Visita a París - tercer día

¡Y aquí mi último gran día en la capital francesa!

Esta vez hice una parte a pie por el sur del centro histórico para después utilizar varias veces el metro de tal forma que diese la vuelta al anillo pasando por el norte. Os dejo a continuación en recorrido que seguí:

A pie desde Champs de Mars hasta el Panteón

Paris un domingo por la mañana es especialmente tranquila, por lo que disfruté de un agradable paseo con el aire fresco matinal iluminado por el sol radiante.

Partiendo de los imperdibles Champs de Mars hice las debidas fotos con la Tour Eiffel. ¿Sabíais que esta estructura de hierro tiene ya 130 años y fue construida a finales del siglo XIX por el ingeniero Gustave Eiffel como pabellón contemporáneo de la EXPO de París? Una obra de esa magnitud en esa época era realmente todo un reto y aparte de alguna que otra crítica estética al principio, los parisinos se dieron cuenta más tarde de que se había covertido en el monumento más famoso de Francia. Poco importa ahora que los costes de manutención por pintar cada año las miles de vigas de hierro sean excesivos.

Poco después de la torre, atravesé el tranquilo jardín del Musée du quai Branly - Jacques Chirac, una estructura moderna interesante suspendida sobre pilares y decorada de colores. Tienen incluso a los guardias con el detector de metales en la entrada.

Después seguí bordeando el Sena hasta la excéntrica Cathédrale de la Sainte-Trinité con sus cúpulas brillantes mediorientales y luego entré en el barrio del settimo arrondissement (por todo el centro de París hay veinte dispuestos en espiral.

Después de un tiempo, estuve a la plaza que estaba frente a la bella y neoclásica Église Saint-Sulpice con sus dos campanarios, en la cual habían organizado un mercadillo de libros usados bajo carpas blancas. A propósito de esto, me parece que en París se promueve mucho el arte y la cultura incluso con simples puestos en cada esquina de la ciudad. Esto da seguro un ambiente refinado y pacífico.

La siguiente parada fue en el Jardin du Luxembourg, un un parque muy bien cuidado y geométrico con hileras de árboles y la piscina central delante del Palais du Luxembourg. Este eje prospectivo frontal me permitió hacer una foto genial. En un claro escondido también encontré una pequeña copia de la Estatua de la Libertad.

Finalmente, desde el jardín afronté una larga avenida en cuesta bajo el sol del mediodía sobre la gran mole del Panthéon. Durante un tiempo fue la iglesia dedicada a la Santa Genoveva, patrona de París, este imponente edificio neoclásico fue finalizado en 1789, justo durante el estallido de la revolución francesa, seguido de la cual fue tranformado en un mausoleo dedicado a los héroes laicos de la patria; resulta extraño ahora ver en su interior estatuas y pintoras no religiosas, además de un interesante reloj de péndulosuspendido en medio del crucero. En la cripta además se pueden encontrar numerosas tumbas de personajes franceses famosos como los escritores Dumas y Victor Hugo.

Picnic en el Parc des Buttes-Chaumont

Habiéndome ya fijado en la particular belleza del Parc des Buttes-Chaumont durante el primer día, decidí volver en el descanso de la comida para explorarlo y poder disfrutarlo mejor... ¡hice bien!

Este jardín tan natural al noroeste de París se encuentra sobre una geología única que lo hace muy articulado y está lleno de desniveles. En el centro de este anfiteatro de colinas, surge una roca con templo panorámico en la cima y gracias a un sistema de puentes esta representa el punto de unión entre la parte inferior y la parte superior del parque.

Lo primero que hice fue tumbarme a la sombra de un árbol sobre la cima de una colina disfrutando de una bonita vista y de una merecida comida, después bajé al final de la cuenca correspondiente al lago con las rocas y descubrí la magnífica fuente que hay dentro de una gruta. Luego volví abajo gracias a un puente en suspensión, el sendero sobre rocas conectado con el templo y un último puente de piedra muy alto realmente inspirador.

La basílica del Sagrado Corazón y el barrio de los artistas

Satisfecho con mi experiencia en el Parc des Buttes-Chaumont, cogí el metro hacia la colina de Montmatre. Según salí, me encontré delante de la espectacular escalinata del Sacre Coeur, una blanca basílica en piedra calcarea que domina la colina y la ciudad con sus numerosas cúpulas. Fue construída para devolver el ánimo de los franceses después de la derrota en la guerra franco-prusiana y tengo que decir que impresiona incluso hoy en día a los visitantes.

Subiendo hasta la parte de la arriba entrando a la basílica pude admirar una espectacular vista panorámica de toda la ciudad, después bajé para ver el interior; aunque desde fuera la iglesia es deslumbrante, dentro en cambio me pareció demasiado oscura, por lo que después de haber visto algún mosaico dorado, me salí fuera.

A poca distancia de la basílica, llegué a la Place du Tertre, una encantadora plaza sombreada por árboles en la cual se reúnen los artistas para pintar con diversos estilos sus cuadros. A pesar de la gran afluencia de turistas que había, me gustó mucho el ambiente.

Bajando por otras calle del barrio de Montmatre en cambio no encontré otro lugar igual de bonito, a excepción de la Place des Abbesses con la bella estación Art Nouveau y el muro del amor.

Después de que llegué a la base de la colina, seguí por el barrio de las luces rojas a lo largo del Boulevard de Clichy hasta el Moulin Rouge que no me gustó demasiado y me pareció que estaba deteriorado con la maleza que había crecido en la cubierta. La gente que intentaba atraer clientes desde las puertas de los sex shops me estaba poniendo nervioso por lo que volví deprisa al metro.

El Arco del Triunfo y la plaza de la estrella

Este lugar es el emblema de la masiva transformación urbana que afectó a toda París durante el siglo XIX en respuesta a las exigencias de la segunda revolcuión industrial y a la aparición del automóvil. La apertura de nuevas largas avenidas tanto por fines higiénicos como de vialibilidad, dió origen a esta gigantesca estrella con doce rayos en el centro de la cual se encuentra el Arco del Triunfo, el símbolo de la nación francesa.

Otra vez más puede subir de forma gratuita a la parte superior del monumento y tener una perspectiva realmente única de la ciudad desde el centro de este haz concéntrico de avenidas, entre las cuales obviamente está Champs Elisees que siguiendo más allás del arco llegan hasta la zona de rascacielos de Defence con su respectivo arco moderno.

El gran final en los jardines de Trocadero

Increíblemente, ¡había logrado visitar esta gigantesca capital en sólo tres días! Para recompensarme fue todo satisfecho hasta la Esplanade du Trocadero para admirar la Torre Eiffel con los cálidos colores del atardecer y tumbarme en los animados jardines de la monumental fuente. El cielo estaba pintando por nubes blancas y fue un fondo perfecto para mis fotos.

Me quedé hasta tarde y pude asistir también al encendido de luces de la Torre Eiffel y disfrutar la magia de la noche parisina. No subí a la torre pero había ya estado el dia en el que había visitado rapidamente la ciudad y no quería hacer demasiada cola.

En cualquier caso, ya había logrado con éxito todo lo que había planeado hacer durante esta visita y aún más asi que volví a casa con el corazón lleno de emociones que sólo París puede transmitir. Au revoir París!

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