Sunampe (Chincha) tierra de vinos

Hola a todos, espero que cada uno de ustedes se encuentre muy bien!

Existen lugares que están tan cerca de nuestra querida ciudad capital que podemos conocer y no gastar mucho además que nos llegan de experiencias positivas y nos hacen de alguna manera más conectados a nuestro país.

Hoy, quiero comentarle de un lugar que guardo entre mis recuerdos, ya que se en otras oportunidades les he hablado de Chincha como una de las ciudades y provincias que más amo dentro del Perú. Sin embargo en esta oportunidad, me quiero centrar en uno de sus distritos: me refiero al distrito de Sunampe.

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Sunampe la tierra de mis amores

Cada distrito de Chincha tiene un sello y algo que lo caracteriza y lo diferencia del otro. En el caso de Sunampe este es conocido por ser el distrito vitivinícola de Chincha y es el lugar de donde provienen mis bisabuelos, mis abuelos y por supuesto también mi adorada madre.

Como no recordar este lugar si cuando era un niño, fue más mi primer viaje que fue con menos de un año y sin mis padres fue aquí a Sunampe. De esto obviamente no tengo ningún recuerdo pero lo sé debido a lo que mis padres me han contado.

El padre de mi Mamá se llamaba Genaro y siempre llegada a mi casa de Lima con una sonrisa de oreja a oreja y con ese acento chinchano que aun recuerdo dentro de mí, el abuelo llego un día a mi casa dispuesto a llevarme a Sunampe sin mi mamá y sin mi padre, no sé en verdad como mi mamá habrá podido dejarme ir siendo apenas un bebe con menos de un año de vida, pero eso no importo y mi abuelo me trajo a Sunampe desde Lima me llevo en un bus provincial y allí me tuvo unos días en medio de la chacra de un caserío que se llamaba Santa Catalina.

Santa Catalina

Santa Catalina era un caserío que cuando yo era niño no había electricidad ni tampoco agua ni desague, simplemente eran las casas de adobes y las chacras donde se encontraban diferentes frutas como por ejemplo las uvas, los mangos, las ciruelas, los plátanos, la guanaba, la manzana, el membrillo, la sandía, el higo y muchas plantas como las de algodón, palta o guacamole, frijolitos, camote y muchas plantas más.

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He tenido el privilegio de no solo conocer a mis abuelos sino también a mis cuatro bisabuelos de Chincha de parte del papá y la mamá de mi dulce madre, mi abuelo era un hombre que como les conté le gustaba amar y querer a sus nietos y yo era su segundo nieto, la primera de toda la generación de mi familia fue mi hermana, mi abuelo la verdad no sé cómo hacía pero hacia verdaderamente magia para poder llevarnos a mi hermana, a mi hermanito y a mí en su moto más él, siempre nos llevaba en su moto de color rojo rumbo a la casa de su padre.

Mi bisabuelo que se llamaba Jesus (igual que yo) cada vez que me veía también me daba de su amor y lo primero que hacía era algo que siempre recordare tomaba un ají amarillo (ese ají nativo del Perú) y me empezaba a rezar, me rezaba para que se me vaya el susto, son ese tipo de creencias que las personas de provincia del Perú profundo tienen que confían en que ayuda a que los niños se sientas mejor, bueno mi bisabuelo me lo hacía y recuerdo que cada vez que iba a visitarlo era una de las primeras cosas que hacia al verme para que yo me sintiera en paz.

Estos recuerdos me llenan hoy de mucha alegría a pesar que yo crecí en Lima en medio de la modernidad de la capital y que por momentos les voy a tener que se sinceró que a veces renegaba estando en la chacra por diferentes motivos, uno de ellos era que a las ocho de la noche, las luces que funcionaban con la batería de motor se apagaban y así mágicamente se empezaban a encender unas lámparas de vidrio que iluminaba solo el interior de la casa, una casa bastante grande en medio de solo la chacra.

Al ser esta casa grande yo la ver le tenía miedo por momentos, sobre todo porque mi tío (el hermano de mi mamá) me asustaba de que en las noches pasaba una mujer vestida de bruja volando por los cielos en donde se podían ver las estrellas y recuerdo que a mí me gustaba verlas sobre todo que allí aprendí a conocer a las tres estrellas que son conocidas como las tres marías, en la noche a través del techo de cada cuarto había una especie de agujero que alumbraba con luz natural cada vez que las luces de la lámpara se apagaban y había momentos en que yo no podía dormir, lo que sentía en algunas noches era solo miedo y pavor pues escuchaba el sonido de la bruja, créanme escuchaba el sonido de la bruja, y lloraba y me asustaba y llamaba a mi mamá.

