Eurotrip #4: Milán y Turín
¡Hola de nuevo!
Tras un breve parón por las vacaciones navideñas, vuelvo para contar el viaje a Milán que hice a finales de noviembre, con el objetivo de visitar a una amiga del colegio que está de Erasmus en esta ciudad italiana.
He de decir que ya había visitado Milán con mi familia en 2010, por lo que no tenía la necesidad de volver a ver todos los lugares y monumentos turísticos de la ciudad, por lo que me dediqué más bien a pasar tiempo con Ana y sus amigos del Erasmus.
Inicialmente no sabía si iba a poder visitar a mi amiga, ya que los vuelos directos Bremen-Milán de Ryanair sólo funcionan durante el verano. No obstante, encontré un vuelo desde Hamburgo por 50€ (ida y vuelta), por lo que 3 días después de volver de Berlín me planté en Hamburgo con Milán como destino. Para aquellos que vivan en Bremen, debéis saber que pese a que el tren a Hamburgo es gratuito con el Semesterticket, debéis pagar 3´20 € para ir desde la estación de tren hasta el aeropuerto.
Asimismo, una vez aterrizado en el aeropuerto de Milán-Malpensa y con un retraso de 2 horas, tuve que pagar 14€ por un billete de ida y vuelta hasta la estación central de Milán (8€ sólo ida). De esta manera, aunque el vuelo costase sólo 50€, el precio real de viajar a Milán desde Bremen fue de unos 70€.
Desde la estación central de Milán cogí el metro hasta la casa de mi amiga, en la zona de Porta Romana. Compré un ticket de 10 viajes de metro por 13´80€, con el que ahorras un poco, ya que cada billete individual vale 1´50€. Tras llegar a casa de Ana, el bonito reencuentro y un buen plato de pasta, estaba preparado para ver que tenía Milán para ofrecerme. Lo primero fueron las geniales compañeras de piso de Ana, dos riojanas y dos mexicanas que comparten con Ana un bonito piso abuhardillado en un antiguo edificio milanés.
Esa misma noche (era viernes), las vecinas francesas de Ana montaban una fiesta en su piso, por lo que al poco de llegar ya estábamos calentando motores con un beerpong en casa de Ana. Además de las 5 inquilinas del piso, dos amigos mexicanos, una sevillana y un alemán se unieron a nosotros. Todo esto degeneró en una noche muy espectacular cuyos detalles prefiero reservarme ante la lectura por parte de mi madre de este post. Un beso, mamá.
La vida nocturna de Milán es muy animada, ya que al ser una gran ciudad puedes salir todas las noches de la semana (y más siendo Erasmus). Mi amiga Ana me ha pasado muy amablemente este "calendario del desfase" semanal:
- Lunes: fiesta Dirty Monday en la zona de Navigli.
- Martes: fiesta en Hollywood (parada de metro Garibaldi)
- Miércoles: fiesta Erasmus en Old Fashion (Parco Sempione) y música rap en The Club (metro Moscova), donde van los italianos.
- Jueves: fiesta Erasmus en The Club, aunque la gente italiana va a Old Fashion (al revés que los miércoles).
- Viernes: todo el mundo va a Alcatraz (Via Valtellina).
- Sábado: fiesta en Le Banque o salir de cervezas por la zona de Navigli, especialmente en una bar llamado La Fontanella.
- Domingo: cervezas en la zona de Navigli o fiesta Uptown (música negra) en Old Fashion.
Como era viernes, esa noche fuimos a Alcatraz, que costaba 10€ con dos copas. Había muchísimo ambiente y la música estaba muy bien, aunque era bastante comercial, prácticamente igual que en cualquier discoteca española o alemana de música comercial. Como digo, me lo pasé muy bien, aunque mejor no entrar en detalles.
Al día siguiente, aparte de resaquear, comer comida italiana y beber vino, lo único que hice fuera del piso fue ir a un aperitivo de chocolate con Bea (la sevillana) y Marisa (una de las mexicanas), al que al final no entramos ya que no teníamos entrada gratis como pensábamos. El aperitivo, pese a llamarse igual que en español, es una especie de fiesta muy típica en Italia que se celebra por la tarde-noche. Se basa en que los bares ponen un buffet de comida, normalmente gratuito, para el cual sólo tienes que pagar la bebida.
