Día 3 en Londres: Nuestro día 2x1 y despedidas que no queríamos aceptar.

Si habrá algo que aprender a la hora de volver a hacer un euro Tour será la modificación de los días en los que nos quedamos en cada ciudad. Aprendí que es mejor dedicarle unos cinco o seis días a una ciudad para conocerla bien, que sólo dedicarle tres días y quedarte con las ganas de volver porque sentiste que te faltaron lugares por conocer. Lo bueno de esto es que por lo mismo tendré que volver a Londres en algún futuro próximo.

Este día fue un 2 x 1

Me gusta referirme a nuestro día #3 en Londres como nuestro día "2 x 1". ¿Y por qué ese nombre? ¿Acaso todo nos habrá salido a mitad de precio ese día? ¡Nooo! Ya hubiéramos querido. Le pusimos ese nombre porque fue nuestro último día en Londres y precisamente fue en el que hicimos tantas cosas que podría afirmar que hicimos en un día lo que un turista pudo haber hecho en dos. En la noche, teníamos que llegar a la estación de Victoria, que se encuentra a unos diez minutos del Palacio de Buckingham para abordar nuestro camión en la noche con destino a París. Sí, yo también estaba muy impresionada cuando compré el boleto porque no pensé que se pudiera llegar a París en autobús. Por un momento pensé que el autobús se iría por el euro túnel pero al parecer es muy caro, así que llegamos hasta el sur de Londres en camión y de ahí el camión se subió a un ferry junto con muchos otros camiones y más coches para cruzar el famoso canal de la Mancha para llegar a Francia.

En teoría, nuestro día iba a empezar temprano, para que a las ocho de la mañana tomáramos el Walking Tour que venía incluido cuando compramos nuestro camión de Hop on and Hop Off con Golden Tours. Ellos ofrecen dos diferentes Walking Tours, que abordan diferentes temáticas, el primero es “The Royal Walking Tour” que habla sobre la realeza inglesa, recorriendo los lugares donde se han casado diferentes miembros. El otro es “The Beatles Walking Tour” que como lo dice el título, habla de la trayectoria de los Beatles. La verdad es que no sabíamos cuál escoger porque no nos emociona tanto la realeza, pero tampoco los Beatles, si hubiera uno de historia habríamos optado por ese. Como sea, no importa porque al final no llegamos a tiempo porque nos quedamos dormidas. Todos los Walking Tour terminaban en el mismo lugar y a la misma hora, concluían con un gran final: el cambio de guardia en el Palacio de Buckingham.

Cambio de guardia en el Palacio de Buckingham

Pudimos haber perdido el Walking Tour por quedamos dormidas, pero estábamos decididas a no perdernos el cambio de guardia por nada del mundo. Sabíamos que empezaba más o menos a las 10:00 am - 10:30 am, entonces nos fuimos a King's Cross para tomar el autobús de Golden Tours y llegar hasta el Palacio de Buckingham. El camión hizo un par de horas porque recorre toda la ciudad, pero nosotras entretenidas no tuvimos ningún problema en volverla a recorrer una vez más. A ese paso ya casi nos sabíamos de memoria algunos de los datos históricos de muchos atractivos turísticos.

(En esta foto se puede apreciar como los guardias que se encontraban afuera del Palacio de Buckingham se encargaban de controlar la multitud para que no estuvieran en el camino de los caballos que pasarían para concretar el cambio de guardia)

Después de un par de horas el camión logró llegar al Palacio de Buckingham. Estábamos un poco preocupadas porque habían pasado en teoría diez minutos desde que había empezado el cambio de guardia, así que bajamos corriendo pero nos tranquilizamos al ver que todavía no había empezado. Lo único malo de haber llegado un poco tarde fue no encontrar un buen lugar para apreciar el suceso, ya que a pesar de que era temporada turística baja, había aproximadamente unas mil personas congregadas afuera del Palacio de Buckingham que como nosotras, sólo pretendían ver el cambio de guardia. Encontrar un lugar donde se pudiera ver bien fue imposible, de hecho mi prima, mi mamá y mi amiga nos perdimos entre toda la multitud, todas buscando un lugar donde pudiéramos ver un poco mejor. Si así se puso cuando era baja temporada turística, no me imagino cuánta gente debe de aglomerarse en el verano, que es la temporada del año en la que más turistas hay en Londres.