La bruja de las histrorias que no me dejaban dormir

Chincha me lleno de miedo en esas fechas, pero luego cuando crecí me di cuenta que no era ninguna bruja ¿han escuchado alguna vez el sonido de la lechuza? Era en verdad el sonido de la lechuza, le lechuza que luego pude darme cuenta que era la causante de mis miedos es un ave mucho más pequeño del búho y de color marrón claro parecido al marrón de la tierra cuando se encuentra de color seco, la lechuza solo se mueve durante las noches aunque por algunos momentos vuela desde la mañana por momentos para poder cazar algunas de sus presas.

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A pesar del miedo que les conté que ya luego pude superar, había momentos en que no me podía adaptar a Sunampe, al caserío de Santa Catalina, me faltaba algo que no podía encontrar, mis tíos de Lima se reían de mi cada vez que regresaba de mi viaje a Chincha pues mi mamá nos llevaba a mis hermanos a mí en las vacaciones de verano que teníamos del colegio cuando estábamos en inicial y luego en primaria. Mis tíos de Lima me decían que llegaba cada vez más y más negro como si fuera un chinchano, y es que Chincha es la capital de cultura afroperuana y es el lugar donde se encuentra una buena porción de los descendiente afros del Perú.

Mi familia de Sunampe

Lo que también les quería contar era que más bien con el correr de los meses y de los años, me di cuenta que lo que me faltaba allí era tener amigos, pues como niños solo estábamos mi hermanito, mi hermana y yo, y un día sin querer queriendo recuerdo que conocí a una familia numerosa eran como siete hermanos algunos contemporáneos a mí y otros mucho más menores que yo, fue con ellos con quienes yo jugaba cada vez que iba Sunampe, y así ya me sentía más tranquilo.

Ahora que soy grande y con 29 años, estos recuerdos los llevo con mucho amor y cariño puesto que he podido darme cuenta que del odio al amor hay solo un paso, de tener ese miedo que me daba Sunampe y Santa Catalina empecé más bien a quererlo y a querer venir con mi mamá cada vez que se pudiera y como no si como les conté mi primer viaje de toda mi vida fue aquí ¡A Chincha!

El abuelo Genaro

Los años pasan, el ciclo de la vida nos va separando de nuestros seres queridos y así lamentablemente un día mi abuelo Genaro falleció de cáncer, cuando yo tenía apenas 10 años de edad estaba en sexto de primario en mi colegio en aquel entonces, y lo recuerdo bien puesto que me enteré de esta noticia cuando estaba en el colegio y me hicieron salir antes para poder ir a mi casa que estaba a solo una cuadra y desde allí, desde mi querida casa de Lima tuve que ir a Chincha a Santa Catalina, esta vez no era para disfrutar de las vacaciones de verano que mi mamá nos llevaba sino para despedirme de mi abuelo, recuerdo que era la primera vez que veía frente a mí, un ataúd, veía por primera vez un muerto, y ese muerto era mi abuelo además que podía ver el algodón que cubría sus fosas nasales y su rostro como si estuviera durmiendo a través del vidrio de su cajón

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Desde Santa Catalina las personas empezaron a llevar a mi abuelo hasta la entrada de Sunampe y yo lleve una de sus lágrimas, para luego llevar a mi abuelo hasta el cementerio de Chincha donde lo enterraron en el mismo cementerio donde hoy se encuentran enterrados el hermano de mi mamá y mi bisabuelo, no sé si los he contado esto pero en el caso de mi familia todos desde mi bisabuelo han llevado el nombre de Jesus y yo soy el Jesus de la cuarta generación, me llamo Jesus Alonso.

El Jesus de la cuarta generacion soy yo

Cuando yo nací el hermano de mi mamá que se llamaba Jesus Benjamín falleció y fue entonces que al nacer yo me pusieron Jesus en honor al tío que nunca conocí pero que si pude ver por fotos y por la manera que tenía de escribir en algunos libros donde él ponía su nombre y apellido.