Como he dicho antes, yo ya había estado en Milán, por lo que Marisa, Ana y yo decidimos cogernos un tren el domingo e ir a Turín. Esta ciudad fue la segunda opción que puse en mi lista de preferencias al hacer la solicitud Erasmus, por lo que me apetecía bastante visitarla y conocer la que podría haber sido mi ciudad durante un año. Yo había visto billetes por 18€ (ida y vuelta) con ItaloTreno, pero cuando fuimos a comprarlo el sábado vimos que había subido mucho el precio, por lo que al final compramos los billetes con TrenItalia por 24´90€. La verdad es que puede parecer caro para pasar poco más de 6 horas en Turín, pero la verdad es que mereció mucho la pena.
Llegamos a la estación de Porta Susa a la 1 del mediodía, tras 1 hora y 50 minutos de tren. Aunque estaba haciendo un fin de semana frío, con mínimas de 1ºC, hacía un solazo mediterráneo que mucho había echado de menos en Bremen. Fuimos caminando por la Via Cernaia hasta la Piazza Solferino, donde nos encontramos un mercadillo navideño de temática alemana, con doscientos tipos de salchichas y codillos a la brasa esperándonos. Sí, puede parecer absurdo, pero fui a Italia desde Alemania para acabar comiendo comida alemana.
Desde allí continuamos nuestra visita a Turín por la Via Pietro Micca hasta la preciosa Piazza Castello, donde se encuentran el Palazzo Madama, el Palazzo Reale di Torino y otra gran cantidad de monumentales edificios. Es muy curiosa la morfología del Palazzo Madama, con aspecto de palacio en su fachada hacia la Piazza Castello, pero con apariencia de castillo en el resto de fachadas. La ciudad entera está formada por calles adoquinadas surcadas por las vías que recorren viejos tranvías amarillos, flanqueados por señoriales edificios con soportales, todo en una italianísima gama de ocres, marrones y grises. Además, la ciudad es de fundación romana, por lo que resulta muy fácil orientarse en la cuadrícula perfecta que articula el centro histórico.
Desde la Piazza Castello nos acercamos a la Piazza San Giovanni, donde se encuentra la catedral del mismo nombre y las ruinas de la muralla romana, con la Puerta Palatina como testimonio del origen de la ciudad. Después caminamos en dirección del río Po por la Via Giuseppe Verdi y la Via Po, parando a ver la Mole Antonelliana, una gigantesca torre de 168 metros de altura que domina la ciudad y alberga el Museo Nacional del Cine.
Al final de la Via Po se encuentra la Piazza Vittorio Veneto, que da paso a un puente sobre el río, tras el cual está la Chiesa della Gran Madre di Dio, pequeña iglesia inspirada en el Panteón de Roma que culmina la perspectiva de la Via Po. Desde allí comenzamos a subir a la colina de la iglesia de Santa María del Monte, ubicada junto al río y desde la que se encuentra una de las vistas más bonitas que he visto jamás.
La ciudad de Turín se encuentra a los pies de los Alpes, por lo que esta bonita cordillera se presenta como telón de fondo a la vista de la ciudad desde esta colina. Pese a que todavía era noviembre, las cumbres alpinas se encontraban ya cubiertas por la nieve, cosa que para todo sureño como yo siempre produce una especial emoción. Además, la vista de los tejados marrones de Turín con el río Po a los pies era sencillamente espectacular. El año pasado en Cartagena tenía un profesor de Proyectos (José Laborda) que nos subió un día a lo alto del cartagenero Castillo de la Concepción a ver la "quinta fachada" de la ciudad, es decir, la visión de los tejados y azoteas. Según él, las ciudades muestran realmente cómo son en la quinta fachada, puesto que la gente tiende a poner en los tejados lo que no quieren que se vea desde la calle, mostrando así la verdadera cara de la ciudad. Precisamente por esto nos dijo que como estudiantes de Arquitectura deberíamos intentar siempre subir al punto más alto de las ciudades que visitáramos, cosa que desde entonces trato de hacer.
