Arte barroco

El estilo barroco es, probablemente, el que más me gusta. Creo que es porque soy una persona que se fija mucho en los detalles; por eso, en temas de arte y arquitectura, los edificios que más me atraen son los complicados y con muchos elementos. Se dice que el barroco es un estilo asociado al drama y a la tensión por cómo exagera y complica el arte, la arquitectura, la literatura, el teatro y la danza.

Este estilo nació en Roma durante el siglo XVII y rápidamente se expandió por toda Europa y llegó a países como Portugal, España, Checoslovaquia, Francia y Suiza. El barroco fue un estilo muy apreciado por la Iglesia católica. Se consideraba un modo de representar temas religiosos creando un impacto emocional. Muchos artistas usaron este estilo en sus pinturas y esculturas, como Correggio, Caravaggio y Miguel Ángel.

El barroco en pintura se basa en la intensidad de la luz, de la emoción y en el contraste. En arquitectura, sin embargo, se caracteriza por su detallismo y grandiosidad.

Portugal fue el centro de la arquitectura barroca durante los siglos XVII y XVIII. Esto fue durante los reinados de Juan V y de José I de Portugal. Ambos monarcas hicieron aumentar la importación de oro desde Brasil a la ciudad en la época absolutista; en este período, la arquitectura barroca prosperó. Se pueden apreciar los elementos característicos del barroco portugués en las tallas de madera cubiertas de oro y en la complicada ornamentación de las iglesias. Hay tres iglesias con estas características en Oporto:

Igreja de São Francisco

La iglesia de San Francisco es un claro ejemplo del barroco. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996 y ha pasado por varias reformas hasta convertirse en la preciosidad que es hoy. Cuando los franciscanos se establecieron en Oporto en el siglo XIII, construyeron una pequeña iglesia en honor a San Francisco de Asís. Sin embargo, en el siglo XV se amplió y se modificó para adaptarse al estilo gótico. A lo largo de los siglos XVII y XVIII, el interior de la iglesia se renovó en estilo barroco. Se decoró con esculturas bañadas en oro y con detallados diseños. El interior está dividido en una nave central más alta con dos pasillos laterales. Casi toda la iglesia está decorada con tallas de madera cubiertas de oro; a mi parecer, la parte más bonita es el techo, porque está cubierto de abundantes adornos dorados.

Igreja e Torre dos Clérigos

La iglesia y torre de los Clérigos fue diseñada en 1731 y se completó en 1759 (aunque la torre no se finalizó hasta 1963). El arquitecto responsable de ambos monumentos fue el italiano Nicolau Nasoni.

La iglesia tiene una imponente escalinata que sube hasta la entrada, que ya de por sí tiene un estilo muy barroco. La fachada de la iglesia está decorada con motivos barrocos, columnas, ornamentos y estatuas. El interior lo conforma una sola nave en granito y mármol esculpidos. El altar es una auténtica obra de arte de finales del barroco.

La torre es una impresionante joya arquitectónica de 76 metros de altura. De hecho, es uno de los monumentos más conocidos de Oporto y ya en el pasado se utilizaba como punto de referencia para aquellos que navegaban por el Duero. Toda la torre está hecha de granito y decorada con detallados motivos barrocos.

Igreja de Santa Clara

Situada en Largo 1º de Dezembro, el interior de esta iglesia constituye un tercer ejemplo de arquitectura barroca en Oporto. Los intrincados diseños tallados en madera y sus ornamentos dorados hacen de esta iglesia una auténtica obra de arte. La iglesia se acabó de construir en 1457, pero los adornos barrocos se añadieron en el siglo XVII y transformaron la iglesia en un monumento espectacular.

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