¡¡Hola a todos!! En esta ocasión os quiero hablar de un día muy divertido en la montaña durante mi intercambio en Mendoza.
¿Quién organiza la excursión?
Era de los primeros días en Argentina, no llevaba ni un mes. Era una excursión organizada para los intercambistas y se realiza todos los años.
En Mendoza hay muchas universidades, no es que lo organizara ninguna universidad, si no uno de los chicos que más o menos se encargan de ayudarnos, era guía turístico, y la verdad que muy bueno. Él mismo organizó la excursión con ayuda de Marcos, que es como el principal que organiza todas las actividades para los intercambistas. Todas estas actividades son siempre publicadas por un grupo grande de WhatsApp de intercambistas de Mendoza o bien por la lista de difusión de Marcos, por lo que siempre somos todos intercambistas, a no ser que alguien quiera invitar a alguien de fuera que será también bien recibido, como fue el caso de mi madre, que coincidió que estaba aquí de visita y vino a la escursión de alta montaña.
Precio
Novecientos cincuenta pesos argentinos (unos veinte euros).
¿Qué incluía?
- Dique potrerillos
- Villa de Uspallata
- Los penitentes
- Cementerio de los andinistas
- Puente del Inca
- Mirador de Aconcagua
- Las cuevas y límite con Chile
Con transporte incluído.
En principio estaba convocada para dos días (diecisiete y veinticuatro de marzo) pero el primer día se anuló por cuestiones meteorológicas por lo que solo se hizo el segundo día, el día veinticuatro de marzo, el domingo justo antes de empezar el curso en mi universidad de acogidad, la Universidad de Mendoza.
El día de la excursión
Ese día quedamos bien tempranito para aprovecharlo al máximo, a las siete y media de la mañana nos estaban recogiendo en la primera parada, en la Universidad de Congreso, ya que hacía varias paradas según donde habíamos dicho que estábamos viviendo. Se pagó con anterioridad y cada uno indicó su dirección, así organizaron para poner tres puntos de recogida diferentes para que nos viniera bien a todos. El viaje fue de casi una hora hasta la primera parada: el dique potrerillos.
En un principio, el nombre "excursión de alta montaña", da a entender que tienes que ir medianamente preparado para andar por la montaña, pero para nada fue así, el recorrido fue absolutamente en autobús, bajándonos solo en los puntos indicados anteriormente, por lo que cada de rutas y caminatas, podríamos haber ido con chanclas si hubiésemos querido, pero allí estábamos todos, preparados con botas de montaña para nada.
El clima en la montaña
Era marzo, inicio del otoño en Argentina, se acababa de ir el verano, por lo que aún reinaba una calor fuerte, pero eso en Mendoza, en la montaña, a una media hora de la ciudad esto no es así, la temperatura disminuye, y además hacía un viento increíble, frío y un poco molesto, había que ir medianamente abrigados, como para unos diez-quince grados. A pesar de ello, disfrutamos mucho.
Dique potrerillos
Un paisaje espectacular. Justo antes hay un túnel, y saliendo del túnel se va divisando una de las postales más representativas de la ciudad de Mendoza, un hermoso dique gigantesco, hermoso, ¡inevitable no fotografiarlo!:
(es más bonito de lo que se ve, soy una mala fotógrafa)
Allí hicimos la primera parada, estaba un poco nublado, era temprano aún. Fue mi primera y última vez en potrerillos, no lo disfruté lo suficiente, espero volver y disfrutarlo antes de mi regreso a España.
El baño está prohibido porque por lo visto el suelo es un poco peligroso y puedes quedar atrapado, pero mucha gente se baña sin problemas cuando hace calor.
Parada antes de continuar
Como nos quedaba un ratito en el autobús, después de la parada en potrerillos volvieron a parar en una estación de servicio que había en la montaña. Allí pudimos comprar algo de comer y hacer pis. Ya se veía que allí hacía mejor tiempo, aunque hacía frio, el sol estaba por fín fuera brillando.
Percance
Para quien no lo sepa, Mendoza se encuentra en frontera con Chile, concretamente con Santiago, la capital. Esa carretera de montaña por la que estábamos yendo era la que comunicaba ambos países por lo que muchos camiones la cruzan diariamente. Por lo visto, nos contó el guía que mucho camiones que llegaban llenos desde Brasil a Chile, después volvían vacíos y cogían mucha velocidad, por lo que los accidentes eran algo común. y efectivamente eso nos encontramos, la carretera cortada por un accidente de camión. Después de esperar algunos minutos decidieron retroceder y esperar en un lugar bonito hasta que nos dieran el aviso de que se abriera la carretera. Por lo visto el año pasado ocurrió lo mismo y estuvieron esperando dos horas.
