Portugal, una historia de amor

Erasmus con mi mejor amiga

A pesar de que fui, y sigo siendo, una estudiante Erasmus, creo que mi experiencia en Portugal fue, sin duda, la más interesante y completa, llena de bonitas historias que siempre recordaré.

Comienza así…

Después de llegar a casa tras mi primer Erasmus de prácticas en Grecia, decidí tomarme un descanso de tanto viajar y quedarme, al menos un semestre, en la universidad y aprender algo. Así que, eso hice. Fui durante un semestre a las clases de un máster y convencí también a mi mejor amiga, Cristina, para que se inscribiese. Quien sabe, igual podríamos ir juntas de Erasmus.

Dicho y hecho, se inscribió en el mismo máster de Administración de Empresas y, tras un semestre, mi coordinador me dijo que aún tenía 6 meses de estudios disponibles si quería ir a algún sitio. Cristina era nueva en todo esto del Erasmus, así que podía ir tanto de estudios como de prácticas. Peter también se apuntó, así que empezamos a buscar sitios donde nos aceptaran a todos juntos.

No sé si os pasa a vosotros, pero buscar prácticas puede ser una experiencia dura y estresante. Pasé 2 meses enviando correos electrónicos por toda Europa y, aún más, intentando encontrar a alguien que nos aceptara. Obtuve algunas respuestas, pero no podían aceptarnos a los 3 o algo estaba mal.

Recuerdo que una de las respuestas fue de la Universidad de Delhi (India) y estaba muy emocionada. Mi sueño es ir a India y casi lo consigo. ¿Qué ocurrió? Pues que tras responderme de manera afirmativa, respondí solicitando el papeleo y adivinad lo que pasó: no volvieron a responder. ¡Qué rollo!

Creo que era diciembre, cerca de las vacaciones y aún no teníamos una confirmación asegurada. Cuando empezaron las clases, 3 semanas después (en enero), estábamos perdidos. No teníamos respuestas ni idea de dónde ir. Entonces le dije a Cris, ¿sabes qué? Vamos a probar en un sitio que sé seguro que nos aceptarán. Era mi última opción, porque siempre dije que iría a diferentes países si tenía la oportunidad.

Pensé en Turquía de nuevo, teníamos contactos y colaboradores, el único problema era que Peter no podía venir con nosotras, porque tenía una interdicción de cinco años. ¿Qué ocurrió? Pues que durante su anterior Erasmus en Turquía no solicitó el permiso de residencia, así que al salir de Turquía, recibió una interdicción ya que consideraron que estuvo más de 3 meses.

Desistimos de ir los 3 juntos y Peter estaba de acuerdo, así que decidimos que era mejor ir a Estambul que quedarnos en casa. Estábamos preparando el papeleo cuando, en el último minuto, llegaron los papeles de una universidad de Portugal, de una ciudad llamada Barcelos. Era una carta invitándonos a los 3. ¡Imaginad qué suerte!

Estábamos tan contentos que cancelamos lo de Estambul y nos inscribimos en Portugal. El día 1 de febrero volaríamos a una nueva aventura.

Esta era la primera vez que viajaba con mi mejor amiga y la tercera vez con Peter. Estaba feliz y me sentía muy segura de todo.

Cuando llegó el 1 de febrero, estábamos en el aeropuerto de Transilvania, en mi ciudad natal. Reservamos dos vuelos distintos para llegar a Oporto, Portugal. El primer vuelo fue desde el aeropuerto Târgu Mureș hasta el aeropuerto Fráncfort-Hahn. El vuelo, con la compañía Wizz Air, costó unos 50 € con el equipaje incluido. El segundo vuelo fue desde Frankfurt a Oporto y costó unos 30 € con la compañía Ryanair.

Recuerdo que ese día nevaba mucho, Cristina me recogió sobre las 17:00, fuimos al aeropuerto y esperamos a Peter para facturar todos juntos. Pasaban los minutos y Peter no aparecía, estaba atrapado en el taxi a causa de la nevada. Facturamos y comunicamos que llegaría tarde.

Esperamos y, cuando pasamos el control de pasaporte, estábamos convencidas que no llegaría. Aunque no lo creáis, llegó después de cerrar la facturación, pero le dejaron pasar.

Nevaba mucho y nuestro vuelo se suponía que despegaba a las 7:00, pero nos comunicaron que saldríamos con 30 minutos de retraso ya que tenían que despejar la nieve. Después esperamos 1 hora, y luego otra hora. Estábamos frustrados y desesperados. Después de esperar hasta más o menos las 10:00, cancelaron el vuelo. Era una faena, porque nosotros no teníamos escala sino dos vuelos diferentes, así que no nos reembolsarían el dinero ni podíamos cambiar el segundo vuelo.