(Esta foto plasma mejor la cantidad de personas que se morían por presenciar el cambio de guardia. Al parecer no éramos las únicas que no veíamos nada, todo el mundo estaba con sus selfie sticks y sus manos hacia arriba esperando captar una buena toma del evento)

El cambio de guardia es algo padre de ver, pero creo que la gente exagera un poco su importancia. Lo único que sucede es que vienen hombres a caballo desde lo lejos, con música y trompetas para sustituir a la antigua guardia y entrar al palacio para continuar cuidando de él. Nada del otro mundo, porque he visto los cambios de guardia del Palacio Real de Madrid y no son muy diferentes, excepto que aquí tienen más soldados. No sé por qué, pero por alguna razón observar el cambio de guardia ha sido algo que se encuentra en la “lista de cosas por hacer” de casi todos los turistas.

(Los soldados bien uniformados y a caballo se preparan para el cambio de guardia. Me hubiera encantado ver a los soldados de las postales, los que traen el uniforme rojo con sus gorros largos, sin embargo traían sus uniformes de invierno color gris. )

¡Vámonos a la zona más cara de Londres!

Después del cambio de guardia caminamos por Picadilly, muy cerca de Green Park hasta nuestra parada número 6, donde pasaba la ruta roja que nos llevaría al único lugar que nos faltaba por conocer, a la zona más cara de todo Londres. Una de las cosas más difíciles de este día fue tener que cargar con nuestras maletas durante todo el día, ya que era nuestro último día en Londres y no habría manera de volver a donde nos estábamos hospedando por nuestro equipaje. Creo que esto hizo de nuestro día 2 x 1 también el doble de cansado.

(Traíamos más o menos cuatro maletas de diez kilos cada una. Imagínense estarlas cargando durante todo el día. Lo bueno es que al menos no aparecen en nuestras fotos)

La ruta roja se encontraba frente a un Hard Rock, éste es uno de los más importantes del mundo porque fue el primero. Finalmente llegó nuestra ruta, que se fue por todo Park Lane, rodeando el Marble Arch para regresar y pasar junto a Hyde Park. Uno de los parques más grandes que tiene Londres. El tiempo apremiaba y no tuvimos tiempo de regorrerlo, sin embargo nos quedamos con las ganas porque dentro de él se encuentran algunas lugares que sonaban atractivos. Nos quedamos con las ganas de disfrutar una tarde cerca del lago Serpentine, así como visitar el Wellington Museum, el Palacio de Kensington y la fuente en honor a la Princesa Diana de Gales. El Palacio de Kensington, es oficialmente el lugar de residencia de William y Kate.

A continuación seguimos en el autobús por una larga calle llamada Kensington Road donde pudimos ver el famoso Royal Albert Hall. Este es un lugar famoso de conciertos donde múltiples e importantes cantantes han tenido sus presentaciones, entre ellos se encuentra Lady Gaga, Juan Luis Guerra, Adele, Depeche Mode, Deep Purple, etc. A decir verdad yo me lo imaginaba más grande de lo que realmente era cuando llegamos.

Al final de Kensington Road, el autobús dio vuelta a la izquierda sobre Gloucester Road, donde estaba el Kensington Plaza Hotel, un hotel muy caro donde se suelen hospedar los presidentes de otros países, o gente importante que viene a Londres. También pudimos adentrarnos en una colonia cuyas casas se ven considerablemente más sofisticadas que los cientos de edificios y departamentos que se encuentran más al centro de la ciudad.

(No es raro encontrarse estacionados este tipo de carros de lujo, que abundan por la zona. Hay tanto carros lujosos que para la gente es casi normal y hasta pueden pasar inadvertidos, uno que sí rompería con el esquema podriá ser un carro de clase media. ¡Impresionante! )

La guía turística comentaba que este es el lugar donde viven los ministros y embajadores de otros países. Finalmente se regresó por Brompton Road donde vimos otros de los museos más importantes de Londres aparte del Británico, como el Natural History Museum y el V & A Museum. Mucha gente se bajó en la parada para disfrutar gratuitamente de los museos, pero nosotras sabríamos que bajarnos implicaría una inversión de tiempo bastante grande, así que decidimos seguir con la ruta roja, que nos regresó al punto donde la tomamos, hasta llegar a otro de los lugares que queríamos conocer: Trafalgar Square, que es el lugar común de manifestación política. Era una plaza bonita e importante, pero nosotras estábamos ansiosas por nuestra siguiente parada.

