París, la ciudad de la luz

París es una ciudad única y todo viajero tiene que visitarla al menos una vez en la vida.

Yo he tenido la suerte de visitarla varias veces, ya que he hecho mi Erasmus en Francia, y la ciudad donde estudiaba estaba cerca.

La ciudad es muy bonita y tiene muchas cosas para ver.

La Torre Eiffel es una visita obligada. Yo recomiendo subir en el ascensor hasta la última planta, ya que las vistas son impresionantes y merece la pena para llevarse un recuerdo inolvidable.

Una de las cosas que más me sorprendió es el Arco de Triunfo, porque es sin duda un monumento impresionante.

Tampoco hay que irse de París sin haber visto la basílica del Sagrado Corazón. Ofrece unas buenas vistas de la ciudad y el edificio es precioso.

Esos son sólo algunos de los ejemplos, ya que hay muchísimas otras cosas que ver, como la catedral de Notre Dame, el museo del Louvre (que por fuera también es impresionante), el Moulin Rouge, y un larguísimo etcétera.

Algunos barrios están llenos de encanto, con numerosas tiendas de souvenirs y puestos de libros y cuadros. Pasearse o sentarse a orillas del río Sena también es un plan perfecto.

Es bastante fácil moverse por la ciudad, ya que, aunque París es muy grande, el transporte público comunica perfectamente unos monumentos con otros. Hay un ticket que se puede utilizar para diferentes transportes (bus, metro, tren) y resulta bastante económico. Además, desde París se puede ir en transporte público a muchas otras ciudades francesas y europeas.

Otra de las cosas más interesantes cuando se está en París es visitar Disneyland. Es un sitio que recomiendo, ya que la experiencia es inolvidable y resulta emocionante tanto para niños como para adultos. Eso sí, el parque es muy grande y no da tiempo a verlo todo en un día, sobre todo cuando hemos elegido una fecha o una época en la que hay muchos visitantes.

Y por último, quiero decir de París que, aunque todos hemos entendido alguna vez que los franceses, y en especial los parisinos, son muy cerrados, siempre que he estado en París, he encontrado gente amable y dispuesta a ayudar a los extranjeros.