La chacra de mis sueños

La chacra de Santa Catalina, la bella casa hecho de adoba y con techo de caña no volvió a ser la misma después de que mi abuelo falleciera, todo cambio, inclusive los arboles dejaron de dar frutos y las plantas empezaban a secarse, el perro que antes era mío que luego fue hacerle compañía a mi abuelo en Chincha también murió tiempo después (el perrito se llamaba Gringo y fue el único perro que he tenido en mi vida, mamá me lo trajo desde Chincha)

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Para esa época mi abuelo antes de fallecer había comprado un terreno en las afueras de Sunampe, ya no en el caserío con el paso de los años, la familia de mi abuela decidió vender la chacra y los nuevos dueños destruyeron la casa y los árboles y todo este recuerdo que tuve de niño desapareció quedando solo un ramal donde se protege por una planta de espinas que también recuerdo mucho que veía y me hacía recordar a las agujas.

Huaca de susto

Algo que también recuerdo de mis abuelo es que nos llevaba a la Huaca Centinela y nos hacía asustar con su voz en la Huaca Centinela, y nosotros mis dos hermanos también junto conmigo, gritabamos de terror pero después nos calmabamos cuando mi abuelo dulcemente nos daba de recompeza unos helados.

Amor a las mascotas

Las mascotas, el amor que le tengo a los perros nació aquí en Chincha puesto que siempre encontraba perros en Chincha, cada vez que llegaba en las vacaciones encontraba un perro nuevo, y jugaba con amor con ellos, por otro lado tambipen recuerdo que mi hermana jugaba con el barro y un día mi padre le dijo que ella sería arquitecta, y hoy pues no se equivoco mi hermana es arquitecta, y yo soy administrador de Turismo aunque todos decian que yo sería veterinario pero eso no paso, puesto que la verdad es que le tengo fobias a las ratas y no me atrevia pensar que alguna vez, me lleven algun roedor a mi consultorio, yo la verdad no podría abrile la barriga a un roredor ¡me rindo!

Historias de terror tambien me inundan sobre todo cuando me decian que una vez un duende me queria llevar y es que la gente cree mucho en brujas, en duendes, y en todo eso, inclusive recuerdo que escuchaba historias que mi bisabuelo se encontro con la bruja una vez y que en las carreteras de la chacra aparecia la llorona, por otro lado al lado de la casa de donde viviamos en la parte de a bajo al fondo se veia una casa que nos decían que vivió una bruja y con solo pensar en eso yo me derretía de miedo, esa casa era una casa abandonada y solo pude asomarme una vez estando por allí.

Mi sueño de este lugar

Ahora les quiero contar uno de mis principales sueños, a mí en verdad me gustaría mucho comprar a quien compró esa chacra y volver a levantar allí un hospedaje como una especie de Ecologde para un turismo agrónomo y para un turismo verde, me gustaría levantar una casa y después empezar a levantar bungalós para los que quieran venir aquí, volver a sembrar las plantas que vi cuando era niño y hacer que mis dos hermanos menores que nunca llegaron a conocer esta casa sientan el legado que tiene la familia, sé que es un sueño y sé también que algún día lo realizaré.

Y esto porque se los digo, pues hoy a casi más de 19 años de lo sucedido, de la muerte de mi abuelo, la historia ha cambiado, hoy hay luz, agua y desagüe en esta zona hoy también hay lucen que iluminan su recorrido, la modernidad ha ido llegando poco a poco a este lugar y pienso que un turismo sostenible podría ayudar mucho a las personas de este lugar.

Zona privilegiada

Por otro lado Santa Catalina se encuentra en un lugar muy privilegiado en unos cuantos minutos se encuentra el mar, donde se puede ir a nadar entre sus olas altas y donde también se puede casar mejillón se puede inclusive tomar sol en medio de la nada, aquí para pasar por este lugar hay que caminar por un sendero en medio de chacras que valen la pena conocer, sobre todo porque te inspira desconectarte del lugar y volver respirar el aire de la naturaleza, de esa naturaleza que todos necesitamos para poder salir adelante en nuestra vida y para seguir gozando de buena salud, y ahora que les menciono de salud les cuento que mis bisabuelos de parte de mi abuela se llamaban Gabriel y Julia ellos eran unas personas que fueron campesinos y sembraban en la chacra que les estoy comentando, yo recuerdo que mi abuela cocinaba con leña y en sus hombros cargaba la leña seca y preparar entre esas cenizas el camote, y lo comía, también recuerdo que habían unas gallinas ponedoras que tenían diferentes huevos de colores ¡pueden creerlo! Nunca antes he vuelto a ver gallinas con huevos de colores pero les puedo contar que los colores que recuerdo son amarillo, verde y celeste ¿raros no? Pero créanme son ciertos y como me hubiera gustado tener una cámara de fotos para poder grabar en el recuerdo de las revelación todos estás memorias que hoy están en mi corazón y en mi mente.