El siguiente vuelo era 5 días después. Así que, volvimos el 5 de febrero, Peter llegó a tiempo y la primera parada era en Alemania.

Esperamos allí unas 10 horas y, por la mañana a las 7:00, despegamos en el vuelo a Oporto. Al final, llegamos allí a las 9:00. La universidad anfitriona nos envió un taxi de manera gratuita para recogernos en el aeropuerto. La distancia entre Oporto y Barcelos es de unos 80 km, así que tras 1 hora, llegamos al piso, ansiosos por conocer a nuestros compañeros y ver las vistas.

Los tres amigos: Peter, Cris y yo. Primer vistazo a Barcelos.

El piso al que llegamos era en realidad una bonita casa con un pequeño jardín y una terraza. Era bonita, pero por dentro no era muy lujosa. No soy muy exigente, así que estaba bien. Cristina y yo compartimos una habitación y Peter eligió otra lejos para él solo. En la casa vivía un chico rumano y una chica italiana, que al parecer salían juntos así que compartían una habitación. Se alojaba también otro chico de Eslovenia, se llamaba Michal. Todos parecían simpáticos. Lo que no me gustaba mucho era la idea de compartir el baño con otras 6 personas, pero era una experiencia nueva para compartir con mi mejor amiga, eso era lo importante.

El propietario nos dijo que vendría más tarde a arreglar Internet y nos informaría sobre el alquiler y todo lo demás. Al no tener Internet disponible hasta por la noche, decidimos descansar un poco e ir a explorar los sitios cercanos para encontrar algunas tiendas, etc.

Por la noche llegó el propietario, se llamaba Ernesto. Descubrimos que él también vivía en la misma casa, salvo que era un anexo en un lado. Así que, la casa era muy grande, con piscina y todo, pero no nos estaba permitido salir de nuestro lado. Bueno, teníamos mucho espacio. El alquiler era barato, pagábamos 130 € al mes, con todo incluido.

Sobre las 22:00, ¡sorpresa!, llegó otro chico a la casa, que aparentemente venía a vivir con nosotros, un chico turco llamado Muhammet. Ahora eramos 7. Compartió habitación con Peter.

Hicimos buenas migas con el chico turco, el chico esloveno parecía incómodo. De todas formas, al día siguiente fuimos a la universidad para comprobar todo y hablar con nuestro coordinador.

Nosotros 3 y Muhammet, el chico turco.

Universidad

La universidad estaba como a 30 segundos de nuestra casa. El Polytechnical Institute do Cavado and Ave (Instituto Politécnico de Cávado y Ave) era el nombre de una pequeña universidad, que parecía una fábrica, o así me gusta bromear sobre ella. Aun así, el equipo de la oficina de Erasmus era muy simpático y descubrimos que eramos 55 estudiantes Erasmus en total.

La universidad (edificio único).

Tras de arreglar el papeleo y conocer a los profesores, pasó como siempre, no teníamos que asistir a clase, solo hacer trabajos y ya está. Solo teníamos una clase obligatoria, la clase de portugués. Creo que es una buena idea ofrecer clases de portugués a los estudiantes Erasmus. En Turquía también tenía clases de turco.

Barcelos es una ciudad pequeña del Distrito de Braga. El río Cávado pasa por aquí y tiene esa especie de forma medieval. Hay muchísimas iglesias, por supuesto, católicas. Tiene una pequeña población de unos 120 000 habitantes. Es decir, la ciudad es pequeña, pero está repleta de sitios para salir, tiendas, vistas y todo.

Hay un restaurante al que van todos los Erasmus que salen cada noche. Fuimos allí, al Bar do Xano, para conocer a todos. Eramos mayoría de rumanos, más de 12. Unos 8 turcos, 5 griegos, lituanos, eslovenos, italianos, portugueses, búlgaros, checos y polacos.

Bar do Xano, grupo Erasmus.

Nos juntamos con los turcos, no sé por qué, creo que es porque nuestra historia coincidió en algún punto y por eso tenemos una buena relación con ellos.

Hay algunas cosas para visitar por Barcelos, como la plaza llamada Torre do Cima da Villa, que es una iglesia. Cerca de esta plaza, el Mercado Settimanale, que cuenta con muchos bares y cafeterías para pasar el rato.

La plaza.

