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Cómo pasar un fin de semana en Liubliana


Mi primer viaje cuando era una estudiante de Erasmus en Zagreb fue a Liubliana. Es la desconocida capital de Eslovenia. Mucha gente fuera de Europa ni siquiera sabe de su existencia, pero yo siempre he querido visitar esta pequeña ciudad en los Balcanes. Viviendo en un país vecino como es Croacia era la oportunidad perfecta para visitar Liubliana. Pero aún eran mis primeros días en Zagreb así que ni siquiera había pensado en viajar por ahí.

Una noche, conocimos gente y fuimos a tomarnos unas cervezas con ellos. En cierto punto, mientras estábamos hablando, nos dijeron que ellos pensaban ir a Liubliana el fin de semana con otros amigos y con gente de la comunidad Erasmus en general. Nos sugirieron unirnos a su viaje y les dijimos que nos lo pensaríamos y que probablemente sí. Finalmente, como te puedes imaginar, decidimos ir a Liubliana ya que sería una buena oportunidad para conocer a gente nueva y también de visitar Eslovenia, incluso aunque fueran dos días.

Algunas personas con las que se suponía que íbamos a viajar, crearon un grupo en facebook para que así pudiésemos hablar de los detalles del viaje y encontrar un hostal en el que alojarnos. Se suponía que íbamos a viajar el sábado por la mañana y la mayoría de ellos decidieron que cogerían el bus a las 5 de la mañana. Algunos de nosotros sin embargo, decidimos coger el bus de la 10 de la mañana porque el trayecto iba a ser sólo de dos horas y no sería muy útil llegar a Liubliana a las 7 de la mañana y estar caminando por ahí.

Sábado

Entonces, el sábado por la mañana, nos despertamos, cogimos 2 o 3 mudas de ropa y nos reunimos con los otros en la estación central de autobuses para comprar nuestros billetes y comenzar el viaje. El tiempo estaba algo nublado pero afortunadamente era octubre, así que la temperatura era buena para caminar por la ciudad sin pasar frío. Cruzamos los dedos para que el tiempo en Liubliana fuese similar.

El viaje en el autobús fue muy relajante y como no nos conocíamos los unos a los otros muy bien, fuimos escuchando música durante todo el trayecto. ¡Al mediodía estábamos allí! Tuvimos que encontrar primero nuestro hostal y entonces fuimos a buscar a los demás. El tiempo era un poco más frío pero aún se podía estar en la calle sin problema.

El hostal estaba en el centro de la ciudad así que no fue muy difícil de encontrar. Hicimos el "check-in", dejamos el equipaje y fuimos a buscar a los demás que estaban en una cafetería tomándose unas cerveza y unos cafés. Había más de 15 personas y 5 de nosotros, todos juntos parecíamos un grupo de viaje escolar. La mayoría de la gente no se conocía, así que bebimos algunas cervezas y hablamos un poco entre nosotros. Entonces, el primer grupo, quienes habían llegado a las 7 de la mañana, decidieron volver al hostal y descansar un poco porque ellos ya habían visto la mayoría de atracciones turísticas.

Cómo pasar un fin de semana en Liubliana

El resto de nosotros empezamos a caminar alrededor de la ciudad y tomamos fotos de todo. Desde el primer momento que llegamos allí me enamoré de la ciudad. Era muy pequeña para ser la capital, pero tenía una belleza rara y oscura que me atraía mucho. Había estatuas por todas partes, pero no eran como la estatuas normales a las que estoy acostumbrada. Dragones, personajes con caras que daban miedo y cabezas sin cuerpo eran las más comunes de las estatuas.

Después de la "sesión fotográfica" con las estatuas, caminamos por la ciudad y tomamos muchas fotos en casi cualquier esquina. Entonces encontramos un edificio que se parecía a una torre de observación y decidimos subir hasta arriba a ver la vista de la ciudad desde allí. Podías subir a la torre por las escaleras o en el ascensor. No estoy tan en forma, así que yo y algunos de mis amigos subimos en el ascensor. La vista desde lo más alto era impresionante incluso aunque el tiempo no era el mejor. Pudimos ver el castillo y casi toda la ciudad porque es muy pequeña.

Después queríamos ir a tomar un café en lo alto de la torre, pero los precios estaban un poco altos, así que decidimos bajar y continuar nuestro tour por la ciudad. Algunos de mis amigos sugirieron ir al castillo, empezamos a buscar el camino correcto para llegar hasta allí. No fue difícil de encontrar, en sólo 20 minutos estábamos en el castillo. Una parte del castillo tenía entrada gratuita por lo que fuimos a esa. Andamos por esa zona y tomamos fotos.

Cómo pasar un fin de semana en Liubliana

Una foto en el castillo

Era por la tarde, así que empezamos a sentir que ya hacía frío y teníamos hambre. Empezamos a bajar del castillo para volver al centro de la ciudad y comer algo. Encontramos un sitio que vendía kebab barato y nos sentamos allí a comernos un sándwich y intentar contactar con el resto del grupo. Estaban en la calle dando un paseo y en poco volverían al hostal para empezar a beber. Decidimos unirnos a ellos y volver al hostal. Mientras caminábamos hasta allí paramos en un supermercado y compramos un par de cervezas y unas patatas.

