25 de enero de 2016
La salida
7h05, la hora en la que despega mi avión desde el aeropuerto de Bruselas Zaventem. Me voy de Bélgica, que está llena de nieve desde hace unos días. Solo pienso en una cosa: huir del invierno para ir a un destino más mediterráneo como Chipre y su capital Nicosia. Un país tres veces más pequeño que Bélgica, pero conozco muy pocas cosas.
Durante el vuelo, veo muchísimas montañas nevadas e intento adivinar dónde estoy. Más tarde, el paisaje cambia y ahora solo se ven islas dispersas por el mar, probablemente sean las islas griegas.
Después de 4 horas de vuelo, nuestro piloto nos informa que vamos a aterrizar en unos 20 minutos. Ahora estamos volando por una costa para llegar a la ciudad de Larnaca, situada al este de la isla, a nivel del mar. Ya he aterrizado y estoy muy impaciente por bajar del avión y enviar a mi hermano la letra de la canción de Will. I.am y Justin Bieber: "Hello, I'm alive, I'm alive, I'm alive" y también mensajes más normales para el resto de la familia. Hace buen tiempo, pero no hace mucho calor. De lo que estoy seguro es que a nivel del mar, las montañas nevadas me parecen estar demasiado lejos.
La llegada, el transporte y el alojamiento
12h15 (hora local, una horas más que en Bélgica), el aterrizaje fue bien, pero faltaba encontrar un medio para llegar a Nicosia, situada mucho más al norte. Después de haber reservado dos días antes un autobús desde Kapnos, bastaba con pagar 8€ en el aeropuerto de Lanarca por un trayecto de unos 45 minutos. Existe también el mismo servicio desde el aeropuerto de Paphos, situado en el oeste de la isla, pero es más caro, cuesta 15€ (o 10€ si eres estudiante) y la duración es de una hora y media.
Bueno, que donde quiera que estés, es muy fácil llegar a la capital del país. ¡Qué comience el viaje! Las verdes praderas belgas de las que estaba acostumbrado ver son ahora sustituidas por tierra y rocas claras con tonos beiges, mientras que el paisaje está ahora adornado por palmeras, olivos y cipreses, una de las teorías del origen del nombre de Chipre ("Cyprus" en inglés). En la carretera seguimos la dirección "Lefkosia". Me pregunto si estoy en un autobús equivocado: entonces me explican que "Lefkosia" es en griego lo mismo que Nicosia en inglés. Existe también "Lefkoça" en turco. Así que sí, hay una parte turca en Chipre de la que hablaré más adelante en otro artículo.
Cuando llegué a la estación de Kapnos en Nicosia, cogí un taxi para que me llevara a mi residencia que se encontraba en "the Old Town" como la llamaba el taxista. Me dispongo a subirme al taxi, en el lado derecho, pero el taxista me hizo con un gesto que me cambiara de lado: en Chipre se conduce por la izquierda. El volante se encuentra ahora a la derecha, todo está invertido. Después de unos 10 o 15 minutos de trayecto, llegué a la calle de mi residencia. El taxi me costó unos 10€. La calle es bastante pintoresca con pintadas en griego.
Entonces me instalo en la residencia Apollonos Hall. Esta tiene un límite de 10 personas y el propietario acoge principalmente a estudiantes Erasmus. Cada habitación tiene su propio baño. La mía cuesta 250€ al mes ¡y es una de las más grandes! Nunca he encontrado un alojamiento parecido que esté tan bien en Bélgica. Hay también dos cocinas: una en la planta baja y otra en el primer piso, ambas muy bien equipadas. Hay un patio con una mesa y sillas a nuestra disposición, y una terraza donde hay dos sofás para que podamos disfrutar del buen tiempo, en pleno centro de la ciudad. Después de haberme instalado en la habitación, me di cuenta de que eran más de las 3 de la tarde... así que es hora de inspeccionar los alrededores y ¡encontrar un lugar donde pueda atiborrarme a comida y calmar mi sed!
Ledras Street es una de las calles comerciales más famosas de Nicosia y se encuentra a dos pasos de la residencia. Hay numerosos comercios y restaurantes. Recorrí toda la calle disfrutando del particular ambiente que reinaba: es mucho más tranquilo que la calle Neuve de Bruselas. Habían plantados mandarinos por todas partes. No tenía ni idea de donde quería ir a comer... y entonces es cuando veo el McDonalds. Mi primer pensamiento era buscar algo local y típico de aquí, pero es que tenía muchísima hambre para pensar de forma racional. Una vez dentro del McDonalds, decidí cortar la carne en dos y hacerme un "Greek Mac", es decir, los ingredientes de un Big Mac en un pan de pita, y esto no existe en Bélgica.
Ya vuelvo a la residencia. Es hora de llamar a mi familia y a mis amigos por Skype para darles mis primeras impresiones. Se va haciendo ya de noche y me doy cuenta de que cada vez va haciendo más y más frío. No hay estufas en mi habitación, solo hay un climatizador. Lo configuré para que echara aire caliente y miré el tiempo: estábamos a 0°C. Habrá que esperar unas semanas para que las temperaturas suban un poco. Y yo que había venido a Chipre para huir del invierno... ¡vaya tela!
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- Français: 25 janvier 2016
- English: January 25th, 2016
- Italiano: 25 gennaio 2016
¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?
Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!
¡Quiero crear mi blog Erasmus! →
Comentarios (0 comentarios)