El jardín de la plaza parece un pequeño Versalles.

La iglesia de la plaza.

El museo arqueológico, que alberga ruinas antiguas de un castillo. El museo de Olaria, que es nuevo y divertido. Ambos son gratuitos.

La Igreja Matriz da Paroquia de Santa Maria Maior es otra iglesia impresionante.

En menos de una semana, estábamos ansiosos por explorar este fantástico país, aunque es muy parecido a Rumanía. Decidimos ir a Oporto, estaba cerca y podíamos ir de compras.

Oporto

Para ir a Oporto desde Barcelos, tenéis que subir a un tren, bueno en realidad, a 2 trenes. Uno está a dos paradas de la estación principal que conecta con los trenes de Oporto y Lisboa. Los billetes van juntos, son unos 5 € con el descuento de estudiante. Después de una hora, llegaréis a Oporto. Oporto tiene dos estaciones de tren enormes, una de ellas está dentro de la ciudad y se llama Sao Bento, está muy bien decorada, con pinturas en las paredes. Un monumento.

La estación de tren Sao Bento.

La primera parada al lado de la estación de tren Sao Bento, es la Iglesia de los Clérigos, que tiene una torre enorme a la que podéis subir. La entrada cuesta 3 €. Hay una colección de arte impresionante dentro de esta iglesia.

La Torre de los Clérigos.

Cosas que visitar en Oporto

Para los amantes del fútbol, el estadio del FC Porto es enorme. Hay 3 turnos especiales al día, en los que se puede ver dentro el museo dedicado al equipo, además del estadio y los vestuarios.

Se puede hacer un maravilloso recorrido en barco por el río Duero, donde podéis admirar el famoso puente de Don Luis I. Si subís arriba del puente Don Luis I o pasáis por debajo, os sorprenderéis y alucinaréis con ambas vistas de Cais da Ribeira (zona de Oporto), el teleférico y todos los restaurantes de ambos lados del río.

Recorrido en barco.

Vistas de Cais da Ribeira desde el puente Don Luis I.

Puente Don Luis I.

Vistas de Oporto y el río Duero.

La vista desde la iglesia de San Francisco sobre Portugal.

Mi parte favorita de la experiencia en Oporto fue, por supuesto, el centro comercial. El centro comercial Catarina en el centro de Oporto, es el que visitaba a menudo y el que más me gustaba. Tienen una calle llena de tiendas a ambos lados, desde marcas lujosas hasta marcas locales, todo genial y maravilloso.

Centro comercial Catarina.

El centro comercial es muy bonito, tiene unas 5 plantas, incluyendo una planta de restaurantes y una zona de entretenimiento. Las tiendas como H&M (mi favorita), todos los grandes supermercados y tiendas de comida americana, que son geniales, solo productos americanos, desde comida hasta dulces y más.

Portugal utiliza el euro, por lo que los precios puede ser más altos o más bajos, dependiendo de lo que os interese. Comparado con otros países de la Unión Europea, los precios no son muy altos. Además, cuando estuve en Oporto había muchos descuentos en el centro comercial, así que compré un montón de ropa con poco dinero.

La zona de restaurantes dentro del supermercado.

Hay otro centro comercial cerca del estadio del Oporto, que es más grande y más lujoso por dentro, pero las tiendas son normales, no está el H&M ni ninguna de mis favoritas.

Dulces de la tienda americana.

Braga y Bom Jesus do Monte

Como dije antes, Barcelos está en el Distrito de Braga, lo que convierte a Braga en una ciudad grande cerca de Barcelos, a unos 30 minutos en tren. Es decir, la manera más rápida de ir de una ciudad a otra es en tren. También hay autobuses, pero tiene su propio horario.

Hay trenes cada hora, más o menos.

Braga se parece a mi ciudad, Targu Mures, el mismo estilo, el mismo aspecto. Quizá por eso no me impresionó, pero no me malinterpretéis, sigue siendo una ciudad mejor que Barcelos, podéis encontrar más sitios para visitar y más cosas que hacer.

La ciudad está rodeada de jardines e iglesias, aunque hay una cosa que debéis ver al menos una vez en Portugal. Bom Jesus do Monte es una catedral situada en lo alto de una montaña (al final de una larga caminata y cientos de escaleras).

Bom Jesus.

La caminata hasta Bom Jesus.

Hasta llegar a la catedral, hay un bosque fantástico por el que caminar, con mucha naturaleza y muchas escaleras.

El teatro de Braga.

El centro de Braga y sus tiendas.

