¡¡Hola a todos!! En esta publicación os quiero hablar del trekking que he hecho hoy en la ciudad de Mendoza. Hemos subido un cerro. Un cerro es una montaita pequeña, en este caso, 1670 metros sobre el nivel del mar, pero no lo hemos subido desde el nivel del mar, si no desde su base.
Dificultad
Es iun trekking muy accesible para todos los públicos pues no lleva mucho tiempo, es muy sencillito. Lo hemos subido en una hora larga yendo a un ritmo intermedio, ni parándonos todo el tiempo ni yendo muy rápido, por lo que no es muy largo, lo que sí, es muy empinado, hay cuestas que realmente cuestan.
Ubicación
Se encuentra en el norte de la provincia de Mendoza, en el Challao- Las Heras (uno de los tantos departamentos en lo que se divide la ciudad) e indica el inicio de la zona de montaña. Primero están los pequeños cerritos como este y luego van aumentando, pre-cordillera y finalmente cordillera. Otro cerrito cercano se encuentra en el barrio vecino Dalvian, uno de los mejores barrios de la ciudad, la cosa es que es privado por lo que solo pueden entrar los residentes. Pues ahí hay otro cerrito pequeño desde donde se puede avistar toda la ciudad, unas vistas preciosas, se sube en nada, tres minutos en coche, por lo que si hacéis algún amigo de ese barrio, pedirle sin duda que os lleve a subir este otro cerro.
El cerro del arco está genial, a catorce kilómetros de la ciudad, tiene muy fácil acceso, llegamos en autobús sin ningún problema, una media horatarda, depende del bus que agarres. Hay que coger uno que vaya dirección El Challao (300, 301, 302 seguro van) y pregunta siempre al conductor si pasa por el cerro de arco por si a caso.
Aquí llegamos al bajarnos del bus. Seguimos esta recta hasta que una salida hacia la derecha nos indique la dirección dle cerro de arco.
Pasan cada poco, tanto para ir como para volver a penas estuvimos esperando cinco minutos. Para volver tuvimos que coger el 300. frente a una construcción que se vende. La parada para volver no está señalizada, es una carretera en medio de la nada. Tuvimos la suerte de poder preguntar a un autobús que estaba allí parado justo en ese momento.
Señalización
Para subir al cerro no tiene pérdida ninguna. Yo no quería ir sola porque pensaba que allí en medio de la montaña me perdería pero está todo súper bien señalizado, además es solo un camino el que hay que seguir, no hay bifurcaciones.
Parking
Abajo hay un parking donde poder dejar el coche.
Realmente el camino por el que se sube es amplio, cabe un coche perfectamente, pero el terreno es muy aparatoso, no lo puede subir cualquier coche, por lo que si vais en coche de alquiler tener cuidado, es más apto para furgonetas.
Parapentes
Allí cerca de la base hay un club de parapentistas que suben con la furgoneta al cerro y se tiran desde allí.
El ambiente
Suele haber gente, es un cerro muy conocido. Hay quien lo sube andando, corriendo o incluso en bicicleta, todo un mérito pues como ya he dicho hay bastante pendiente. Incluso hoy siendo entre semana encontramos gente, pero sobre todo son los fines de semana, está llenito.
El paisaje es desérticoya que a pesar de lo verde que es el centro de la ciudad, Mendoza se encuentra en medio de un desierto y su vegetación autóctona es la típica de un paisaje desierto, verde más bien poco.
El clima fue ideal (estamos a mayo), unos veinte grados, igual algo menos pero daba sensación de más porque pegaba el sol e íbamos haciendo esfuerzo, llegamos a la cima sudando, íbamos con pantalones y camisetas de manga corta, por lo que no quiero imaginar subirlo hace un mes cuando las temperaturas eran más altas. Aunque esto realmente no es normal, en mayo otros años aquí en Mendoza ya había llegado el frío (porque aquí estamos en otoño ahora), pero con esto del cambio climático se está notando mucho, los veranos duran bastante más.
Las vistas
Lo mejor de todo son las vistas mientras vas subiendo y como no las de arriba del todo desde donde se puede ver toda la ciudad de Mendoza de norte a sur y hacia el lado opuesto a lo lejos se ve la cordillera e incluso avistamos un punto con nieve.
Arriba del todo está llenito de antenas, por lo que el sitio es bien feito además de pequeño (la cima). Pero entre todo ese caos conseguimos hacernos un huequito para descansar y comer algo antes de iniciar el descenso.
Este cartelito estaba allí arriba entre las antenas escondidito.
Al llegar pensamos que no había nada, pero vimos que se podía pasar al otro lado (al de las vistas de la ciudad) por una pequeña vereda y llegar hasta este cartel (el sitio más bonito de la cima).
El descenso
El descenso igual lo hicimos más rápido, menos de una hora (pero casi). Un poco molesto bajar para las rodillas y bueno, más de una vez nos resbalamos porque la pendiente es mucha y la arenilla te hace resbalar, hay que ir con cuidado.
Y bueno, llevad mucha agua fresquita y algo para picar al llegar arriba mientras disfrutáis de las vistas.
No necesitaréis dedicarle mucho tiempo, nosotros cogimos el bus a eso de las once y media de la mañana y antes de las cinco ya estábamos en casa y eso que lo hicimos con calma, paramos una media hora o más en la cima.
¡Lo recomiendo!