Las iglesias y su belleza

Mi interés por la arquitectura de las iglesias, su estilo y su arte visual viene de lejos, mientras paseaba con mi madre por alguna ciudad y admiraba la belleza de los edificios.

Iglesia de Santa Cristina

La Iglesia de Santa Cristina está en el sur de Arno, y se construyó en el periodo Lombardo.

Siguiendo la renovación del s. XIX, el edificio tiene una nave y un tejado a dos aguas. Todas las paredes son de yeso, con la única excepción de la parte baja del ábside de los siglos X y XI, que está hecha de una mezcla de materiales provenientes, en parte, de edificios más antiguos. Sus arcos ciegos enmarcan distintos losanges y óculos.

Dentro de la iglesia hay una Madona con el Niño del s. XIV, un cuadro de Passignano y una copia de un crucifijo medieval.

Iglesia de San Nicolás

La primera mención de esta iglesia se remonta a 1907.

El primer orden de la fachada es de un estilo románico típico: arcos ciegos, losanges y ventanas redondas. El campanario octagonal data del s. XIII.

Tras 1296, los frailes Augustinos ocuparon el edificio, y trajeron unas obras atribuidas a Francesco Traini (un pintor), Giovani Pisano (un arquitecto, pintor y escultor). Dentro encontramos también el cuadro de San Nicolás salvando Pisa de la plaga, que data de principios del s. XV y es una de las representaciones más antiguas de la ciudad.

Las capillas y la bóveda se construyeron después de 1572.

Iglesia de San Martín

La primera mención de esta iglesia es en 1066. En un principio cumplió funciones de catedral, pero más tarde se convirtió en una residencia augustina.

El edificio actual se reconstruyó en la baja Edad Media cuando el conde Bonifacio Novello Gherardesca lo convirtió en una abadía. La iglesia tiene una sola nave con un pequeño crucero. La fachada es de mármol, y su parte superior se rediseñó en el s. XVII. El resto de paredes son de ladrillo.

La Iglesia del Santo Sepulcro

Esta iglesia, que se remonta a 1138, es octagonal, parecida al Santo Sepulcro de Jerusalén. Las palabras que hay talladas en la torre atribuyen su construcción a Diotisalvi, un arquitecto de Pisa del s. XII.

Se añadió un porche en el s. XVI y, en el s. XVIII, se decoró toda la iglesia con estuco.

Cerró en 1848, y se volvió a abrir sus puertas en 1876 tras una renovación para volver al plano original. El follaje y las cabezas de leones que hay sobre la perta norte, además del zócalo y del busto de una figura masculina datan del s. XII.

Dentro de la iglesia hay un pozo con un cubo que supuestamente utilizó Sta. Ubaldesca en el s. XII para cuidar de los peregrinos que estaban en el hospital cercano. Era una monja católica romana que nació en Pisa y era miembro de la Orden de San Juan.

Iglesia de Santa María de la Espina

La iglesia cambió de nombre tras la donación de una espina de la Corona de Cristo en 1333.

La arquitectura y las decoraciones del s. XIV son probablemente obra de Lupo di Francesco y su taller. Al frente hay una Madona con el Niño y, encima, hay estatuas del taller de Andrea Pisano. El interior es una sola nave decorada con estatuas atribuidas a Andrea y Nino Pisano (escultores padre e hijo).

También hay un tabernáculo que, en su día, albergó la reliquia de la espina. El edificio se construyó cerca del río, pero en 1871-75 lo movieron a un sitio más seguro, que es su ubicación actual.

Iglesia de San Miguel degli Scalzi

La iglesia data del año 1025. Entre 1152 y 1171 se reconstruyó con un monasterio de los benedictinos "descalzos" Pulsanesi. El frente tiene dos niveles: el más bajo, de un estilo románico, está hecho de mármol, mientras que el más alto, que es una adición del s. XVII, está hecho de ladrillo.

El campanario que hay tras el ábside está torcido debido a un hundimiento en el pasado. La parte más alta es de ladrillo y está decorada con cerámicas norafricanas.

El claustro del monasterio está en la zona norte.

Ahora es parte del centro SMS y, a finales del s. XIX, se incorporó a la fábrica de cerámicas de Richard Cinori.

La iglesia de Sisto in Cortevecchia

La iglesia de S. Sisto se construyó en 1087 en honor del Santo, tras la conquista del emporio de Al-Mahdia en Túnez el 6 de agosto.

El nombre "Cortevecchia" deriva de la presencia del centro político que había en esta parte de la ciudad en la Alta Edad Media.

El perfil de la fachada tripartita está decorada con arcos ciegos y cerámicas mediterráneas importadas. Las puertas y los parteluces son una adición reciente, pero el muro de la izquierda, decorado con cerámicas y pequeños arcos ciegos, ha mantenido su apariencia original.

La base del campanario está hecha de piedra, y el resto es de ladrillo.

Iglesia de San Frediano

La Iglesia de San Frediano se menciona por primera vez en 1061. De 1076 a 1561, tanto la iglesia como el hospital adyacente pertenecieron a los monjes camáldulos aunque, más tarde, pasó a las manos de los Caballeros de San Esteban y a los Padres Barbanitas, que añadieron las capillas de los nobles.

El convento se cerró en 1784. La fachada frontal se restauró en 1964 para recuperar su estilo románico original. Se construyó en tres niveles, e incorpora restos románicos, como el arquitrabe que hay por encima del pórtico. Las columnas, con capitales del s. XI, dividen el interior. destaca sobre todo la excepcional cruz del s. XII que está pintada en madera.

Iglesia de Santa Caterina

Se tiene información de la iglesia que se remonta a los inicios del s. XIII, pero la estructura que ahora está visible, además del convento, se construyeron tras una concesión a los Dominicanos en 1222.

La fachada, que se completó en la primera mitad del s. XIV, está decorada con bandas de mármol bicolores y varios órdenes de arcos, mientras que varios bustos de santos enmarcan el rosetón.

En el interior hay un monumento al arzobiso Saltarelli, hecho por Andrea y Nino Pisano, además de un Triunffo de Santo Tomás, atribuido a memmi y Francesco Traini. Hay un políptico pintado por Simone Martini que, en un principio, se encontraba en el altar mayor, además de un retablo hecho por Traini, que estaba en una de las capillas, se encuentran en estos momentos en el Museo Nacional de San Mateo.

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