Tras pasar un buen rato admirando este mágico lugar, bajamos de la colina, volvimos a cruzar el río y fuimos hacia el Parco del Valentino, un parque a orillas del Po que estaba lleno de gente paseando y practicando deporte. En ese mismo parque se encuentra la escuela de Arquitectura del Politécnico de Turín, escuela en la que habría estudiado si en vez de a Bremen me hubiese ido de Erasmus a Turín y que se encuentra en un impresionante palacio del siglo XVII. Es increíble ver las instalaciones y localizaciones que tienen las escuelas de Arquitectura europeas, y más increíble aún compararlo con mi escuela en Cartagena. Lo peor es que no es que mi universidad (la UPCT) no tenga edificios bonitos y de calidad, que los tiene (el Hospital de Marina, el Cuartel de Infantería Marítima o el Cuartel de Antigones), pero el edificio en el que nos encontramos nosotros es realmente horroroso.
Por último nos dirigimos hacia la zona de Piazza San Carlo, en la que había un mercadillo navideño de chocolate. Toda esta zona está formada por calles peatonales con muchísimo comercio (y de nivel, con todas las marcas de lujo habidas y por haber) y llenísimas de gente, con un ambiente callejero envidiable. Tras esto cogimos el tren de vuelta a Milán en la estación de Porta Nova.
He de decir que Turín me sorprendió muchísimo, ya que no me esperaba ni que fuera tan bonita ni que tuviera tanta vida y ambiente callejero. Además, he conocido hace poco a gente que ha estado de Erasmus en Turín y me han dicho que es una ciudad increíble, con muchísimas cosas por hacer y un gran ambiente musical. La verdad es que esta visita me dejó con la curiosidad de cómo habría sido mi Erasmus en esta ciudad, pero si algo bueno tiene que tu carrera sea más larga que las demás es la oportunidad de realizar más becas de movilidad. ¿Futuro Erasmus en Turín? Nunca se sabe...
De vuelta a Milán, decidimos salir esa noche e ir a una fiesta de música negra en un club llamado Old Fashion. Después de empezar a beber en el piso de Ana, fuimos a coger el tranvía para llegar al club, que estaba bastante lejos y teníamos que hacer trasbordo. La entrada costaba 1€ antes de las 00:30, pero cuando fuimos a hacer el trasbordo perdimos el bus, por lo que llegamos bastante más tarde. Después de que el simpático portero cubano nos pretendiese cobrar 15€ a mí y 10€ a Ana y Marisa (odio que pongan este tipo de diferencias entre hombres y mujeres), nos negamos a pagar tanto por entrar y nos fuimos en busca de algún plan alternativo. Como era domingo y no había casi nadie por la calle, acabamos haciendo el tonto en la Galleria Vittorio Emanuele II y la Piazza del Duomo.
El lunes, mi último día de viaje, dimos una vuelta por la zona del Duomo, esta vez de día, y después decidimos ir a visitar el Cementerio Monumental de Milán, ya que todos habíamos visto ya el resto de lugares de interés de la ciudad. No obstante, cuando llegamos descubrimos que el Cementerio estaba cerrado ese día, por lo que recomiendo comprobar en internet los horarios de apertura. Desde allí nos acercamos caminando a la zona de Chinatown, en la Via Paolo Sarpi, donde entramos a un supermercado y compramos productos chinos (noodles asiáticos, refresco de sandía, Oreo de fresa, cacahuetes con wasabi y queso... ). Después de esto nos volvimos al piso, puesto que yo tenía que trabajar un rato para una presentación que tenía esa semana en Bremen y levantarme al día siguiente muuuuy pronto para coger el vuelo de vuelta a Alemania.
Como he dicho al principio, no fue un viaje de turistear, patearme la ciudad y descubrir todos los rincones posibles (salvo el día en Turín); ya que el objetivo de este viaje era ver a mi amiga Ana, pasar tiempo con ella y conocer cómo estaba siendo su Erasmus, además de que tenía recientes dos viajes muy intensos (Francia y Berlín). Es verdad que Milán es una ciudad muy bonita, pero tiene algo que no me termina de convencer (a veces me pasa con los sitios y no sé explicar la razón), pero también es verdad que me lo pasé muy bien, hice muy buenas amigas con los amigos de Ana y fue un fin de semana repleto de momentazos memorables.
Como siempre, espero que os haya gustado y muchas gracias a todos los que estáis siguiendo este blog.
¡Arrivederci!
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: Eurotrip #4: Milan and Turin
- Português: Eurotrip #4: Milão e Turim!!
- Français: Eurotrip #4 : Milan et Turin
- Italiano: Eurotrip #4: Milano e Torino
¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?
Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!
¡Quiero crear mi blog Erasmus! →
Comentarios (0 comentarios)