(Esta es la zona donde vivían los políticos y embajadores. Las casas son más grandes y elegantes, simplemente se puede ver una clara diferencia por los carros de lujo que decoran sus calles)

(Uno de los lugares más conocidos de Knights bridge es "Harrods", una de las tiendas departamentales más importantes y lujosas de Londres. )

Paseo en bote por el Río Támesis

Recuerden, parte de lo que venía incluido en nuestro autobús turístico era un paseo gratis en bote por el Río Támesis y evidentemente no queríamos que se perdiera, ya que su precio independiente es de £7. 15, que vendrían siendo unos 9. 5 dólares americanos al tipo de cambio de hoy.

Para llegar al embarcadero tuvimos que seguir con el tour hasta que llegara al otro lado de la ciudad, o sea por el Puente de la Torre de Londres, ya que el embarcadero se encuentra cerca la Torre de Londres. Los botes salen constantemente y más que otra cosa, son para atractivo turístico porque hay mejores y más rápidas maneras de trasladarse por la ciudad.

Cuando llegamos al embarcadero, tuvimos que hacer una espera de quince minutos para que llegara nuestro bote, pero eso es de las mejores cosas que te pueden pasar porque creo que ahí se encuentra una de las mejores vistas al Puente de la Torre de Londres, así que mientras esperas el bote también te puedes entretener con una buena sesión de fotos.

(La vista desde este punto es increíble y difícil de obtener en otro punto de la ciudad. A la derecha se puede observar a la gente haciendo fila para abordar el bote, pero nosotras quisimos aprovechar mejor el tiempo y capturar buenas tomas de nuestro viaje para siempre)

Una vez que nos subimos en el bote, decidimos irnos en la parte de atrás porque es la única que se encuentra “al aire libre”. No entendemos como muchas personas preferían estar adentro de la parte techada del bote cuando se puede apreciar muy poco del paisaje londinense por la ventana. En fin, nosotras peleamos por un lugar afuera y se puede apreciar un atardecer hermoso de la ciudad. Más que nada, nos encontramos barcos de carga, ya que el Rio Támesis es testigo de mucha actividad industrial y comercial.

(Al fondo se puede apreciar el Puente de la Torre de Londres y un barco comercial que tenía un gran tamaño)

Desde el bote podrás apreciar mejor muchos otros atractivos de la ciudad que no son necesariamente turísticos. Un ejemplo de ellos es The Shard of Glass, que es el rascacielos más grande de toda la Unión Europea. ¡No te preocupes en buscarlo porque te prometo que verás un edifico enorme, llamativo y con una peculiar forma triangular!

(Esta se puede apreciar desde el embarcadero. El edificio no se ve tan grande como para pensar que es un rascacielos pero su diseño es elegante y bonito)

Otra de las cosas que podrás admirar es el Ayuntamiento de Londres, que tiene una arquitectura bastante inusual y moderna, ya que lo construyeron en el 2002. También te encontrarás con el Tate Modern, que es el Museo Nacional Británico de Arte Moderno. Este edificio también resalta mucho porque se encuentra a un lado del Río Támesis y porque antiguamente fue una central eléctrica. A mí no me llama la atención el arte moderno, pero para los que sí, deberían saber que es el Museo de Arte Moderno más visitado en el mundo.

Así fue como pasaron veinte minutos en los que estuvimos maravilladas por el paisaje y pasamos cinco puentes (London Bridge, Southwark Bridge, Millenium Bridge, Blackfriars Bridge y Waterloo Bridge) hasta llegar de nuevo al Westminster Bridge, donde se encuentra el Coca Cola London Eye y el Parlamento. Durante el viaje no te puedes bajar en otro lugar, ya que el bote va desde el embarcadero y para aquí, sin posibilidad de que te quedes.

Tristes de que terminara, pero felices de haberlo vivido decidimos caminar por el Embarcadero de Victoria y disfrutar la bella vista al Río Támesis y al Coca Cola London Eye. Paramos por unas fotos, conforme anochecía nos poníamos un poco más tristes, ya que estábamos conscientes de que sería la última vez que veríamos una hermosa puesta de sol en Londres. El sol comenzaba a meterse y nos poníamos más nerviosas porque sentíamos que todavía no se había terminado nuestra aventura, y no queríamos vivir el resto bajo la oscuridad que traería la noche. Aunque Londres es una ciudad relativamente segura, la realidad seguía siendo la misma: éramos cuatro mujeres con sus maletas caminando por la noche en las calles de Londres.

(Comienza a caer la noche y en mi cara se reflejan muchos sentimientos encontrados. El Coca Cola London Eye, que estaba cerrado se encontraba detrás mío. Sonrío ante la cámara, pero es una sonrisa un poco triste, consciente de que ya casi es la hora de que esto termine... )

Una noche multicolor en Picadilly Circus

Estábamos bastante cansadas de estar caminando de un lado al otro de la ciudad. En la mañana del norte al puente de la torre, del oeste al este, y del este al oeste otra vez, para volver en barco al este y terminar caminando de nuevo hacia el oeste por Picadilly.

