Un buen recuerdo

En Palermo, puedes irte de fiesta toda la noche. La Vucciria cierra a las cinco de la mañana los fines de semana, y la verdad es que mola mucho acabar la noche desayunando.

Recuerdo con un cariño especial una noche en concreto. Cuando pasen unas semanas empezarás a hacerte amigos y ese círculo se ampliará a medida que vayas conociendo a gente en las fiestas y salidas.

Lo que mola de Palermo es que cuando sales, te juntas con alguien y luego con otro y con otro y vuelves con el primero diciéndole a todo el mundo: "Ci sentiamo! " (nos vemos). Vas de bar en bar para encontrarte con gente, sabes con quién empiezas la noche pero nunca sabes con quién la acabarás.

Una noche salí y me encontré a tanta gente que acabé a las cinco de la mañana cerrando el último bar. Nos fuimos todos a desayunar antes de irnos a dormir. Al volver, me sentía tan bien que me puse a leer un poco antes de darme cuenta de que ya amanecía.

Nunca en la vida había visto un amanecer tan bonito y surrealista. Subí a la azotea atravesando la terraza y me fijé en los clichés que aún recuerdo años más tarde con la misma sensación.

Aquella mañana, le preparé il caffè a mi compañera de piso que se iba a trabajar y me fui a dormir más contenta que nunca.

Espero que vivas momentos parecidos cuando estés de Erasmus y ¡que tengas muchos recuerdos bonitos que contarnos cuando vuelvas!

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