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A construir desde cero

Con el tiempo mi abuela, un ejemplo de madre empezó a construir poco a poco la nueva casa, aquí ya se podían ver los cambios y la modernidad que llegaba por estar en la ciudad, empezaron solo con dos cuartos, luego tres, luego cuatro y así sucesivamente pero eso sí, la construcción de aquí guardaba la misma herencia de toda esta zona del sur del Perú, las casas están hechas con adoquines de adobe y el techo con unas carrizos o bambu como si fueran de la caña de azúcar, cubiertas con bastante carrizo, la verdad es que no sé si las estoy describiendo bien por lo que si un chinchano está leyendo estás líneas pues ¡espero que pueda ayudar a confirmar esta información!

Te amo Sunampe

Chincha y Sunampe, después de mi ciudad capital Lima han sido los lugares en donde más tiempo he permanecido de niño, aquí he aprendido a ver la belleza de la naturaleza a sentir la historia y a empezar a amarla pues mi abuelo nos llevaba en esa moto rojo hasta un centro arqueológico que se llamaba Huaca Centinela y desde allí se podía ver el mar en todo su esplendor, si bien la Huaca Centinela no pertenece a Sunampe está muy cerca de Santa Catalina, caminando entre los campos se puede llegar en menos de 40 minutos, como ven ¡todo está muy cerca! Por eso me gustaría regresar aquí por un lado el mar y por el otro este centro arqueológico, además de los mismos cultivos ¿Qué más podemos pedir?

Terremoto de la destricción

La actual casa de mi abuela se encuentra al frente del estadio de Sunampe que es por donde casi siempre se hacen actividades y también se hacían algunos conciertos de música tropical o también la chica y la cumbia, los años iban transcurriendo y con ello también mis responsabilidades, con el correr de los años ingresé a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) a la escuela académico profesional de Turismo, mis clases comenzaron en el 2005 y en menos de lo que canta un gallo ya el 2007 había llegado y con ello una fecha que jamás olvidare.

La tierra tiembla sin piedad

Era la tarde del 15 de agosto del 2007 para ser exactos eran las 18:50hrs en aquel momento me encontraba en la biblioteca central de mi universidad pues en ese entonces yo me encontraba trabajando como bolsista, justo en ese preciso momento yo estaba en dos puntos me encontraba a punto de pasar la sala de lectura e ingresar al depósito de libros que era un mega depósito con miles y miles de libros con sus estantes, la biblioteca de San Marcos es una de las más grandes del Perú.

En ese momento la tierra empezó a temblar, la gente empezó a correr despavorida por las salas de lectura buscando la salida, en ese momento vi como muchos libros caían al piso y sentí como si toda la superficie de este moderno edificio en forma de barca haga honor a su forma, se movía como si estuviéramos en el mar, como si estuviéramos en medio de unas olas, como si estuviera de repente no pisando un piso de concreto sino más bien pisando gelatina, el señor que se encargaba del depósito de libros del nivel donde me encontraba me gritó porque se dio cuenta que yo también estaba a punto de correr igual que el resto, lo único que pude hacer en aquel momento era apoyarme sobre la pared donde estaba el ascensor.

Nunca antes había sentido la tierra moverse con tanta furia, a raíz de todo ello Lima, la ciudad capital del Perú se convirtió en en caos, las noticias apenas llegaban y las señales de teléfono habían caído, no había manera de comunicarse con los suyos así uno lo quisiera esto era verdaderamente casi imposible.

Caminar rumbo a casa

Muchos de los estudiantes de aquel momento entre ellos no, salieron de la ciudad universitaria caminando y sin poder tomar un bus, la gente y el tráfico se volvió infernal, los taxistas no querían llevar pasajeros, los buses públicos estaban completamente llenos, todos estaban preocupados por su familia y por supuesto yo también por la mía, en ese momento pensé en mi casa de Lima y en mi hermano y mi madre, pensé que había sucedido lo peor.