Realmente caminamos por esta calle porque nos llamó la atención que nunca nos subimos al Underground, así que nunca lo conoceríamos. Decidimos tomarnos una foto afuera del Underground de Green Park, porque sería lo más cerca que podríamos estar. Para nuestra sorpresa, afuera de la estación olía mucho a orina, no sé si era sólo en esa estación o así serán todas. Nos quedaremos con la duda…

Llamó nuestra atención una calle iluminada, donde se veían muchas tiendas y lugares de comida. El hambre estaba invadiéndonos después de tantas horas caminando, visitando y haciendo cosas. Decidimos caminar por esa alumbrada calle que por suerte era Picadilly Circus en uno de sus días más llenos y animados, les digo, todo este viaje fue de pura suerte.

(Un poco de luces de colores en un parque cercano a Picadilly Circus, donde abundaban tiendas que mataron nuestro tiempo de ocio y de espera. )

Esta calle empezaba con el atractivo de Hard Rock Café. Cuando esa calle termina y empieza a la derecha la Calle de Regent’s podrás finalmente decir que has llegado a Picadilly Circus. No hay manera de perderse porque prácticamente te guías por la luz, por las tiendas, los puestos de comida y los restaurantes. Fue impresionante encontrar los llaveritos y recuerdos aquí más baratos que en otras partes de la ciudad. Pensaríamos que aquí estarían mucho más caros pero nos llevamos una verdadera sorpresa y nos surtimos de recuerdos para llevar a la familia y amigos. Dimos vuelta a la derecha por Whitehall, que daba vuelta de nuevo al Parlamento, prácticamente estábamos haciendo un circuito, para regresarnos como por cuarta vez a la zona donde estaba el Parlamento. Ahí fue donde tomamos la última foto representativa de Londres en la noche.

(Cada vez que veo esta foto me pongo un poco melancólica porque precisamente la tomé siendo consciente de que sería la última, por lo menos de ese año porque como dije antes, yo haré todo por volver a Londres. Ya sea de vacaciones para ver todo lo que me faltó ver o para vivir, que sería algo que me encantaría sin importar su mal clima)

Caminando a Victoria Coach Station (¡Adiós Londres! )

Esta fue la última y la parte más pesada de nuestra estadía en Londres, ya que caminamos entre veinte minutos a media hora con las maletas. Todo el día estuvimos caminando, así que para esa hora de la noche, nosotras ya no podíamos más. Llegamos a la estación Victoria a tiempo, que oficialmente se llama “Victoria Coach Station”, que es donde salen varios camiones que van a distintas ciudades del Reino Unido, e incluso muchos de ellos van a Irlanda y a Francia, como nosotras. En la estación tuvimos que esperar un par de horas, pero se pasan rápido cuando platicas con las personas que quieres. Estábamos tan cansadas que no nos importó esperar tanto tiempo, ya que aprovechamos para ir al baño y cenar con las cosas que vendían cerca de ella.

Nuestro traslado a Francia fue uno de los peores que he vivido en mi vida. Decidí comprar un bus nocturno para trasladarnos de noche, ahorrarnos una noche de alojamiento y despertar en Francia. Mi idea era subirnos al camión, y ponernos cómodas para dormir toda la noche antes de llegar.

Nos subimos al camión y nos dijeron que nos tendríamos que cambiar de autobús a media carretera (viajamos en National Express). Entonces nos despertamos medio dormidas, y mi amiga perdió su gorro y mi mamá perdió mi termo favorito. Una vez en el nuevo camión pensamos que no iba a ser necesario que nos despertaran, pero estábamos tan equivocadas…

Llegamos al sur de Inglaterra y nos despertaron para pasar migración y que pudieran ver nuestros pasaportes. Todos nos volvimos a subir e intentamos volver a dormir, pero nos despertaron una vez más arriba del ferry porque aunque el camión estaría apagado, la regla es que nadie podía mantenerse dentro del autobús ni dentro de sus coches. Así que estuvimos sentadas en una sala de espera para que después de una hora nos volvieran a decir que ya podíamos regresar al autobús. Llegamos a París alrededor de las 7am, muy cansadas por todo lo que habíamos caminado el día anterior y por haber pasado una terrible noche viajado de una manera en la que no pensaríamos. ¡Pero finalmente… llegamos a Paris!

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