Hay otras cosas para visitar en Braga: la Catedral de Braga, el Jardín de Santa Barbara y, mi favorito, el Arco da Porta Nova, que es la entrada a la ciudad de Braga.

El Arco.

El océano Atlántico

Portugal tiene acceso al océano Atlántico, que pensaba que era una tontería teniendo en cuenta que nunca había estado en un océano antes. Estaba aburrida de los mares, así que un viaje al océano era mejor.

Tenéis que sacar un billete de autobús desde Barcelos hasta Esposende, que tarda más o menos 1 hora. Es como un pueblo, pero con muchos hoteles y restaurantes. No hay nada que visitar en esta ciudad, salvo el océano y disfrutar de la playa.

Fuimos en abril, así que el océano aún estaba frío, pero vimos muchos surfistas en el agua. Además, había olas enormes. A lo largo de la costa del océano hay muchos sitios para salir, desde cafeterías hasta restaurantes con vistas asombrosas.

Para mí, esta experiencia significó más que 6 meses en Portugal. Sabéis que siempre hablo de mi novio y lo que nos gusta viajar de aquí para allá, y si leéis mis historias, sabréis que, después de mi experiencia en Portugal, me mudé a Turquía para estar con él.

Muhammet y yo nos conocimos en Portugal, él era el chico turco que vivía con nosotros. Conectamos tanto que decidimos hacer planes para el futuro y me apuesto lo que sea a que hay otras historias de amor Erasmus por aquí. He oído historias de gente que se conoció de Erasmus y se casó, así que nunca se sabe lo que traerá el futuro.

Algunos consejos

• Hay un festival anual en Barcelos que es enorme, viene gente de toda Europa. Tiene ese ambiente Coachella (un festival) y se unen bandas de música fantásticas cada año. El año pasado, la entrada costó 10 € con la tarjeta de estudiante. Dura unos 4 o 5 días y se celebra en el campus universitario.
• Los portugueses no hablan inglés, así que es difícil encontrar un trabajo. Aunque en algunos restaurantes de Barcelos hablan francés.
• En Barcelos, por desgracia, solo hay comida rápida en el McDonald's y la comida portuguesa no es mi favorita, la verdad.
• La mejor cerveza de Portugal es la Super Bock, que es la cerveza local, y también es barata.
• Hay también un festival en Barcelos que dura una semana, donde disponéis de comida y entretenimiento día y noche.
• Podéis encontrar vuelos muy baratos con Raynair desde Oporto a toda Europa: París, Roma, Madrid, etc. Con baratos me refiero a 15 € la ida. Todos en mi grupo de Erasmus visitaron otras capitales.
• El tiempo es muy caluroso en verano y también el resto del año, cuando llegamos en febrero, hacía unos 18 grados, y en junio más de 35 grados.
• Los mejores supermercados de comida en Barcelos son Pingo Doce (cadena portuguesa) y el Continente. Podéis encontrar lo que queráis. Yo hacía la compra para una semana y gastaba unos 50 €. Aunque es mejor compartir la comida si estáis compartiendo casa.

Otras cosas que visitar en Portugal

La capital, Lisboa, que no tuve oportunidad de visitar. Estaba a unas 6 horas en tren de alta velocidad, pero ya sabéis cómo es la vida de estudiante Erasmus, a veces tras tantas compras, os veis sin dinero. Los billetes de tren cuestan unos 50 € el viaje, y tienen un tren de alta velocidad diario.

Madeira es una isla que pertenece a Portugal y hay vuelos diarios a unos 10 €, muy baratos. Además, en este lugar nació Cristiano Ronaldo. Hay mucho turismo, complejos de vacaciones y entretenimiento en cada esquina. Se parece a Hawái. Hay que ir en verano.

Azores

Son unas pequeñas islas en el océano Atlántico, con 9 volcanes. En el interior, podéis encontrar agua mineral y este archipiélago es muy famoso por los avistamientos de ballenas. La isla más famosa es São Miguel y en la isla de Pico podéis encontrar la montaña más alta de Portugal.

En general, mi experiencia en Portugal fue una para toda la vida, aunque Cristina se fue pronto, creo que se aburría. Después de visitar muchas cosas y cuando no hay mucho que hacer salvo ir a la universidad cada día, tu vida se vuelve monótona. La conclusión es que gané mucho aquí y estaré siempre agradecida por encontrar a mi novio. Gracias a él, ahora estoy escribiendo esta entrada desde Turquía, país en el que resido y espero empezar un futuro pronto.

Latisha

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