Sin energia electrica, lo peor recién comienza

Nos quedamos sin luz eléctrica por muchas horas, tuve que finalmente ir a pie desde la universidad hasta mi casa que me demoró más a menos una hora y media en llegar, cuando llegué la casa se encontraba a oscuras y felizmente a mi casa no le había pasado nada ni tampoco a las casas de mi zona, ni mejor dicho a la mayoría de casa de Lima, la verdad es que se salvaron de milagro.

Las terribles consecuencias

Sin embargo el verdadero epicentro con las noticias no tardó en llegar a mi casa de Lima, cuando nos enteramos que el terremoto había sucedido en la región de Ica y que duro 157 segundos con magnitud de 7. 7, teniendo con ello datos de terror del desastre que al inicio no eran tantos pero poco a poco iban aumentando y de acuerdo a las últimas estadísticas el terremoto dejo aproximadamente 596 muertos, casi 2, 291 heridos, 76. 000 viviendas totalmente destruidas e inhabitables y 431 mil personas resultaron afectadas. Las zonas más afectadas fueron las provincias de Pisco, Ica, Chincha, Cañete, Yauyos, Huaytará y Castrovirreyna.

Ayuda para todos

Mi familia de Lima y todos los limeños que vivieron después de muchos años un sismo tan fuerte se empezaron a solidarizar con este hecho catastrófico y como no, si aquí se encontraba mi querida Sunampe y Santa Catalina.

Estos recuerdos llegan a ser muy tristes para mí, con mi mamá pudimos tomar una movilidad de una prima de ella para poder llevar ayuda a la familia de Chincha y Sunampe, en este recorrido nunca antes en mi vida había visto las pistas de la carretera prácticamente partido en dos con un altura que fácilmente podía ser la de un segundo piso de una casa.

Llegando a la ciudad de Chincha era inevitable no sentirse con el dolor de la población, la gente en las puertas de sus casas semidestruídas y otras totalmente colapsada velando a los muertos que había llevado este terrible terremoto, además de gente con su pancarta pidiendo ayuda para los alimentos, para poder seguir delante de este terrible proceso el estado peruano brindo ayuda a las personas pero nunca fue suficiente y hoy en día aún existen casas que reclaman justicia y apoyo del estado.

Presos libres

Muy cerca de la Playa el Socorro existía también una cárcel desde donde los presos se escaparon en medio de la noche, cruzando las chacras sin luz, la gente de la ciudad de Sunampe veía pasar por las calles a “los altos” cruzando y sumergiéndose en medio de una ciudad destrozada, una de estas personas que vivió y sintió de cerca las calamidades del terremoto fueron mi abuela de Sunampe, quién con mi bisabuela y mis tíos, felizmente pudieron sobrevivir al terremoto, el destino o el milagro o lo que quieran llamarlo fue el soporte para que su casa no se destruyera y pudiera mantenerse de pie, aunque claro termino rajada por la masacre de la tierra, el mundo del sur del Perú no volvió a ser el mismo después de este desastre natural.

Las personas empezaron a tener miedo de construir sus casas nuevamente de carrizo y Guayaquil para entonces ya la gente haciendo milagros y con el sudor de su frente empezaba a levantar lentamente sus casas con los materiales con los que hoy se encuentran muchas casas de Lima, con el ladrillo y el cemento, las réplicas siguieron continuando por esas fechas y el temor reino en Sunampe.

Dudas

A veces me pregunto y pienso que todas las cosas suceden por algo, por algún motivo de la vida que a veces nosotros aún desconocemos, por momentos me pregunto qué hubiera pasado si mi familia de Chincha no se hubiera mudado de Santa Catalina a la ciudad de Sunampe, si eso no hubiera pasado quizás esa casa antigua no hubiera podido aguantar las calamidades del desastre natural.

Por otro lado, otra de las cosas que pensaba era que todo el esfuerzo que mi abuela había realizado para poder levantar su casa se lo había llevado el terremoto y con ello una nueva necesidad, volver a destruir por completo la casa y empezar a levantar una nueva historia para la familia.

