Descubriendo una pequeña ciudad de Italia: Matera

La famosa ciudad

Si estás en algún lugar cercano a la costa sureste de Italia, te recomiendo que alquiles un coche y te vayas a pasar el día en Matera. Esta ciudad es bastante antigua y es conocida por ser uno de los lugares donde se han grabado muchas películas, la más conocida La pasión de Cristo.

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La imagen que acabamos de ver representa la escena de la crucifixión, con vistas a las antiguas cuevas de la montaña, que están al otro lado de la capital nada más cruzar el barranco de Matera.

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Esta película, dirigida por Mel Gibson, es un icono no solo para los cristianos, sino que todos pueden apreciar también lo conmovedora e impresionante que es. Para mí, lo más impactante de la película es que la mayor parte de los diálogos son en arameo, la antigua lengua semítica que hablaba Jesús.

La principal razón por la que Matera se utiliza como escenario de varias películas, es su gran semejanza con Jerusalém. Probablemente se deba a que Matera la tercera ciudad más antigua del mundo que lleva más tiempo deshabitada (aproximadamente desde el año 15 000 a. C. ), lo que implica que la arquitectura de piedra que tiene es muy antigua y hace que para el espectador sea más fácil creer que se asemeja al Oriente Medio de la época.

Esta imagen muestra una vista panorámica de la ciudad italiana de Matera.

Matera en diciembre

Yo visité la ciudad en diciembre, no es tan mala época como uno puede pensar, porque es durante este mes cuando realizan una representación navideña muy conocida, que se ha convertido en una atracción muy popular tanto para turistas como para locales.

Por la noche, a lo largo de toda la ciudad, puedes ver fragmentos en los que se actúa representando algunas escenas de la Navidad. Si quieres verlo todo tienes que pagar, pero esta escena en concreto que vi yo (en la imagen previa) era gratuita. Tan solo duraba unos minutos, pero los trajes eran muy bonitos y merecía la pena quedarse a verlos.

Mientras vas paseando por la calle durante este fría estación del año, querrás pararte en los puestos de los vendedores ambulantes y comprar castañas asadas, nueces confitadas y otra serie de productos que te mantendrán satisfecho mientras sigues dando un paseo por la antigua ciudad.

Hay muchas tiendas muy interesantes y en las que puedes entrar, muchas de ellas son tiendas artesanales, en las que los artistas venden sus propios productos. Yo entré y disfruté tan solo echando un vistazo y explorando por la tienda. Había una tienda concreta que en el interior tenía una pequeña ventana que daba a una especie de habitación con aspecto de cueva que en el medio tenía un cubo colgado. La idea era tirar monedas e intentar que estas entraran dentro del cubo, “el cubo de la suerte”. Evidentemente, había mucha gente que había probado suerte, pero a juzgar por el suelo lleno de monedas, solo eran unos pocos los afortunados que habían encestado.

Esa fue la parte de viaje que más me partió el corazón. Mi mano podía traspasar el hueco de la venta, pero no estaba ni remotamente cerca de alcanzar las monedas esparcidas por el suelo. Estaba tan cerca, frente a mis propios ojos, y a la vez tan lejos... Si no hubiera habido nadie a mi alrededor, me habría colado por la ventana llenando toda mi mochila de dinero. ¡Estaba ahí tirado! De acuerdo, es probable que es dueño de la tienda lo recoja de vez en cuando, pero aún así, dolía tan solo de verlo, tanto dinero “sin reclamar” en un mismo sitio. Tal vez estaba destinado a ser un pirata.

