Memorias de una monitora en South Devon (2/2)
Excursiones desde Torquay
Muy cerca de Torquay, a unos tres kilómetros, está Paignton, un pueblo muy pintoresco en el que se mezclan casas de colores, playa y un montón de tiendas para turistas como si del propio Benidorm, palmeras incluidas, se tratara. Pero no me malinterpretéis, no hay tanta gente bañándose ni cuando llegan a 35º (aunque quizás tomando el sol sí superen el número).
Muchas personas van y vuelven andando por la costa, disfrutando de los miradores y los asombrosos acantilados, pero en tren se tardan cinco minutos y un billete para Paignton cuesta unas dos libras. También se puede llegar por ferry o autobús. Yo os recomiendo otra forma de llegar: caminando por la playa cuando la marea está baja; una vez que divisemos el Paignton Club (un bonito edificio blanco con columnas de estilo dórico), el camino estará hecho.
Vista de parte de la costa de Paignton desde el ferry
El paisaje más dulce de Paignton
El otro pueblo que conforma Torbay es Brixham, un pueblo de pescadores que se recorre en un paseo y donde preparan el fish&chips más rico que haya probado nunca.
Aquí llama bastante la atención All Saints Church, a la que se llega subiendo una tremenda cuesta; es bastante singular porque está decorada con elementos del mar y de barcos pesqueros: hay redes, conchas e incluso un timón en el altar.
Aparte de eso, se puede ver una réplica del The Golden Hind en el puerto; se trata de un barco pirata que dio la vuelta al mundo (hay otra réplica en el Támesis); entrar al galeón cuesta siete libras...un precio un tanto excesivo en mi opinión pues no creo que la visita lo valga.
Pero algo que sí vale la pena, y además es gratuito, es la reserva natural de Berry Head, el cabo Berry; andando, desde el centro de Brixham, se llega en poco más de media hora. Se necesita mucho más tiempo para disfrutar las vistas desde los escarpados acantilados observando las aves, los delfines...
A este pueblito se puede llegar desde Torquay en ferry o autobús, la distancia por carretera es de unos 8 km... ¡cuidado con la gaviotas!
En ferry desde el puerto de Torquay con destino a Brixham
El Parque Nacional de Dartmoor, un inmenso páramo donde se rodaron algunas escenas de la película War Horse, está a unos 30 km de Torquay. Es un lugar de gran belleza donde se puede llegar a escuchar el sonido del silencio, pero os quiero hablar sobre algo que hay justo antes de llegar al parque: la tumba de Kitty Jay.
Cuenta la leyenda que Jay fue sirvienta de unos señores de la aldea de Manaton con cuyo hijo mantuvo un romance; ella quedó embarazada y fue repudiada. Ante semejante desgracia se ahorcó y sus restos fueron enterrados en un cruce de caminos, entre Heatree Cross y Hound Tor, alejados de tierra consagrada. Hacia mediados del siglo XIX, el propietario de las tierras que confluyen en el lugar decidió cavar y encontró un esqueleto; las indagaciones llevaron hasta ella: kitty Jay. Desde entonces ocurren fenómenos paranormales en la zona y en la tumba aparecen flores frescas con frecuencia que, según parece, nadie pone. Se han llegado a instalar cámaras de infrarrojos para investigar y lo único que se han podido apreciar son flores flotando que acaban posándose sobre la tumba...o eso dicen. En cualquier caso, mejor no permanecer mucho tiempo allí.
Tumba de Jay (Fuente)
Haytor, el popular montículo de granito en Dartmoor
Lago con nenúfares en Dartmoor
Para llegar a Dartmoor en transporte público hay que coger dos autobuses desde Torquay, el primero hasta Totnes y un segundo hasta Marley Head. Después solo hay que perderse por el paraje.
Exeter, la capital de Devon, está a unos 40 minutos en tren desde Torquay. Aparte de su catedral gótica (precio de la entrada: 5 libras), las compras y el Victoria and Albert Museum, no me parece que tenga mucho más que deba destacarse.
Parliament Street, en Exeter, es la calle más estrecha del mundo
Por último, aunque la lista sería interminable, nadie puede perderse el pueblo de Dartmouth y su castillo; puede verse también lo que queda de la fortaleza original (del siglo XV), la primera que se construyó en Reino Unido para proteger un puerto. Es muy curioso el mecanismo de defensa que empleaban mediante una larga cadena que cruzaba el río y elevaban para que los barcos no avanzaran.