Este fue el lugar donde estuvimos esperando:
Era todo verde. Por fortuna, no tuvimos que esperar más de una hora. Allí también había un riachuelo donde aprovechamos para quitarnos los zapatos y sentir el agua fresca de los glaciares en nuestros pies:
Volvimos de nuevo a nuestra ruta, pero habíamos perdido una valiosa hora de nuestro día en alta montaña, por lo que el guía tuvo que reprogramar la ruta. Fuímos a ver el Aconcagua, el punto más alto de sudamérica, casi siete mil metro de altura, donde más de un andinista (no alpinista, esos son los de los Alpes en Europa) había perdido la vida en su intento por llegar a lo más alto. Lo más peligroso es el glaciar del polaco, que está en esta montaña y que hay que pasar si quieres llegar al pico. En su alrededor hay otros muchos picos de cinco e incluso seis mil metros de altura, es el punto donde se encuentran los picos más altos de la cordillera de Los Andes, a medida que se avanza hacia el sur, la cordillera va perdiendo altura. Es por eso que esta zona es más seca, con los picos tan altos la humedad no llega a mendoza, sin embargo si nos vamos a la Patagonia (sur de Argentina), es todo húmedo y verde. Es precioso verlo desde arriba cuando cruzas la cordillera en avión.
No sé como sería el otro sitio desde el que veríamos el Aconcagua, supongo que mejor, pero este tampoco estaba mal. Veíamos el Aconcagua a treinta kilómetro de distancia pero parecía que estuviese ahí al lado:
Ahí se ve lleno de nieve, tan imponente.
Durante la excursión vimos en varios puntos mucho plástico junto, parece una guarrada, pero está así a propósito, la gente lo deja queriendo, es como una ofrenda a la difunta cuerda, una de las leyendas mendocinas.
Cuarta parada
En la cuarta parada paramos en las viejas vías de un tren que ya no existe, no hay trenes en Argentina por culpa del anterior gobierno, una pena.
Allí teníamos la posiilidad de entrar en un museo que valía no más de ochenta pesos (euro y poco), pero no estaba el encargado para abrirnos. Imagináos allí un museo en medio de la montaña. Dimos un paseo pues por allí, era bonito, todo desértico. También había un albergue pequeñito al que pudimos entrar:
A comer
De ahí, por fín nos fuímos a comer. Nadie llevó su comida, menos mal, porque el sitio al que nos llevaron estaba muy bien. Era justo en la frontera con Chile, antes de pasar la Aduana claro. Había como un arco y allí dentro estaba el restaurante:
Era buffet libre, podías comer lo que quisieras por solo trescientos cincuenta pesos (unos siete-ocho euros):
Y con unas vistas espectaculares de la montaña:
Allí al lado había uno de los muchos refugios de hace muchísimos años, nos encontramos varios. Eran pequeñas cuevas de piedra que antiguamente servían para cobijar en la noche a aquel que viajaba por allí en caballo:
De ahí ya íbamos de vuelta.
Puente del Inca
A la vuelta también hicimos un par de paradas.
Un puente natural por el que ya no se puede pasar, está prohibido, cerrado al público. Antes si se podía pero como todo el mundo se quería llevar algo de él, se comenzó a debilitar y lo tuvieron que cerrar. Ahora se puede ver tan solo desde esta perspectiva, desde lejos. Por él pasó el ejército de San Martín, que liberó a sudamérica de los españoles. En este punto fue donde más viento hizo.
Allí se veía que era más turístico, muchos puestos de souvenirs e incluso una persona que se ofrecía a hacerte fotos con una cámara buena.
El cementerio de los andinistas
Por último, fuimos a ver el cementerio de los andinistas, un lugar muy bonito a la vez que triste. Ahí están enterrados muchos andinistas y alpinistas de todo el mundo, que muerieron en la montaña o por otros motivos. Hay placas con dedicatorias bien bonitas, me pareció un lugar muy triste, la mayoría son personas que murieron jóvenes, chicos de veintipocos años que perdieron la vida haciendo lo que más les apasionaba.
Y de ahí ya fuimos de vuelta, un largo y bien aprovechado día en alta montaña. Como tres horas de vuelta a Mendoza desde allí, llegamos a las nueve de la noche más o menos.
Durante la excursión vimos un Condor, el pájaro más grande del mundo y el que vuela más alto, típico de Argentina. Con las alas abiertas puede llegar a medir tres metros y de alto puede llegar al metro y medio. Se dedica a planear aprovechando los vientos más que a volar y el macho es el más lindo, las hembras suelen ser más pequeñas. Es un animal solitario. El macho cuando muere va muy alto y se deja caer, sin embargo la hembra no, busca otro macho.
Otro animal autóctono que también podéis ver en este entorno son los guanacos, que son como llamas, pero a diferencias de éstas, los guanacos no salen corriendo y suelen ir en manadas de unos veinte, pero no tuvimos la suerte en esta ocasión.
En definitiva, es una excursión que realmente se puede hacer con otras compañías, hay mil, o incluso que se puede hacer con el propio vehículo, pero claro, algo muy importante de esta excursión fue el guía, era buenísimo, nos contaba constantemente datos muy curiosos e interesantes, lo hacía muy ameno, además el precio estaba muy bien, dificilmente creo que se pueda encontrar algo así a ese precio, por lo que si eres intercambista en Mendoza, no dudes en hacer esta excursión. Además, más adelante se hará también la misma excursión pero en invierno, con todo lleno de nieve y con la posibilidad de esquiar, ya os la contaré, Mendoza es una ciudad maravillosa.
