De Bolonia a Salerno - Explorando Pompeya (6/9)

Pompeya

Cuando se viaja a Nápoles, una visita obligada debe ser a la grandiosa ciudad romana Pompeya. La mejor forma de llegar hasta allí es con la Circumvesuviana. Hay que coger la línea de tren azul, que lleva hasta Sorrento. Más o menos a la mitad de la línea se encuentra la parada de Pompei Scavi Villa dei Misteri, donde, a tan solo unos metros a la derecha según se sale, está la entrada a la ciudad. El viaje dura unos 30 minutos, pero lo cierto es que estos se hacen eternos, pues no corre apenas el aire y el tren va siempre llenísimo... ¡estuvimos como sardinas en lata! Tened cuidado y estad pendientes durante el trayecto, puesto que en el mapa del metro no aparecen por escrito todas las paradas. El precio del ticket para montar en el tren varía según la estación a la que nos dirijamos: para ir desde la Estación Central de Nápoles o Napoli Garibaldi hasta Pompei Scavi el precio de ida y vuelta es de 5, 60 €.

La compra de tickets para acceder a la ciudad arqueológica puede hacerse en la propia taquilla, pero os recomiendo haberlas adquirido con anterioridad online, pues suele haber menos gente en la cola para compras online. Una vez que se ha mostrado el pago impreso y se han adquirido las entradas originales allí, ya se puede recorrer las calles romanas de Pompeya. Si queréis visitar la ciudad, os aconsejo ir con ropa cómoda, agua bien fría y crema solar, porque apenas hay sombras y el sol, al menos en pleno julio, es abrasador.

Una calle de Pompeya

Pompeya es una ciudad muy grande y en el punto de información (en las taquillas), donde pueden también conseguirse audioguías, podréis haceros con un plano de la ciudad. Si estáis muy interesados en el Mundo Antiguo, necesitaréis por lo menos cuatro o cinco horas a conocer la ciudad y, aun así, ¡os faltarán algunos rincones por visitar!

En el Foro de Pompeya, con el Vesubio al fondo

El volcán Vesubio es uno de los volcanes más peligrosos de la Tierra y es conocido especialmente por el descubrimiento de las ciudades de Pompeya, Herculano, Oplontis y Estabia; ciudades romanas que quedaron sepultadas debido a una erupción volcánica precedida por un terremoto que comenzó el 24 de agosto del año 79.

Los habitantes de Pompeya encontraron un sueño eterno, quedando envueltos en una capa de piedra, plasmando para siempre el último instante de sus vidas. El suceso fue recogido por Plinio el Joven en sus Cartas a Tácito. Plinio el Joven observó la catástrofe desde Miseno, mientras su tío, Plinio el Viejo, movido por su curiosidad y ansias de saber, acudió en barco al lugar de los hechos:

“Pides que te escriba la muerte de mi tío (…) murió en la destrucción de unas hermosísimas tierras (…) Estaba en Miseno y presidía el mando de la flota. El día 24 de agosto en torno a las 13 horas mi madre le indica que se divisa una nube de un tamaño y una forma inusual. (…) Se apresura a dirigirse a la parte de donde los demás huyen y mantiene el rumbo fijo y el timón hacia el peligro, estando sólo él libre de temor, (…) Cuando volvió la luz (era el tercer día, contando desde el que había visto por última vez) se halló su cuerpo intacto, sin heridas y cubierto tal y como se había vestido. El aspecto era más parecido a una persona dormida que a un cadáver. (…)”

¿Qué acabó con la vida de los pompeyanos? Una cola de lava habría tardado hasta seis días en alcanzar la ciudad, por lo que les habría dado tiempo a escapar. También se consideró muerte por asfixia, pues una figura se muestra tapándose su nariz y boca con las manos; sin embargo, una persona que tiene una muerte agónica de asfixia, cae al suelo en cualquier postura y no se queda petrificada de esa manera por azar.

Granero con ánforas y figura tapándose su nariz y boca

Pompeya es la única ciudad antigua de la que se conoce de forma precisa su estructura topográfica, sin modificaciones posteriores. Cuando lleguemos a la ciudad romana, el primer lugar que atravesaremos será la Puerta Marina, a través de la cual se llega al Foro, centro de la ciudad, donde destaca una imponente escultura de un Centauro. Seguidamente encontraremos el Templo de Apolo.

La Puerta Marina, entrada a Pompeya

Al otro lado está la Basílica, donde tenían lugar los juicios y los negocios, y un poco más allá se encontraría el Templo de Venus, lugar que actualmente se está excavando. No obstante, el espacio sagrado más destacado en Pompeya es el Templo de Júpiter; aunque existen muchos otros, como el Templo de Vespasiano, el Santuario de los Lares, el Tempo de la Fortuna Augusta o el Templo de Isis.

El Templo de Isis

En cuanto a los mercados (macella), existen numerosas "tabernae" de comerciantes en distintas calles de la ciudad. Por otro lado, también sobresalen varias Termas, donde se pueden distinguir el apodyterium (vestuario), el frigidarium (piscina de agua fría), el tepidarium (piscina de agua templada) y el calidarium (piscina de agua caliente). Continuando con el ocio u “otium”, también había un prostíbulo en la ciudad, el lupanar, donde se hallaron varios frescos con escenas eróticas.

Interior de las Termas

Otro espacio público en Pompeya era el Foro Triangular, cerca del cual estaba el Teatro Mayor, donde, al menos según se indicaba en los carteles de la zona, pronto comenzarán a representarse festivales de teatro antiguo. Además, había un Odeón en el que se realizaban conciertos y pequeñas representaciones.

Vista del Teatro y otros vestigios pompeyanos

También destaca la Palestra, donde los jóvenes se ejercitaban en el arte de la gimnasia; lamentablemente, esta no estaba abierta al público. Un poco más lejos se encontraba el Anfiteatro, el cual es el más antiguo que se ha excavado.

El Anfiteatro de Pompeya

Pasando al ámbito privado, existen varias casas en Pompeya que pueden visitarse y que conservan mosaicos y frescos. Tal es el caso de

• la Casa del Poeta, donde se encuentra el mosaico de un perro atado y la inscripción "cave canem";
• la Casa del Fauno, donde se encontró el mosaico de Alejandro Magno;
• la Casa de los Vetii, que cuenta con muchas pinturas mitológicas;
• la Casa de Venus, donde aparece la diosa surcando el mar sobre una concha con dos amorcillos;
• la Casa de Menandro, que cuenta con pinturas que se refieren a la Ilíada;
• la Villa de los Misterios, donde aparecen representados los Misterios Dionisíacos junto con Dioniso y Ariadna.

Detalle en la Casa del Fauno

Además, se puede comer en el recinto y hay diversos puntos de reciclaje y basuras para no ensuciar este espacio, Patrimonio de la Humanidad. También se puede encontrar un establecimeinto de comida rápida y bebidas en el centro de la ciudad, justo al lado del foro. En cuanto a los aseos, estos tan solo están a la entrada, en la taquilla.

El único inconveniente de Pompeya es que algunas casas y espacios están cerrados al público a algunas horas del día: unos abren únicamente por la mañana, mientras que otros solo son accesibles a partir de las 13:45 de la tarde.

Para volver de la ciudad de Pompeya a Nápoles hay que ir al andén o binario 2, donde los trenes que van hacia Napoli pasan cada 20 o 30 minutos. ¡No os olvidéis de validar antes los tickets!

Siguiente parada: Herculano

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