En esta ciudad casi todo los turistas frecuentan un lugar llamado The sloping desk, famoso porque el edificio cuenta con más de cuatro siglos y su suelo está inclinado. Mi consejo es que toméis los scones y el té en cualquier otro sitio, hay un montón de preciosas tea shops entre las que elegir y los precios no tienen nada que ver con los de la más visitada.
Llegando al puerto de Dartmouth
Bayard´s Cove Fort, en Dartmouth
Cementerio en St Petrox Church, en la desembocadura del río Dart
Bristol e imprescindibles desde Bristol además de Torquay
Puesto que en el post anterior mencioné Bristol y es una ciudad con mucha vida y un fantástico ambiente universitario, ¿hacemos una pequeña visita? Yo la descubrí mucho antes de mis visitas a South Devon; la primera vez que aterricé allí era diciembre, con ola fría de por medio, hace ya unos cuantos años. De ese viaje recuerdo muy bien la primera noche; llegamos en un vuelo por la noche y cogimos un flyer desde el aeropuerto, pero como nuestro destino era un hotel en la zona de Cribbs Causeway, había que coger otro autobús cerca de la última parada. Alguien preguntó a la conductora del flyer dónde estaba la parada de ese autobús que teníamos que tomar hasta nuestro destino y, ni corta ni perezosa, se bajó y encargó a dos chavales de la estación que nos acompañaran; no creáis que estaba cerca (caminamos quince minutos por lo menos) y menos mal que íbamos a tiro hecho, porque era el último autobús que pasaba. Fueron sumamente amables pero aún nos quedaba lo peor: bajarnos en la parada precisa y encontrar el hotel; el conductor de ese último autobús que cogimos no supo indicarnos, así que estuvimos vagando por la calle durante algo más de media hora hasta que pudimos preguntar a alguien, en una gasolinera, que conocía el hotel. Os aseguro que el frío era tan intenso que aún puedo recordar la sensación; nos dimos una ducha de agua caliente en cuanto llegamos para poder sentirnos mejor.
¡Menos mal que hay otra épocas para visitar Reino Unido! Aparte de disfrutar de su atmósfera, la música en los clubes y el arte callejero en Bristol, yo os recomiendo dos sitios en particular: Clifton Observatory , con impresionantes vistas sobre el puente colgante y el río Avon y…un cementerio victoriano llamado Arnold Vale; no solo es un lugar con historia, en su espacio se escenifican obras de teatro, hay conciertos e incluso se celebran bodas.
Por cierto, ¿sabíais que el primer salto de puenting del mundo, con cuerdas elásticas (bungee jumping), fue desde el Suspension Bridge de Bristol? Lo peor es que los protagonistas fueron detenidos justo después.
Calle en Bristol por la que se llega a St Nicks Markets
A poco más de media hora desde Bristol, Gloucester merece una visita a su catedral normanda, una espectacular obra de arte cuya torre puedes ver desde cualquier punto de la ciudad en el que te halles. Por cierto, sus claustros fueron usados como pasillos de la escuela Hogwart´s y allí vivió Harry Potter sus primeras aventuras.
Otro gran lugar que nadie debe perderse es Bath. Situada en el condado de Somerset, es una ciudad famosa por sus balnearios termales romanos y siempre está repleta de turistas. Está a diez minutos en tren desde Bristol y es un lugar fascinante, con deliciosas calles en el centro histórico que nos acercan a los cuentos de Charles Dickens. Pero no solo de termas vive Bath; no podrás decir que has estado allí si no pruebas el bollo especial, su receta es un secreto, de la casa más antigua del lugar: Sally Lunn´s House. Y también tienes que subir a la Torre del Reloj de la Abadía si quieres tener la mejor panorámica de la ciudad. Muy cerca de la Abadía de Bath está el Pulteney Bridge; digno de ser admirado y recorrido, hay quien lo compara con el Ponte Vecchio de Florencia (por eso de ser uno de los pocos que está habitado). En definitiva, si no fuera por sus precios, esta sería una ciudad en la que yo podría vivir… ¡incluso en el puente!
Perspectiva de las termas romanas en Bath
Lateral de la Abadía de Bath al fondo
Si cuentas con tiempo no puedes dejar de ir a Cirencester y Bibury, dos de mis lugares favoritos en la región de los Cotswolds. Pero también es casi obligatorio ir a Corsham, Lacock, Castle Combe, Avebury y sus círculos de piedra y, por supuesto, West Kennet Long Barrow. Y también es imprescindible visitar Nunney y Wells, justo en la otra dirección. Si podéis, alquilad un coche; además de ser más cómodo podéis salir por ruedas si os encontráis con algún espíritu.
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