Descubriendo Francia - Domingos y fines de semana en Francia
Me enamoré por primera vez de la cultura francesa y de su estilo de vida cuando estuve trabajando en un proyecto de ingeniería en la República de Benín, África Occidental. Como este es un país que tiene relaciones bilaterales con Francia, yo diría que me sirvió como introducción al viaje en el que me encuentro en estos momentos por el país galo. A pesar del hecho de que a Francia se la conoce por sus tradiciones y sus valores que datan de largo tiempo atrás, uno no puede negar ni discutir que su sistema educativo cuenta con unos cimientos muy sólidos. Los Grande École y las instituciones francesas sin duda se encuentran en lo alto de los rankings internacionales. Uniendo mi amor por todo lo que Francia representa (una historia muy rica y una cultura que se han preservado a los largo de los años) y mi gran deseo por continuar mi educación en ingeniería, la decisión de venir a Francia sigue siendo una de las mejores decisiones que he tomado.
Como mi lengua materna es el inglés, aprender otro idioma ha supuesto un viaje increíble para mi porque veo que he llegado ha profundizar mucho en la cultura y sigo haciéndolo continuamente, he entablado relación con personas muy amables y he aprendido a base de práctica.
Estoy abierto a otras oportunidades, pero sería un placer continuar mi nueva relación con Francia y devolverle a este país lo que él me ha dado en tan poco tiempo. Estoy deseando volver al mercado laboral y construir así mis competencias profesionales y mis conocimientos. Me encanta la vida y aprecio su belleza, la belleza de la gente y la teoría del todo. Me encanta escribir y soy fotógrafo amateur. Cada día aprendo algo nuevo; debo decir que Francia tiene muchas historias de contar. Durante mi tiempo libre, exploro bellas ciudades, me embarco en paseos donde hago muchas fotografías y cuento historias con estas imágenes. Me encantan los museos e intento visitarlos con la mayor frecuencia posible. También paso un tiempo en los mercados locales donde practico el arte de comprar cosas para perfeccionar mi francés. Francia es famosa por su exquisita cocina; aprendo cosas nuevas cada vez que salgo a cenar. Pero cuando la cabeza empieza a darme vueltas, siempre encuentro paz en los preciosos parques y jardines.
Recuerdo que cuando vivía en Abuja, Nigeria, siempre sabía qué hacer los domingos. Principalmente porque: uno, Abuja es una ciudad muy grande; dos, siempre hay algo nuevo que hacer cada fin de semana; y tres, se trata de Nigeria, el gigante de África que has sido bendecido con grandes recursos minerales. Es fácil adivinar las dos primeras razones, pero la tercera razón... "Se trata de Nigeria", ¿a qué me refiero con eso? Si miro atrás y recuerdo mi vida en Nigeria, tengo que decir que es algo típico en Nigeria que los establecimientos suelan estar abiertos los domingos, y en Francia no. No me refiero a todos los establecimientos (sin duda, de lunes a sábado los establecimientos están abiertos sí o sí), me refiero a que quizás entre seis y ocho veces de cada diez, dependiendo del tamaño de la ciudad, los locales están abiertos cuando pasas por delante de ellos, ya sea una tienda, un restaurante o una tetería. En cambio en Francia, los domingos parece que entre una o dos veces de cada diez el establecimiento al que pensabas ir está cerrado (aunque os sentiréis privilegiados si estáis en París... hablaremos de eso luego). En este sentido, Francia parece bastante diferente, mientras que en otros es igual.
Dejadme decir una cosa desde el principio: cuando un extranjero o un francés/una francesa dicen que todo está cerrado en Francia los domingos, es verdad que parece que todo está cerrado los domingos.
Cuando llegué a Francia, el primer día desperté sobre las diez de la mañana y esperaba ir a explorar la ciudad; básicamente encontré que la ciudad entera estaba muerta. No había tráfico, no había gente en el centro de la ciudad y los únicos seres vivos que vi fueron las palomas. La duodécima ciudad más grande de Francia verdaderamente estaba muerta un domingo. Lo que más me sorprendió fue que la biblioteca de mi universidad también estuviese cerrada, en mi universidad de origen es diferente, está abierta 24/7 y daba por hecho que esta también lo estaría. Esto no es algo exclusivo de la ciudad de Reims, para nada, sino que sucede en básicamente toda Francia.
He estado en Chalons-en-Champagne, un pueblecito de cuarenta y cinco mil habitantes, y también estaba completamente muerto. Fui a Lille, una ciudad de más de doscientos mil habitantes en las que se encuentran muchas instituciones de educación superior, y, en su mayoría, estaba vacía. También fui a París, donde viven más de 2, 2 millones de personas, y me sorprendió que, comparado con los demás días de la semana, el domingo la ciudad estaba relativamente vacía, solo había turistas por las calles.
