Segunda parte de Praga

¡Hola a todos! Como os estuve contando en el post anterior los dos primeros días que pasamos mis amigos y yo visitando Praga la semana pasada, hoy os traigo la segunda parte, en la que os dejo todo lo que hicimos durante nuestro tercer y último día por la capital checa, además de recomendaros algunos bares donde probar la comida típica de este país o por donde salir de fiesta.

Itinerario

Tercer día

Nuestra última jornada por Praga la empezamos más tarde, ya que el día anterior habíamos salido de fiesta y estábamos agotados. Por lo tanto, salimos del apartamento sobre las doce y media de la mañana, y nos fuimos directamente a comer, ya que habíamos reservado un free tour especializado en el barrio de Malá Strana y la zona del Castillo, por lo que no podíamos entretenernos mucho.

El punto de encuentro fue en la plaza que da nombre a este barrio, en cuyo centro se encuentra la Columna de la Santísima Trinidad, y a uno de sus extremos la imponente Iglesia de San Nicolás. Luego, continuamos subiendo las cuestas que llevan a la zona del Castillo, mientras admirábamos los elegantes edificios y sus fachadas tan decoradas.

Una vez llegamos al área más alta de Malá Strana, pudimos ver las increíbles vistas a la ciudad, y a continuación nos adentramos al Palacio Real, que da a sus patios interiores, y a la enorme e imponente Catedral de San Vito. Vale la pena visitar su interior, repleto de arcos y vidrieras preciosas. Justo al lado de este templo religioso, se encuentra el Castillo de Praga, uno de los emblemas de la ciudad. En su interior, se encuentran otros monumentos famosos, como el convento y la Basílica de San Jorge, o la Catedral de Praga.

Castillo de Praga

El guía nos fue explicando la historia de este complejo arquitectónico, mientras continuábamos nuestro recorrido y visitábamos otros puntos de interés como la Iglesia de Todos los Santos. Finalmente, acabamos el free tour en el comienzo del Callejón del Oro, una calle estrecha llena de diminutas casas de colores, que a día de hoy son tiendas de souvenirs o artesanía. Este callejón es conocido también por una casa en particular, ya que fue la vivienda del famoso escritor Franz Kafka.

Dejamos atrás el Callejón del Oro, para dirigirnos a otro de los miradores de la ciudad y después salimos del complejo del Castillo. Solo nos quedaba una última cosa por quitar de nuestra lista de sitios o monumentos que ver, la Cabeza de Kafka, una gran estructura de metal con forma de cabeza que va girando, un monumento conmemorativo en honor al escritor praguense.

Como ya habíamos visitado todo lo imprescindible de Praga y se estaba haciendo de noche, volvimos al apartamento, ya que debíamos hacer el check-out, y dirigirnos hacia la estación de tren, ya que en una calle justo al lado de aquí se encontraba la parada de autobuses de Flixbus, que nos llevaría en dirección a Budapest, nuestro segundo destino de este increíble viaje.

Dónde comer

A pesar de haber pasado dos días y medio por Praga, realmente solo comimos dos veces fuera, ya que para las cenas compramos algo de comida para cocinar en el apartamento, que disponía de cocina. Por lo tanto, solo puedo dejaros dos recomendaciones, que son los sitios donde estuvimos comiendo:

- U Svobodnych Zednaru, un restaurante de nombre impronunciable, pero con comida típica checa para chuparse los dedos y con un precio muy asequible. Además, la carta está en español, admiten tarjeta (cosa que en muchos otros restaurantes no pasa, puesto que se solo aceptan efectivo), y para colmo, una de las camareras que nos atendió era de Canarias. El guía nos recomendó este lugar para comer ya que pasamos por la puerta, así que no dudamos ni un segundo en comprobar si merecía realmente la pena o no, y al final acabó siendo un acierto.

Nosotros probamos platos típicos de la ciudad, como el famoso codillo, el queso frito con salsa tártara o el goulash, que se trata de un estofado de carne en salsa, acompañado por pan y patatas. Además, de bebida probamos otra cerveza negra típica de Praga, llamada krusovice.

Goulash

- U Pivrnce, un restaurante muy turístico que a pesar de ser algo más caro que el anterior, tiene una calidad excelente ya que todo está buenísimo. Además, el local es muy pintoresco, cuyas paredes están llenas de dibujos animados o pintadas. Al ser un bar tan conocido entre locales y turistas, es difícil encontrar mesa, y más para un grupo de diez como éramos nosotros. Por lo tanto, decidimos ir a lo seguro y reservar mesa el día anterior.

En este restaurante, pedimos comida típica como la famosa sopa en pan, o de nuevo el goulash ya que nos encantó. Los precios rondan los 6-7 euros, así que es bastante económico y os recomiendo 100% que vengáis.

- Trdelník. Este no es el nombre de un bar o restaurante, sino un postre típico checo que debéis probar sí o sí en el caso de que visitéis Praga. Se trata de un rulo de harina horneado, cubierto de canela y relleno con sirope, frutas o nata. Hay cientos de puestos repartidos por toda la ciudad, donde podréis pedir este famoso dulce. ¡Está riquísimo!

Salir de fiesta por Praga

La República Checa es un país muy dinámico, que cada año atrae a más estudiantes Erasmus, por lo que la fiesta está asegurada, y más en la capital. En esta ciudad no os aburriréis, puesto que hay miles de pubs o discotecas para elegir, ya dependiendo del tipo de sitio que prefiráis o de la música que más os guste. Aquí os dejo algunos:

- Karlovy Lazne, la discoteca más famosa de Praga, ya que es considerada como la más grande de Europa Central. Aunque a simple vista no parece muy grande, consta de cinco plantas y sin duda es la más conocida.

Nosotros queríamos ir a esta para ver si su fama le precedía, pero después de leer varios comentarios y hablar con otros Erasmus que estaban en Praga optamos por no ir a esta discoteca, ya que nos comentaron que no valía la pena, que el ambiente no era el mejor y que se aprovechaban de su fama como la más grande de Europa Central para tomar beneficio.

Por lo tanto, descartamos esta, aunque si estáis buscando una gran discoteca, sin duda esta es la vuestra para echar un rato agradable bailando con vuestros amigos.

- Duplex, situada en plena plaza de Wenceslao, es otra de las discotecas más famosas de Praga, ya que se encuentra en la terraza de un enorme edificio situado en esta avenida. Nosotros no fuimos a esta porque queríamos escuchar reggaetón y música latina, y en esta discoteca solo ponen tecno o música electrónica, así que si os gusta este tipo de música no dudéis en ir, ya que nos la recomendaron bastante más que la de Karlovy Lazne.

- Blondies, cerca también de la plaza de Wenceslao, se trata de la discoteca a la que entramos la noche que salimos por Praga, ¡y vaya acierto! Llegamos sobre las doce y tuvimos que esperar una media hora de cola, pero valió la pena con creces. Además, había muchísimos españoles, por lo que la espera se hizo bastante amena conociendo a otros Erasmus.

En esta discoteca solo pusieron reggaetón durante toda la noche, justo el estilo que íbamos buscando, así que no pudimos pasarlo mejor. Además, el ambiente era muy bueno, y parecía que estábamos en España, ya que solo había españoles como nosotros.

La entrada nos costó unos seis euros, y el guardarropa no llegó a un euro, en mi opinión bastante asequible.

Y con estas recomendaciones termino este blog en el que os he contado lo que hicimos la semana pasada durante nuestra estancia en Praga. El próximo blog tratará sobre la segunda parada del viaje: ¡Budapest!

¡Muchas gracias a todos!

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