Praga: Viviendo la cultura checa

Praga es una de esas ciudades que se ha ido ganando su puesto como uno de los destinos más populares de Europa. Y es que, sin duda, esconde muchos tesoros que merece la pena conocer. Ha sido una de las ciudades que he conocido durante mi temporada de Erasmus, y la definiría en dos palabras: interesante y divertida.

La arquitectura de la ciudad, sus calles, el tradicional tranvía y el río lleno de cisnes conforman un paisaje único que nos permite desconectar completamente de la rutina.

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Pero no son sus monumentos, ni el edificio danzante (magnífico, por cierto), ni su reloj (uno de los más famosos del mundo), los que hacen de Praga un lugar especial, sino su cultura.

La forma de vida de la República Checa te sorprende desde el primer minuto, y queda patente en sus tiendas, en sus restaurantes, en sus calles y en sus habitantes, incluso si la ciudad es muy turística.

Hay algo que tengo que destacar de Praga, y es que fue algo que no me esperaba y que me llamó la atención de forma muy positiva: su gastronomía es realmente buenísima.

Voy a decir tres cosas (probablemente haya muchas más) que todo el mundo tiene que probar antes de marcharse de Praga y que harán que pronto quieras volver:

• El Goulash. Este estofado de carne tiene un sabor realmente único. También se puede comer en sopa y ambos son muy típicos servidos con un pan especial.

• Los trdelnik: Esto sí es el elemento estrella de Praga, aunque al principio nunca os acordéis del nombre. Podéis encontrar estos dulces en puestos en la calle y pequeñas tiendas. Una vez lo hayáis probado, no podréis dejar de comprarlo, y una vez hayáis salido de Praga, lo echaréis de menos irremediablemente.

• La cerveza: Me permito incluirla, aunque sea una bebida, entre las cosas a probar en Praga. El motivo es que la receta tradicional de la cerveza en esta ciudad es diferente a la que se encuentra en otros países. Da igual que no seas un gran amante de la cerveza, recuerda que forma parte de su cultura y es interesante conocer su sabor.

Por último, como sé que el presupuesto siempre es importante a la hora de planear un viaje, ya sea de unos días o una larga estancia, os tranquilizaré un poco: Praga es una ciudad barata, y no tendréis que gastar mucho dinero en la comida ni en el alojamiento.