Gracias a la vida que ningún familiar mío perdió la vida, como dicen lo material se puede recuperar pero tus seres queridos no, a ellos hay que quererlos y cuidarlos siempre por el correr de los tiempos y sobre todo darles amor y cariño incondicional.

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El mundo parecía que se hubiera acabado ya para las persona del sur del Perú pero a pesar de ellos muchos volvieron a surgir de las cenizas y poco a poco, lentamente Chincha y Sunampe volvieron a ser los mismos.

Comida típica de Sunampe

Si hay algo que también no puedo olvidar, sobre todo porque mi abuela Margarita cada vez que viene a Lima a mi casa a visitarnos siempre lleva sus insumos para prepararnos uno de los platos más sabrosos de su tierra, este plato se llama la sabrosa y suculenta sopaseca, uno de los platos más representativos de los chinchanos.

La sopaseca es un plato que los va a deleitar no solo por su sabrosa sazon hecha por las manos chinchanas, lleva en sus ingredientes los tallarines, las papas (a veces también le ponen crema de huancaína) y su carapulcra que lleva papa que no es seca acompañada de sus condimentos que le dan ese sello característico que todo chinchano debe de sentirse orgulloso de tener.

Aquí por ejemplo en Sunampe al igual que todo Chincha se hacen las actividades de las capapulcradas donde las personas se apoyan entre cada uno de ellos, por ejemplo si hay un familiar que tiene un problema de salud entonces lo que se hace es que ya sea en la casa del enfermo o en la casa de un familiar se hacen en ollas grandes la preparación de la carapulcra con la sopaseca y se venden por porciones para los vecinos, amigos y demás familiares,

Esto también sucede en Lima como lo que se conocería como polladas, vendiendo pollo frito con papas y ensaladas. Cada zona tiene algo que lo caracteriza y en el caso de Chincha sin lugar a dudas la sopa seca con carapulcra es la estrella de su gente.

Pero la gastronomía chinchana va más lejos, hay muchos platos típicos que se pueden degustar y que se pueden probar y enamorarse con ellos, uno de los tantos es por ejemplo los frejolitos con su arroz, además de algo que siempre recuerdo que son los mejillones con lo cual hacen un guiso y también lo hacen como ceviche.

Contarles de las cosas típicas de Chincha también me recuerda a las fechas especiales que se celebran en Chincha como son los bautizos, pues les cuento que a mí me bautizaron cuando mis abuelos y bisabuelos estaban vivos y fue en Santa Catalina, allí a los padrinos se les regala un pavo entero ¡no les miento! Un pavo grande y entero para cada padrino, además que le ponen un pan gran que está bordeando al pavo que esta sancochado y alrededor infaltable, le ponen la sopaseca.

Como ven queridos amigos aquí la comida esta más buena y rica que cuando vengan y la prueben van a darse cuenta que estoy totalmente en lo cierto y que no les estoy exagerando como dicen el dicho ¡Vamos pa chincha familia!

Festividades de Sunampe

Sunampe tierra bendita, tierra de cultivos de algodón pero sobre todo de la tradicional uva, como les conté al principio de esta extensa historia, una de las cosas que se caracteriza a Sunampe es la celebración de la uva y del vino, en esta zona en el mes de Marzo aproximadamente entre el 14 al 20 de Marzo se realiza la tradicional fiesta de la vendimia, donde se celebra la llegada de las uvas y del sus cosechas.

Aquí la gente celebra a lo grande, no solo con el vino sino también con sus tradicionales cachinas, además del Pisco, para ello no se dice que sin música no hay diversión, pues bien aquí la gente baila, canta, se divierte a como de lugar, es el lugar de la alegría y buena oportunidad para conocer sus viñedos y vitivinícolas además de catar el vino y el Pisco.

Dentro de Chincha tenemos por ejemplo a una empresa muy reconocida que se llama Tabernero y que es una de las principales compañías de la producción del vino en el Perú, también existen las vitivinícolas artesanales como por ejemplo “Tía Julia” entre otras más, recorrer sus viñedos en saborear los diferentes aromas, las diferentes texturas de las uvas y de sus derivados.

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Por otro lado uno de los puntos que también se relacionan con Sunampe es sin duda alguna cuando cada mes de agosto se realiza la tradicional poda de la uva, mes en la que se hace también la puesta de los preparativos para que crezca la misma y por ende se empiece así a desarrollar una especie de techos sobre las ramas de las uvas para que estas empiecen a crecer con calma y se produzcan así productos de calidad para todos los chinchanos y los visitantes.

