entrada de la cueva donde nuestro guía nos estaba esperando. Dentro hacía 8 grados (o menos) así que nos abrochamos bien nuestras cazadoras. Menos mal que antes nos habíamos tomado un cappuccino bien caliente.

Empezamos a caminar y ya dejando atrás la luz del día, nos sumergimos en las profundidades de la cueva. El tour era en checo así que no entendíamos nada pero teníamos un folleto en inglés en el que se explicaba toda la historia y curiosidades de la cueva. Íbamos haciendo pequeñas paradas para admirar cada parte de la cueva. En la primera parte, ya pudimos admirar todo tipo de estalactitas, estalagmitas y estalagnatos. Los estalagnatos, si no sabéis qué son, es la unión de una estalactita y una estalagmita, yo lo aprendí aquí en la cueva, pues había un famoso estalagnato, además de una estalactita de cuatro metros llamada “el guardia”. Aquí también pudimos ver un pequeño lago cuyo nombre era “el lago del espejo” pues en él podían verse reflejadas otras figuras como un paraguas, un sauce llorón, dos simpáticos búhos o un castillo en una montaña. Es muy curioso cómo la naturaleza puede llegar a formar esculturas tan perfiladas.

República Checa: cuevas de Punkva y Olomouc

República Checa: cuevas de Punkva y Olomouc

Mientras estábamos dentro, de repente se apagaron los focos de todas las luces y fue increíble la oscuridad total que había. 100%. Oscuridad profunda, sin un atisbo de luz en ninguna parte, no se veía absolutamente nada.

Poco a poco íbamos haciendo paradas y leyendo la información del folleto. Pudimos ver figuras y formas tan originales como un camello, una cabeza de un cocodrilo, un ángel, un elfo y hasta dos enamorados. Tras cinco paradas y un largo recorrido por pasadizos y subidas con mucha pendiente (por donde antiguamente descendía el río Punkva), llegamos a “El abismo de la madrastra”. Como podéis ver en la siguiente foto, se trata de una interconexión de la cueva con este abismo, donde muchaos exploradores antiguamente descendían para descubrir qué escondía esta cueva, justo donde ahora estábamos las visitantes. La altura total del abismo es de 138 metros, que se dice pronto.

La parte más mágica de “El abismo de la madrastra” es la leyenda que esconde detrás. Os la cuento en pocas palabras: una malvada madrastra arrojó a su hijastro a las profundidades del abismo. Sin embargo, una rama que sobresalía salvó al niño de la muerte y el pequeño, tras conseguir salir del abismo, volvió a su pueblo donde le contó a todo el mundo lo que la madrastra había hecho. Ella, sobrepasada por el miedo al castigo, decidió tirarse a este abismo, y por esta misma razón hoy recibe este nombre.

República Checa: cuevas de Punkva y Olomouc

Tras esta parada, nos esperaba la mejor parte de todas: el paseo en barco dentro de la cueva. Después del abismo, la cueva continuaba su curso, que daba lugar a un río estrecho pero súper largo. En cada barco cabían unas 20 personas y funcionaba con un pequeño motor. El trayecto fue largo y sin duda, de lo que más me gustó. Eso sí, no lo recomiendo para personas que sufren de claustrofobia pues a veces la cueva se estrechaba tanto que tenías que mover la cabeza para no golpearte con las estalactitas. Finalmente nuestro tour acabó, que duró aproximadamente una hora. Por cierto, en el paseo en barco estaba prohibido sacar fotografías a la cueva, salvo que pagases un precio extra.

No he visitado muchas cuevas en mi vida pero creo que las cuevas de Punkva realmente impresionan. La entrada no es cara y aunque lo fuese, creo que cada céntimo valdría la pena. Es un paisaje natural muy diferente al que yo haya visto antes y es toda una experiencia.

Si sois personas fanáticas de las cuevas, la zona de Moravia está llena de este tipo de cuevas. De hecho, muy cerca de esta, está Katerinska Cave.

Para comer

Mis compis de viaje y yo comimos en el coche, pues nos habíamos traído el tupperware de casa, pero si lo que queréis es comer caliente, justo donde está la recepción para comprar las entradas, también se encuentra un hotel-restaurante adonde podéis ir.

Olomouc

Después de nuestra visita espeleológica, decidimos poner rumbo a Olomouc, una ciudad que también está en la zona de Moravia, a dos horas de las cuevas Punkva, más o menos. Olomouc nos sorprendió para bien. Como era sábado, aparcar era gratis en toda la ciudad y al ser temporada baja y no ser una ciudad muy turística, no nos costó encontrar una plaza de parking libre.

Es una ciudad pequeña pero con una catedral gótica súper grande y con unas vidrieras preciosas. Se llama la Catedral de San Venceslao, aquí os dejo la foto:

República Checa: cuevas de Punkva y Olomouc

Después de callejear un rato por sus calles, admirando los colores y esquivando al tranvía, llegamos a la plaza principal, donde ya estaban montando los puestecitos del mercado de Navidad. Esta plaza sigue la línea arquitectónica del resto de ciudades de Chequia y Eslovaquia. Realmente es muy parecida a la plaza principal de Bratislava. Cada edificio tiene un color pastel diferente, pero todos siguen una misma gama de colores muy poco saturados. Además, en ambas plazas (la de Olomouc y la de Bratislava) se encuentra el ayuntamiento. Lo que hace la plaza de Olomouc diferente es su columna que está justo en el medio, presidiendo la plaza, pues destaca por ser de oro y además es patrimonio de la UNESCO. Sin embargo, tengo que reconocer que los edificios de Olomouc, las fachadas sobre todo, están mucho mejor cuidadas y en mejor estado que las de Bratislava.

República Checa: cuevas de Punkva y Olomouc

Justo aquí se encuentra el reloj astronómico. Es interesante saber que no solo en la República Checa, la ciudad de Praga tiene un reloj astronómico curioso, sino que en la ciudad de Olomouc también hay uno muy singular, como podéis ver a continuación. 

República Checa: cuevas de Punkva y Olomouc

Una curiosidad de esta ciudad checa es que tiene un queso muy famoso que no tuvimos la oportunidad de probar. Todo el mundo dice que tiene un olor muy fuerte. Para ser tan famoso, no estaba anunciado en ningún lugar, ni siquiera en unos puestecitos de comida que había en la calle, así que otra vez será. 

Pasamos la tarde en Olomouc, tomando un café y charlando en una cafetería muy acogedora y calentita, lo que se agradecía pues a las cinco de la tarde ya era de noche y el frío empezaba a apretar. Casi a las seis pusimos rumbo a lo que sería la guinda del pastel de nuestro viaje: Adršpach, Parque Natural que visitaríamos al siguiente día, del que os hablaré en el siguiente post.

Y esto es todo por hoy. Espero que hayáis disfrutado de esta entrada y que hayáis descubierto una parte nueva de República Checa, pues no todo se reduce a Praga. Hay que ver, viajar y explorar más allá. Chequia tiene mucho más que ofrecer que su capital. Esa es mi conclusión final. Muchas gracias por leerme y nos vemos pronto. 


Galería de fotos



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