Sintra y Fátima

¡Muy buenas a todos! En mis publicaciones anteriores de este blog sobre Portugal, os conté qué visitamos o hicimos mi familia y yo durante los dos días que le dedicamos a Lisboa, y a la jornada que pasamos visitando la localidad costera de Cascais, situada a tan solo 30 kilómetros de la capital portuguesa.

En el post de hoy, vengo a hablaros de las dos últimas paradas que realizamos durante este viaje, las cuales fueron la mágica ciudad de Sintra, y la localidad de Fátima.

Sintra

Nuestro cuarto día por tierras portuguesas se lo dedicamos a Sintra, una ciudad ubicada a los pies de la montaña, que guarda un encanto único gracias a sus monumentos, castillos o palacios de ensueño, todos ellos rodeados de naturaleza y espacios verdes preciosos.

Mi familia y yo estábamos alojados en Lisboa, y aunque teníamos coche, optamos por coger un tren para ir a Sintra, ya que no nos recomendaron en absoluto conducir por la carretera que lleva hasta Sintra, ya que es muy estrecha y está llena de curvas. Por lo tanto, nos dirigimos hacia la estación de Rossio en Lisboa, para coger un tren hacia Sintra, ya que es la opción más económica, rápida y cómoda.

Cuando llegamos a Sintra, lo primero que hicimos fue hacer cola en una de las taquillas que hay cerca de la estación para comprar un billete de autobús que lleva al centro histórico, en concreto el bus turístico número 434. Este es el medio de transporte más utilizado en Sintra, ya que conecta la estación con el centro, y luego sube también hacia el Palacio de la Pena, el monumento más famoso de Sintra, ubicado en lo alto de una colina.

Con el bus, llegamos al casco histórico de esta ciudad tan peculiar, que nos dejó en la plaza principal, donde se encuentra el Palacio Nacional de Sintra, uno de los edificios más famosos debido a su historia y arquitectura, que es una auténtica obra de arte.

Desde esta plaza, podemos ver a lo lejos el Castillo de los Moros, un monumento árabe ubicado en la cima de una montaña, también absolutamente alucinante. Nosotros no subimos a este castillo por falta de tiempo, según nos comentaron merece muchísimo la pena visitarlo y admirar las vistas desde este castillo.

Tras dar una vuelta por el centro de Sintra descubriendo sus calles, almorzamos y nos dirigimos hacia la parada del bus 434, para subir hacia el Palacio de la Pena, el sitio más emblemático y turístico de esta ciudad, donde residía la familia real de Portugal siglos atrás.

Sintra y Fátima

Llegar a este palacio puede considerarse una aventura, ya que las carreteras son muy estrechas, hay muchas curvas, y todo el trayecto es en cuesta, al filo de la colina. Para algunos, la subida puede ser bastante divertida y amena, pero para aquellos con miedo a las alturas puede resultar agobiante, aunque una vez llegas y ves el impresionante monumento, ¡se pasará el mal rato en seguida!

Sin duda alguna, el Palacio de la Pena es uno de los monumentos más impresionantes que he visto nunca, debido a su ubicación en lo alto de una colina, por la variedad de colores vivos usados en sus fachadas, que van desde el amarillo más fuerte hasta el rojo o gris, o por su gran ornamentación y detalles arquitectónicos, que hacen de este palacio un lugar único y lleno de encanto.

Debido a su importancia y fama, nos encontramos con cientos de turistas y una cola enorme para acceder al recinto, por lo que os recomiendo ir a primera hora de la mañana o ya entrada la tarde. Cuando entramos, nos dispusimos a recorrer los exteriores de este increíble monumento, y a visitar el interior, el cual me recordó al típico castillo medieval de princesas Disney. Pasamos por las cocinas, los lujosos salones y salas del palacio e incluso por los aposentos del rey.

Además, otra actividad imperdible para hacer durante vuestra visita al Palacio de la Pena, es admirar las increíbles vistas a Sintra o a toda la naturaleza y vegetación que rodea al palacio desde las terrazas o miradores, como las que os dejo aquí:

 

Sintra y Fátima

Sintra y Fátima

El precio de la entrada para acceder al recinto del palacio y al interior del mismo, es de unos 14 euros por persona. Además, el ticket incluye la visita al chalet de la Condesa de Edla y los jardines que lo rodean. Sin embargo, a nosotros no nos dio tiempo y no pudimos verlo, por lo que no puedo deciros si realmente merece la pena o no.

Sintra y Fátima

Salones del interior del Palacio

En Sintra, hay otros muchos lugares o monumentos de interés, como el antiguo Convento de los Capuchinos, el Palacio de Queluz y sus jardines o el Palacio de Monserrate. Desafortunadamente, en un día es imposible visitarlo todo, por lo que solo nos centramos en lo más importante de Sintra, que es el Palacio de la Pena, y por lo tanto, no vimos estas otras atracciones turísticas ya que el tiempo se nos echaba encima y debíamos volver a Lisboa.

Ya entrada la tarde, cogimos el bus 434 de vuelta a la estación de Sintra, y cogimos un tren para volver a la capital portuguesa. Una vez allí, cenamos y fuimos al hotel, despidiéndonos de Lisboa, ya que a la mañana siguiente volvíamos a casa, no sin antes hacer una parada en Fátima.

Fátima

Antes de bajar para Sevilla de nuevo, aprovechamos para visitar la localidad de Fátima, ubicada entre Oporto y Lisboa. Se trata de un lugar de culto y fe religiosa, puesto que se cree que aquí se apareció la Virgen María a tres jóvenes pastores a principios del siglo XX. Es tal la devoción, que se construyó un enorme recinto destinado a todos aquellos peregrinos o creyentes que vengan a rendirle culto a la virgen, el Santuario de Nuestra Señora de Fátima, que recoge edificios como la Capilla de las Apariciones, o la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, en cuyo interior encontramos las tumbas de los tres pastores que afirmaron haber visto a la Virgen.

Sintra y Fátima

Sintra y Fátima

Interior de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario

Lo que más me sorprendió, fue la gran cantidad de turistas y peregrinos que había por la explanada del Santuario y también el hecho de que toda esta localidad gire en torno al turismo religioso, puesto que las calles están llenas de tiendas de souvenirs en las que se vende principalmente artículos religiosos como rosarios, estatuas de la Virgen, o incluso imanes para la nevera o camisetas.

Sintra y Fátima

Mi familia y yo no perdimos la oportunidad de visitar este lugar de culto, ya que mi madre es una gran devota de la Virgen de Fátima, tanto que hasta me llamaron así, por lo que significaba mucho para ella venir a esta localidad.

Tras pasar buena parte de la mañana visitando esta zona santa, cogimos el coche y pusimos rumbo de vuelta a Sevilla, dejando atrás Portugal, y todos las ciudades y lugares tan increíbles que habíamos podido descubrir durante esta semana de vacaciones, como Lisboa, Cascais, Sintra, y Fátima.

Espero que os hayan gustado estas publicaciones dedicadas a este viaje y que os sirvan de ayuda algunos de mis consejos o itinerarios. ¡Muchas gracias a todos!


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