Hablar de los vinos y de la cachina me recuerda también una experiencia que tuve cuando estaba en Sunampe en la casa de mi abuela, un día salí y me fui a recorrer la Huaca Centinela y al final pues les cuento que termine más picado que estando en Nazca, eso quiere decir que termine borracho, debido a que me senté a conversar con el arqueólogo del museo de la Centinela que recién acababa de conocer y que me empezó a maravillar con todas las historias de Chincha, con toda la cultura que cuando menos lo pensé ya estaba totalmente ebrio, yo había ido con la bicicleta y para regresar a casa tenía que subir una especie de cerro.

Allí entre la arena empecé a cruzar ese cerro y me caí y me hice heridas en las rodillas y cuando llegué mi papá y mi mamá no me dijeron nada pero si yo hubiera sido ellos ¡me mataba! Estuvieron a punto de ir a la policía porque pensaban que algo malo me había pasado además que yo en aquel entonces era un “pollo” no tomaba nada, ni mucho menos salía de fiestas con mis amigos, recien estaba entrando en la etapa de la adolescencia pero quedo como una anécdota de la familia.

Sunampe como se los he podido comentar tiene muchos lugares campestres que pueden conocer y que pueden disfrutar al máximo estoy seguro que aquí van a poder encontrar la paz que necesitan además de un buen clima y de una rica comida como solo en Chincha se sabe hacer, de eso no me quepa la menor duda, estoy más que seguro que van a poder enamorarse de sus vinos y de su gente.

Por otro lado también pueden encontrar aquí muchos hospedajes que tienen piscinas y precios cómodos, hay para todos los bolsillos, y sea en cualquier época del año el clima siempre va a ser mucho mejor que la de Lima.

Ahora los años han pasado, y sí, yo que me encuentro ahora en Italia escribiendo estas líneas les contaré que la última vez que vine a Sunampe fue este año en mayo del 2016 cuando fui de sorpresa a ver a mi familia de Lima por tres semanas y con ello aproveche con mi mamá y con mi hermano menor para poder visitar a mi abuela de Chincha, la cual no se imaginaba que yo me encontraba en Perú.

Pase una tarde maravillosa, además de probar nuevamente la tradicional sopaseca con su carapulcra y sentir la calidez de mi familia, por otro lado aunque sea por un ratito fuimos en la mototaxi de mi tío a Santa Catalina no hasta la chacra que les he contado hoy, sino en la entrada donde hoy vive una de mis tías con mis primos.

Ge visto que el cambio ha ido llegando por esta zona y me siento muy feliz de que mi abuela haya podido salir adelante, de que Sunampe pueda y este saliendo adelante, claro que hay problemas como en cualquier parte del mundo pero esta gente luchadora, como mis bisabuelos, como mi abuelo Genaro que en paz descanse y como mi abuelita Margarita han sido parte de este proceso que me ha servido a mi ahora de ejemplo para seguir dando lo mejor de mí

Quiero invitarlos a todos ustedes a que vengan a conocer las maravillas de Chincha y sobre todo de Sunampe, una lugar que como ya se han dado cuenta guardo en mis recuerdos y sé que muy pronto será parte de mi futuro.

Van a encontrar movilidad provincial que llega y parte desde Lima a todas horas del día, el pasaje puede varias dependiendo del día del que piensen viajar pero les aseguro que llegando aquí se van a sentir muy bien recibidos,

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Vengan a conocer Sunampe ya sea en Fiestas o cualquier fin de semana.

Muchas gracias por haber leído este mensaje lleno de amor, esta publicación va dedicada a mis dos abuelos de madre, a mi querido abuelito Genaro y su moto a todo terreno y por su puestos a mi mamá margarita que tiene unas manos benditas para cocinar la mejor sopaseca con carapulcra de Chincha, y como no mencionar a mis bisabuelos, Jesus, Margarita, Gabriel y Julia.

Espero de corazón que les haya gustado esta larga composición, creo que es la más larga que he escrito hasta el momento y es que pensar en estos recuerdos me llena de emoción.

¡Muchas gracias amantes del Perú! Nos vemos en otras oportunidad y ya lo saben ¡Vamos pa Chincha! Familia


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