La novia de Francia

La novia de Francia

Cogimos el autobús a París. Fue un viaje largo de unas 14 horas, pero como ya he dicho en mi último blog, ya estaba bastante acostumbrada a los viajes tan largos. Llegamos a Francia a primera hora de la mañana. En vez de comprar un bono de un día, nos compramos 5 billetes para cada uno ya que se podía andar de un lado a otro desde la mayoría de los sitios, así que esto nos salía más barato.

El pronóstico del tiempo decía que iba a llover en París ese día, pero nuestras plegarias fueron escuchadas y el sol brillaba.

Nuestro primer destino fue el Louvre y creo que no hace falta más que el museo y sus alrededores como la Plaza del Carrusel y la Columnata del Louvre para enamorarse de París.

¿Y sabes qué es lo mejor del Museo del Louvre? Que la entrada es gratis para los estudiantes. ¡Bingo!

No soy muy fan de los museos, pero admiraba y me encantaron los cuadros, aunque no entendiera la mayoría. Estábamos allí para ver la Mona Lisa, supongo que igual que muchos otros. No sé si le pasó a alguien más o si nosotros somos los tontos, pero nos costó mucho encontrarla. Íbamos de un lado a otro por los mismos pasillos, y seguíamos las señales, pero nos llevó bastante tiempo hasta que por fin la encontramos. Sin duda era el lugar más concurrido de todo el museo.

Vimos otras estatuas y deambulamos por el museo. Luego salimos a sentarnos en uno de los preciosos jardines junto al museo, el Jardin de l'Infante si no me equivoco. Nos sentamos allí debajo de un árbol y sacamos la comida que había preparado el día anterior. Era biryani, si eres del sur de Asia sabrás que más que un plato es amor. Aunque estaba frío y estaba bien envuelto, mi amigo se aseguró de probarlo y sí, estaba bien. Así que disfrutamos de nuestra comida.

Nos tomamos unos minutos para capturar y admirar la belleza del Arco del Triunfo del Carrusel, que no es lo mismo que el famoso Arco del Triunfo de París (Arc de Triomphe de l'Étoile). O sea, este también es famoso y es casi imposible pasarlo por alto, ya que está justo al lado de la Pirámide del Louvre; sin embargo, es el otro el que suele aparecer como símbolo o atracción principal de París. Cabe destacar que ambos fueron diseñados el mismo año, pero la construcción del Arco del triunfo de París tardó mucho más tiempo que el otro, ya que era el doble de grande.

El Arco del Triunfo del Carrusel fue construido para conmemorar las victorias militares de Napoleón Bonaparte.

Después seguimos andando a través de este precioso Jardín de las Tullerías hacia el Gran Palacio. El jardín tiene unos 500 años de antigüedad y también se pueden encontrar esculturas de personajes destacables. Aquel día estaba lleno de vida, y el buen clima lo hacía aun mejor.

Al otro lado del parque estaba la Plaza de la Concordia, una plaza pública que señala el centro de la ciudad. Aquí hay dos bonitas fuentes monumentales. Esta tonalidad de la combinación de verde mar y dorado se encuentra en numerosos monumentos de toda Francia y, de hecho, también en otros países. La fuente del sur sirve como un monumento al comercio marítimo y la industria de Francia, mientras que la fuente del norte conmemora la navegación y el comercio en los ríos de Francia.

En el centro de la plaza se encuentra el Obelisco de Luxor. ¿Qué pinta este obelisco egipcio de más de 3000 años en París? Pues se lo dio a Francia uno de los gobernantes del Egipto otomano, Muhammad Ali Pasha.

Bueno, seguimos andando hasta el Grand Palais (el palacio grande), aunque no entramos por falta de tiempo y viendo el tamaño del palacio era evidente que se tardaría mucho en explorarlo. Justo enfrente se encontraba el Petit Palais (el palacio pequeño).

Ya estábamos cansados así que cancelamos el plan de ir a la Torre Eiffel a pie y decidimos coger un autobús. Fuimos al palacio Palais de Chaillot que se está frente a la Torre Eiffel y se construyó exclusivamente para que la gente tuviera una buena vista de la torre. Estaba lleno de gente, lo que no nos sorprendió en absoluto porque sabemos lo importante que es la Torre Eiffel. Como nos pasó con la banda de música en directo de Lungern, en París también nos llevamos un extra en el viaje. Había un grupo de 4-5 personas que estaba actuando y bailando, todo muy entretenido e interesante. Todo el mundo estaba sentado en las escaleras, mirándolos y aplaudiéndoles. En sus camisetas ponía DDM, así que probablemente es el nombre de su grupo.

Pasamos un rato allí, echamos muchas fotos y luego fuimos hasta la Torre Eiffel para verla más de cerca. Era maravillosa, no creo que haga falta ni que lo diga. Es el monumento más visitado del mundo, y eso ya lo dice todo.

Ya era hora de comer otra vez y, como siempre, encontramos un restaurante pakistaní. Se llamaba Restaurant Lahore; Lahore es el nombre de una de las ciudades más famosas de Pakistán. Era bastante barato.

Después fuimos a Notre Dame. Menuda preciosidad: su arquitectura, sus colores y la paz y santidad que hay en su interior. La arquitectura es de estilo gótico francés, y esta catedral está considerada uno de los mejores ejemplares de esta categoría. Te sorprenderá ver las vistas desde distintos ángulos, por un momento incluso te preguntarás si es el mismo edificio. Es una de las iglesias más grandes y reconocidas no solo de Francia sino del mundo. El día que la visitamos se celebraba una ceremonia especial en su interior de la que no tengo ni idea, pero que aun así fue bonita de ver.

Nos fuimos a la estación para coger nuestro autobús hasta nuestro último, pero no menos importante destino: Praga. Sé que pasar solo un día en París es una ofensa para la ciudad, pero si hubiésemos pasado más tiempo allí, habría sido una ofensa para mis estudios, ya que me estaba saltando las clases durante todo ese tiempo en el que estuvimos de ruta por 5 países.

Nota: no he puesto todas las fotos en el texto, así que si quieres échale un vistazo a la galería.

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