"Ila ma ta2dar tkun najma fe ssem, tkun daw l darak"/ "Si no puedes ser una estrella en el firmamento, sé una lámpara en tu casa
Cruzando la frontera
Pues ya esta hecho, hemos cruzado la frontera. Es la primera vez que cambio de continente andando. Un paso antes, estaba en Europa, en Ceuta, ciudad autónoma de España que forma un enclave en África del norte. Revisan el pasaporte. Choukrane (gracias). Y vamos andando a coger un taxi. Hay muchos vehículos apelotonados, unos al lado de los otros, en algunas coches podías ver a 4 personas en la parte de detrás y a dos en el asiento del copiloto.
Son detalles que sorprenden a los europeos, acostumbrados a la seguridad de la carretera y a abrocharse bien el cinturón, respetando el número de pasajeros permitido por coche. Aunque parezca raro, me ha dado la sensación de estar en África cuando muchas personas que viven en África suelen decir de los marroquíes que se consideran europeos, como los "blancos" de África. Esto me lo confirma mi experiencia de un mes en Togo.
Los taxis
Sin embargo, nos montamos solo los tres (mis dos compañeros de prácticas y yo) en un coche. Tras haber discutido el precio durante mucho tiempo y sobre todo gracias a la ayuda preciada de nuestra Karin, que habla árabe y dialecto marroquí, el darija, subimos al vehículo, tras asegurarnos haber pagado un precio razonable. Pues ya esta, estamos en Marruecos. Pasamos por delante de un edificio que me recordó a una mezquita, pero en realidad era un supermercado.
Hay cientos de vendedores por la calle. Es de noche, son alrededor de las ocho. Suena música árabe por las calles. Casi como el cliché. Pero sin lugar a dudas, la diferencia cultural se nota. No he empleado el término "choque cultural" porque creo que acentuaría el lado negativo de la diferencia y me recuerda a otra expresión: "estado de shock", que no termina de adaptarse. Si bien me he sorprendido por lo que he visto, no me ha perturbado.
El objetivo de nuestra visita
En los papeles que tuvimos que rellenar para cruzar la frontera, ponía que veníamos como turistas. En realidad, estamos aquí para investigar sobre la situación de los inmigrantes en Marruecos, en concreto, el racismo y violencia hacia los inmigrantes.
En total, contactamos con varias asociaciones encargadas de la inmigración para entrevistarles y que así nos cuenten la situación de los inmigrantes aquí. También queríamos entrevistar a unos cuantos inmigrantes para conocer su versión. Estuvimos por Tánger, Tetuán y Martil. Antes estuvimos en Ceuta por una manifestación por las 15 personas muertas el pasado 16 de febrero en el Mediterráneo. Nadie ha investigado sobre ello. Después nos enteramos de que llamaron a 15 personas de la Guardia Civil para interrogarlas y reevaluarlas.
Primera vez en Marruecos
Era la primera vez que iba a Marruecos, la segunda en el continente africano. La ventaja de ser francés es que, al ser antigua colonia francesa, la mayoría de los marroquíes habla perfectamente francés. Pero creo que si quieres regatear o simplemente hablar con la gente, necesitas saber algunas palabras en árabe. Primero porque cuando vas a un país, muestra que tienes un mínimo de interés. Creo que el visitante no es un cliente del turismo al que hay que venderle servicios. A la población local no le toca adaptarse, sino al turista. La lengua es primordial, sobre todo en Marruecos.
El "darija", el dialecto marroquí
Para empezar, el idioma es una necesidad y una utilidad. Por ejemplo, vender y comprar para sobrevivir. En Marruecos, idioma es sinónimo de negocio. Se vive en la calle. A cualquier hora del día, hay gente en la calle. Los marroquíes hablan "darija", que es una mezcla entre el árabe clásico y el bereber. Marruecos es ruido, olores y colores. En Tánger estábamos en pleno centro histórico de la ciudad, el barrio de la Medina, sumergidos completamente en su cultura. En esa parte de la ciudad, no hay supermercados aunque haya un mercado que se extiende por todas las calles.
Además es un verdadero laberinto de callejuelas muy parecidas. Si no estás acostumbrado a pasar por ahí, es muy probable que te pierdas. Una de las cosas que me llamó la atención fue que, cuando preguntas una dirección, notas que la gente no se sabe el nombre de las calles, como mucho se saben el nombre de las plazas, pero también las conocen por los edificios que las rodean, los cines...
¿Cómo perderse en las calles sin dirección?
Por ejemplo, en Tetuán teníamos que ir a una asociación de Martil, a una media hora en la costa. Aunque preguntamos varias veces la dirección, nos respondieron que cuando llegáramos a una plaza en concreto, llamáramos y nos indicarían la ubicación. La anécdota en cuestión resulta graciosa porque el número que nos dieron no daba señal; y empezamos a ponernos nerviosos al no saber cómo llegar.
Al final paramos al primer peatón que iba en nuestra dirección y bingo, resulta que teníamos delante a uno de los representantes de la prefectura que se ocupa precisamente de las asociaciones en Marruecos y se encarga de estudiar los proyectos de las asociaciones para aprobarlos o no y financiarlos hasta un 70%. Este hombre, de unos cuarenta años, alto y con barba, apariencia soñadora, habiendo estudiado anteriormente en Paris-Dauphine, parecía más bien desorganizado y bastante despistado. Decidimos acompañarlo a la prefectura para que nos diera el número correcto de la asociación que nos había citado.
Hicimos una pequeña parada por su apartamento para que el señor cogiera su móvil (lo había olvidado por la mañana) y luego nos enseñó un poco la prefectura. Al final, el simpático Hassan nos acompañó amablemente a la asociación. Nos dijimos que al menos le habíamos permitido ponerse en contacto con Tawaza, la asociación que nos esperaba.
La posición geográfica particular de Marruecos
Marruecos, como Andalucía, es una zona que ha suscitado interés en gran número de conquistadores: los fenicios en el siglo XII a. C, los romanos, los cartaginenses, luego los bizantinos...Se puede decir que todos los "grandes" pueblos han intentado imponer su poder en este país.
Al igual que Granada, por ejemplo, (tengo que hacer todavía el artículo de esta ciudad), Marruecos tiene una diversidad cultural fruto de vestigios de las culturas mencionadas. Pero, por lo general, Marruecos ha quedado bajo el influjo árabe y se ha unificado por la religión musulmana. El Corán codifica la sociedad y la regula por medio de un conjunto de dogmas que rigen el comportamiento social y político.
Cambio de paradigma
Para acabar, decir que conocer a personas con una cultura diferente a la mía ha sido una experiencia realmente interesante. No me gusta generalizar, así que hablaré de mi caso en concreto: creo que mi comportamiento es individualista. No quiere decir que todo el mundo en Francia tenga el mismo comportamiento, pero sí que podemos observar una tendencia al individualismo, consecuencia directa de la independencia creciente del individuo frente a la sociedad.
Sociológicamente hablando, una sociedad individualista es una "société dans laquelle l’individu est considéré comme unité de référence fondamentale, pour lui même et pour la société" (Boudon) (sociedad en la cual el individuo se considera una unidad de referencia fundamental, para sí mismo y la sociedad). En Marruecos, la sociedad está dominada por el grupo. Por lo tanto, es una sociedad más holística donde las acciones individuales son orquestadas por la sociedad. El individuo es generalmente incluido en un grupo ya que la cultura marroquí es una cultura de compartir, una cultura generosa. Me sorprendió gratamente conocer gente que disfrutaba hablando de su ciudad, su lengua, su música, su país....
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