Es algo común que, si encontráis un establecimiento que realmente abra todos los día de la semana, cuelguen en los escaparates o en las ventanas un cartel que ponga "7/7", el equivalente a "24/7" en Nigeria.
Días de entre semana vs. domingos en Reims
Domingos en Reims
Días de entre semana en Reims
Es verdad que Francia parece que está muerta y es aburrida los domingos, pero realmente no lo es tanto.
En Reims, todos los supermercados están cerrados pero conozco dos o tres que sí abren de 12 a 12:30 de la mañana, después cierran. Básicamente, todos los restaurantes están cerrados, pero siempre se puede encontrar algún restaurante regentado por una familia que sí esté abierto. Y, por supuesto, si estáis muy desesperados (o simplemente os encantan este tipo de locales), los McDonald's, o "McDo" como los llaman en Francia, siempre están disponibles para vosotros, esperando alegremente vuestra visita. Además, en Reims hay una calle (solo una calle) donde los establecimientos nunca cierran y donde se encuentran los bares más populares de la ciudad. También sé que hay un supermercado de alimentación general que está abierto las 24 horas del día. Una vez pasé por delante de este supermercado a las 4 de la mañana de un domingo, y sorprendentemente, estaba abierto. Si vivís en la típica ciudad francesa de unos cien mil habitantes (la mayoría de las ciudades francesas son así) o menos, seguramente los que acabo de mencionar serán los establecimientos que encontréis abiertos un domingo. Sin embargo, si vivís en una ciudad más grande como Lyon, Marsella o París (muchos bromean diciendo que esta la única ciudad que verdaderamente es una ciudad en toda Francia), tendréis la suerte de encontrar vuestros locales favoritos abiertos. Por supuesto, tampoco es que todo esté abierto o que todo esté cerrado, simplemente es que en las ciudades grandes hay más locales, por lo tanto, hay más establecimientos que abren los domingos.
Algo que se puede aplicar a toda Francia es que no todo está cerrado los domingo por que, principalmente, los museos sí que están abiertos. No sé por qué pero nunca he encontrado un museo que cierre los domingos, y digo esto después de haber visitado más de veinte museos en ocho ciudades francesas diferentes. De hecho, solo por dar un ejemplo, los domingos son los días en los que el Museo del Louvre recibe más visitas junto con el sábado. Además, las iglesias también abren los domingos, por supuesto; así que Francia no está completamente muerta este día de la semana. Yo he asistido a misa en la catedral de Notre Dame de Reims, donde se coronaba a los reyes de Francia, y personalmente creo que es una experiencia maravillosa.
Museo del Louvre
Como podéis ver, los muesos un domingo, especialmente en el Louvre, estarán muy lejos de estar vacíos. La excepción... París (más o menos).
París es la ciudad de las excepciones en Francia y esto también se aplica los domingos. No todo está abierto un domingo, eso seguro, pero todavía hay relativamente muchísimos lugares que sí estarán abiertos. Yo creo que se debe a que, primero, es la ciudad más grande de Francia; segundo, es el epicentro de todo lo que ocurre en este país, por lo tanto los negocios no pueden cerrar; y tercero, el constante flujo de turistas. Para ilustrar mis palabras con un ejemplo, en Le Marais, los domingos pueden ser más ajetreados que el centro de Reims durante los días de entre semana, y eso que es la duodécima ciudad más grande de Francia. Los domingos en París suelen ser más tranquilos, pero aun así supera a todas las demás ciudades francesas.
Le Marais, París
Conclusiones
Si estáis leyendo este post desde Nigeria, pensad que esta faceta de Francia es similar a la de ciudades grandes nigerianas con alrededor de cinco mil a veinte mil habitantes, como Port Harcourt, donde asistí a clase los tres últimos años de secundaria. Aun así, la diferencia es que este fenómeno sucede en las ciudades nigerianas realmente grandes, y es como si las ciudades francesas fuesen como estas ciudades nigerianas los domingos o, para que lo entendáis mejor, las grandes ciudades de Nigeria se parecen a las ciudades, grandes o pequeñas, de Francia los domingos.
Cuando llegué a Francia me quejé bastante del "problema de los domingos". Creo que sin duda se produce un choque cultural cuando vienes de Nigeria.
Pero con el paso del tiempo, después de haber pasado siete meses en Francia, he aprendido a apreciar de verdad la tranquilidad de los domingos y a integrarlos en mi rutina semanal. El domingo es el día en el que la gente puede realmente relajarse. Yo disfruto dando paseos por Reims rodeado de esta tranquila atmósfera; tomarte un descanso psicológico te fuerza a aceptar y sentir la paz.
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