Las cuevas

Si eres físicamente capaz y te gusta lo relacionado con la naturaleza, te recomiendo ir a ver las antiguas cuevas de Matera. Las cuevas se pueden ver desde la parte principal de la ciudad, a través del barranco y bordeando el lado opuesto de la montaña, vistas desde lejos como pequeños agujeros redondos hechos en la roca. Estas cuevas fueron habitadas por personas desde los tiempos del Paleolítico hasta finales de la década de 1950, hasta que finalmente tuvieron que ser evacuadas a causa de terribles situaciones que tuvieron lugar. Desafortunadamente con unos tiempos tan cambiantes, la civilización de Matera se convirtió en un barrio marginal, y las personas que vivían allí vivían en la pobreza extrema.

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Desde el exterior, las cuevas parecen simples agujeros de piedra de hobbit tallados en la ladera de la montaña; pero en realidad, los diseños que abarcan estas paredes exteriores son extremadamente intrincados: los túneles conectan las casas y los pozos de agua por dentro, y las paredes interiores y la arquitectura son bastante artísticas. Aparentemente, esta vista desde el exterior no es más que la punta del iceberg.

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En la foto de arriba, puedes ver la vista de la ciudad de Matera desde el interior de una de las cuevas al otro lado del barranco.

La historia reciente de estas cuevas cuenta que en la década de 1900, las personas que vivían allí no tenían acceso ni agua corriente ni calefacción de ningún tipo, y muchas sufrieron y murieron de distintas enfermedades e incluso de hambre. En realidad, hasta hace poco, toda la ciudad de Matera era vista como "la vergüenza de Italia" porque era muy pobre. Y sin embargo, ahora, Matera es considerada una joya, nombrada Patrimonio de la Humanidad en 1993 por la UNESCO, y establecida como Capital Europea de la Cultura en Italia en 2019. Ahora, las antiguas cuevas ya no están consideradas como barrios marginales; los turistas van allí y pagan para poder alojarse en uno de los hoteles de la cueva. ¡La transformación de la ciudad y su reputación es increíble!

Si decides visitar las cuevas, asegúrate de tener tiempo suficiente para caminar por la empinada colina / montaña, cruzar el puente, subir al otro lado, ver las cuevas y hacer el mismo recorrido de vuelta a la ciudad para regresar antes de que se ponga el sol. No hay luces a lo largo del camino, por lo que si ya está oscuro y aún no has vuelto, las cosas podrían complicarse un poco.

En esta imagen, puedes ver cómo es el sendero de la montaña. Es importante traer zapatos que sean buenos para andar y poder caminar por el sendero empinado y desigual (bajando y subiendo las montañas, dos veces). Nosotros caminamos por el sendero de la montaña (viniendo del lado derecho de la imagen), dejando el barranco a nuestro lado izquierdo, aunque no se puede ver en esta imagen en particular. Continuando por este camino, llegamos al puente (puedes verlo aquí), que cruza el barranco y conecta las dos bases de las montañas. Cruzamos el puente pero por desgracia tuvimos que terminar nuestro viaje allí y dar media vuelta.

El sol estaba a punto de ponerse, o tal vez ya se había puesto, y ni siquiera habíamos llegado a la segunda montaña que había que pasar para llegar hasta las cuevas. Tenía muchas ganas de continuar, pero sabía que veinte o treinta minutos después ya estaría demasiado oscuro y habríamos necesitado al menos una hora o más para completar nuestro viaje y poder admirar las cuevas. Hubiera sido imposible sin luz. Me decepcionó bastante, pero me prometí a mí mismo que la próxima vez que volviera a la ciudad (¡espero que sí! ), mi prioridad sería ver las cuevas y comenzar la caminata temprano por la mañana para asegurarme de tener tiempo suficiente.

En cualquier caso, si estás en el puente y puedes continuar con el recorrido, no tienes más que acabar de cruzarlo y seguir por el camino hacia las cuevas del otro lado. Es bastante agotador, yo no paraba de resoplar y eso que solo hice la mitad del camino, ¡sobre todo porque no había hecho ejercicio en mucho tiempo! En la parte superior de esta imagen que se muestra arriba, puedes ver la iglesia asentada en la montaña. Por dentro es pequeña, pero se está muy tranquilo y en calma.