Una tarde en Pisa
¡Buenos días a todos! Hoy continúo mi blog sobre el Interrail por Italia que realicé este verano con otra de las ciudades italianas imperdibles si venís a conocer este país: ¡Pisa!
Nuestro billete Interrail, como os conté en el post Experiencia Interrail Italia, solamente nos permitía viajar en tren durante tres días, eso significa que podéis utilizar el tren las veces que queráis de una ciudad a otra en un día y así en tres ocasiones.
Nuestro viaje comenzó en Roma, y siguió hasta Florencia, donde pasamos dos días. En principio, queríamos visitar Pisa el día de tren hacia la ciudad florentina para así poder utilizar el billete Interrail, pero al final para organizarnos mejor decidimos dejar nuestra visita a Pisa para el segundo día que estábamos en Florencia, por lo que no pudimos utilizar el billete Interrail ya que nos era necesario para viajar los días posteriores. De todas formas, el billete de tren de ida desde Florencia hasta Pisa cuesta unos 8,60 euros, así que por unos 17 euros puedes escaparte a la ciudad de la torre inclinada desde Florencia y pasar allí unas horas para descubrir Pisa.
Eso es justo lo que hicimos nosotros. Pisa es una ciudad pequeña que podréis visitar fácilmente en un día o si me apuráis incluso en un par de horas si lleváis un planning ya elaborado. Nosotros queríamos aprovechar al máximo nuestra estancia en Florencia, así que decidimos dedicarle solamente una tarde a Pisa para visitar los monumentos imprescindibles, y después volver a Florencia. Salimos de la estación Firenze Santa Maria Novella sobre las tres y media de la tarde, y llegamos a Pisa Centrale, la estación de tren, una hora más tarde.
Os recomiendo que desde la estación una vez lleguéis a esta, vayáis andando por la ciudad y descubriéndola ya que todos los monumentos principales están conectados unos con otros y no hay necesidad de coger el autobús urbano.
Nosotros antes de llegar a la Piazza di Miracoli, el conjunto arquitectónico donde se encuentra, entre otros, la Torre de Pisa, decidimos empezar nuestra visita paseando por las calles de esta ciudad toscana o pasando por algunos de sus puentes que dan al río Arno.
Así, cruzamos el Puente de Mezzo, uno de los más grandes e importantes de Pisa, y tras pasar el río fuimos descubriendo puntos de interés de la ciudad como la iglesia de San Miguel del Burgo, que se encuentra al principio del Borgo Stretto, la calle principal y la arteria comercial de Pisa, llena de tiendas, bares o heladerías como la Bottega del Gelatto, imperdible si visitar Pisa, ¡ya que sus helados están de muerte!
Esta calle se encuentra también adornada de columnas y pórticos que además de ser preciosos se agradece mucho su presencia sobre todo si visitas Pisa en verano, ya que resguardan del calor y hacen que esta calle tenga muchas zonas de sombra.
Tras atravesar la avenida del Borgo Stretto, llegamos hasta la Piazza dei Cavalieri, una plaza donde se encuentran monumentos importantes de Pisa como la iglesia de Santo Stefano dei Cavalieri, o el Palazzo della Carovana, un edificio que anteriormente fue el cuartel de la orden de caballeros de San Esteban.
Iglesia de Santo Stefano dei Cavalieri
Dejando atrás esta plaza, seguimos caminando por la ciudad mientras veíamos a nuestro paso el jardín botánico de Pisa, la universidad, o la iglesia de Santa Clara, hasta llegar a los pies de la espectacular Torre de Pisa, la cual me sorprendió muchísimo ya que no tiene nada que ver en las fotos. Su decoración, su magnitud y la torre en sí me parecieron impresionantes, ¡pero sobre todo su inclinación! No es una leyenda urbana, no sé cómo este edificio puede mantenerse en pie.
Tras hacer las típicas fotos reglamentarias sosteniendo la torre (aquí abajo os dejo una foto de nuestro intento), dimos una vuelta por la Piazza dei Miracoli y visitar los otros monumentos principales de la ciudad que no dejan indiferente a nadie, como la Catedral de Pisa, el Baptisterio, el Museo de las Sinopias, o el Camposanto monumental de Pisa, el cementerio de la ciudad que en lugar de parecer un lugar de culto a los fallecidos más bien se asemeja a un museo gracias a sus frescos o detalles arquitectónicos.
Nosotros no subimos a la torre de Pisa ni entramos a ninguno de los otros documentos que se encuentran en la Piazza dei Miracoli por falta de tiempo, pero en todas las guías sí que recomiendan entrar a la catedral, visitar el museo o el Camposanto, o subir a la torre.
El precio para acceder a la torre de Pisa es cerrado y cuesta 18 euros. Sin embargo, si quieres comprar un ticket para los otros monumentos el precio puede variar ya que si solamente quieres entrar a uno pagaréis 5 euros, a dos 7 euros o a tres 8.
De todas formas, esos son los precios que había este verano cuando visitamos la ciudad, así que para más información es mejor que consultéis la página web de venta de entradas ya que yo no os puedo decir con seguridad.
El tiempo se nos echaba encima, así que no tuvimos la oportunidad de visitar otros monumentos históricos e importantes de la ciudad como la iglesia de Santa Catalina de Alejandría o la iglesia de Santa Maria della Spina, aunque esta última sí que la vimos por fuera de camino de vuelta a la estación de tren.
Iglesia de Santa Maria della Spina
La frecuencia de trenes en el trayecto Florencia-Pisa es grande, así que os encontraréis con mucha amplitud de horarios a la hora de elegir a qué tren subiros. Nosotros volvimos a las siete y media de Pisa y llegamos a Florencia cerca de las nueve de la noche.
En esta ocasión, no puedo recomendaros ningún sitio para comer por Pisa, puesto que solo fuimos a pasar la tarde y no buscamos ni probamos ningún restaurante italiano.
Sin embargo, sí que os invito a probar los helados de la Bottega del Gelatto, como ya os he dicho arriba anteriormente, o la Gelateria De’Coltelli, ambas próximas una de la otra y situadas frente al río Arno. Nosotros probamos un helado de yogur natural y otro de limón con mango en la Bottega del Gelatto, ¡y no podían estar más buenos!
Para terminar este post, en mi opinión y desde mi experiencia, tanto estéis o no de visita por Florencia, si tenéis la oportunidad de visitar Pisa os la recomiendo muchísimo ya que es una de esas ciudades italianas que no podéis perderos por nada del mundo.
Además, estoy segura al 100% que la torre inclinada os impresionará bastante y que os quedaréis embobados admirándola y preguntándoos cómo puede mantenerse. Y por supuesto, las risas intentando haceros la típica foto sosteniendo la torre están aseguradas.
Nos vemos en el próximo post, ¡hasta la próxima!
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