Tuvimos que lidiar con un pequeño problema en el hostal: No tenía sala de estar para que pudiésemos estar allí, así que teníamos que ir a la calle a tomarnos las cervezas o simplemente buscar algún tipo de solución. Empezó a llover muy fuerte y la temperatura era bastante baja, así que no podríamos salir fuera. Afortunadamente, algunos de nuestro grupo sugirieron que podríamos estar en su habitación que era bastante grande. Poco a poco empezamos a acomodarnos allí. Ninguno se conocía muy bien, teníamos que encontrar un juego que nos entretuviera. Jugamos a muchos juegos diferentes y cada vez que era nuestro turno teníamos que decirle al resto nuestro nombre.

Cómo pasar un fin de semana en Liubliana

Una foto de grupo de nuestra noche en el hostal

Cuando se acabó todo el alcohol y el tiempo había pasado, decidimos que era buen momento para comenzar nuestra aventura fuera del hostal. Ninguno sabía un sitio en concreto al que ir, pero teníamos un mapa así que podríamos ir fácilmente andando por la ciudad. Aún estaba lloviendo muy fuerte, pero nadie tuvo ningún problema con ello. Era sábado noche y salir de fiesta era más importante que intentar no mojarse por la lluvia.

Un amigo mío me sugirió ir a un sitio que ella conocía por otros, llamado "Metelkova". No sabía exactamente dónde era, pero podríamos buscarlo todos juntos. Algunas personas querían visitar un club que estaba cerca del río y otros sólo querían andar y entrar al primer bar que encontrásemos. Eramos tantos que estar de acuerdo todos con una sola idea sería complicado así que decidimos separarnos y todo el mundo haría lo que fuese mejor para el o ella.

Empezamos a andar por la ciudad para intentar hacernos a la idea de dónde podríamos encontrar un sitio abierto para beber una cerveza y bailar. Desafortunadamente, cada sitio que veíamos estaba cerrado, estábamos un poco decepcionados. No sabíamos si los otros grupos habían podido encontrar algo abierto, así que estábamos andando y preguntando a la gente de la calle por algún sitio.

Después de un largo tiempo andando bajo la lluvia, encontramos un grupo de gente que tenía el mismo problema. Nos unimos a ellos y decidimos probar a encontrar este sitio llamado "Metelkova" y si algo estaba abierto, ir allí. No me di cuenta de como llegamos allí, pero después de 10 minutos estábamos enfrente de la entrada del club. Había gente bebiendo cerveza fuera, así que estábamos contentos de encontrar por fin algo abierto.

El sitio era impresionante. Era una habitación grande con luces raras y todo tipo de decoración extraña en las paredes. El precio de la cerveza estaba bien y había espacio suficiente para todos, así que pasamos allí toda la noche bailando y hablando entre nosotros. Encontramos más Erasmus de Zagreb allí de los que habían decidido visitar Liubliana el mismo fin de semana que nosotros. Después de muchas horas bailando y hablando, decidimos volver al hostal, porque al día siguiente teníamos que dejar el hostal antes de las 10 de la mañana. Volvimos cansados y mojados, pero muy contentos de que tuviéramos una noche agradable todos juntos. Nos dormimos increíblemente rápido.

Domingo

La mañana siguiente nos levantamos 10 minutos antes del "check-out", tuvimos que ser muy rápidos. Nos lavamos los dientes y hicimos el equipaje y estábamos listos para irnos.

La mayoría de nosotros había reservado ya los tickets para volver a Zagreb a las 4 de la tarde. Algunos de los otros se irían a las 6 y yo, y mi compañero de piso se supone que volvíamos a las 8 de la noche.

Primero, encontramos un sitio agradable dónde desayunar y tomar un café. Después de tener energía, empezamos a andar otra vez por la ciudad para tomar más fotos y comprar algunos souvenirs. A la hora de la comida, tuvimos que encontrar una opción barata porque nos estábamos quedando sin dinero. Mientras andábamos por las calles, encontramos un restaurante que estaba vendiendo comida balcana tradicional llamada "Cevapi". Entramos al restaurante y nos sentamos por un tiempo prolongado, porque aún estaba lloviendo fuera, así que no tuvimos muchas otras opciones.

El tiempo pasó pero aun teníamos algo de tiempo libre, así que decidimos ir otra vez al área de "Metelkova" con la luz del día. El lugar era totalmente diferente: era un gran área llena de grafitis y muchos tipos de galerías, cafeterías y pistas de baloncesto. Tomamos un montón de fotos con los grafitis y caminamos alrededor del área. Estaba muy cerca de la estación de autobuses así que tuvimos mucho tiempo para ver los grafitis.

Cómo pasar un fin de semana en Liubliana

Impresionante grafiti en el área de Metelkova

Después de un rato, era el momento de que los otros cogieran el bus para volver a Zagreb. Mi compañero y yo teníamos dos horas más ante nosotros, así decidimos ir a McDonald's y gastar lo que nos quedaba de dinero allí.

La hora de irnos había llegado. Fuimos a la estación de autobuses y esperamos al bus. El pasaba, pero el autobús no llegaba. Después de una hora de retraso, el autobús llegó por fin. Dentro del autobús nos quedamos dormidos inmediatamente. Después de dos horas y media estábamos en la estación central de Zagreb y estábamos tan cansados que decidimos no salir y irnos a casa para darnos una ducha y dormir.


Galería de fotos



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