Tres días en Lisboa

En mi último post ya dejé claro que Oporto tiene un ambiente muy especial (puedes leerlo aquí). Sin embargo, no cabe duda de que las capitales siempre tienen algo que hace que los turistas se sientan rodeados de historia porque siempre hay muchas fiestas nacionales relacionadas con el pasado.

Planée este viaje a Lisboa mucho antes de llegar a Oporto para hacer mi Erasmus. También sabía que iría con una muy buena amiga de Rumanía que también estaba de intercambio en Oporto, aunque en otra universidad diferente. Fue muy sencillo reservarlo todo porque ya sabíamos que iríamos las dos solas.

• Consejo número 1: viaja en cuanto empiecen las clases. Apenas tendrás deberes o trabajos y podrás irte sin preocupaciones.
• Consejo número 2: si quieres viajar en avión, trata de buscar uno que salga pronto por la mañana y que vuelva tarde por la noche porque así podrás pasar más tiempo en el destino.
• Consejo número 3: cuando busques alojamiento, intenta que tenga desayuno incluido. Tendrás que pagar uno o dos euros más, pero empezarás el día con el estómago lleno.

Compramos los billetes de avión para finales de septiembre, encontramos alojamiento muy barato en un hostal de Lisboa con desayuno incluido y ¡nos fuimos!

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Transporte (Oporto-Lisboa)

Encontramos billetes muy baratos para viajar desdes Oporto hasta Lisboa (nos costaron solo 28 € el trayecto), así que fue un gran incentivo para viajar hasta esta ciudad nada más llegar a Portugal. Por desgracia, el vuelo salía muy temprano (a las seis de la mañana), por lo que nos despertamos un poco cansadas y luchando por llegar desde la cama al aeropuerto en autobús. En Oporto hay buses toda la noche y cuestan lo mismo que durante el resto del día: 2 € por trayecto.

La parte buena fue que pudimos ver el amanecer nada más salir del aeropuerto de Lisboa, desde la estación de bus de Aerobus. No es algo que suceda todos los días, así que, ¡recuerda lo que ya he dicho sobre los vuelos tan temprano! Sin ninguna duda, merecen la pena.

El billete de autobús desde el aeropuerto al centro de la ciudad nos costó 4 € (solo ida). Es muy fácil localizar las máquinas para comprarlo y se puede pagar con tarjeta de crédito. También puedes comprar la ida y la vuelta juntas por 6 €, así que ahorrarás 2 € en total.

El alojamiento

Llegamos al modernísimo hostal que reservamos a través de hostelworld.com. Si estás buscando un alojamiento barato y no te importa compartir habitación con otros viajeros geniales, te recomendaría que te quedaras en un hostal y, más en concreto, en el New Hub Lisbon Hostel. Es, sin ninguna duda, uno de los mejores alojamientos en los que he estado. Está a 20 minutos del centro y se encuentra en un barrio muy tranquilo, por no decir que ponen unos desayunos increíbles (está incluido en el precio). Tienen fruta, té, café, zumo de naranja, manzana y piña, tarta, pan, leche, tres tipos de cereales y, lo mejor de todo, ¡Nutella!

A continuación os contaré cómo organizamos nuestro viaje.

Día 1

Empezamos el día haciendo un free tour (puedes reservarlo aquí). Para quienes no sepan qué son los free tours, solo os diré que desde que los descubrí, mi forma de viajar ha cambiado por completo. En resumen: puedes hacer una excursión gratuita por toda la ciudad con un guía local que habla de manera fluida la lengua en la que hayas reservado la visita. Cuando la actividad acabe, podrás pagarle el dinero que consideres oportuno.

Lo que más me gusta de este tipo de tours es que los guías siempre son muy carismáticos y divertidos, ya que siempre intentan hacerte sentir muy bien para poder ganar más dinero. ¡Vivirás una experiencia maravillosa! Además, no te arriesgarás a pagar por algo que, al final, resulte ser aburrido y no merezca la pena.

Durante esta excursión visitamos los siguientes lugares:

Plaza Luís de Camões: es una pequeña plaza construida en honor de Luís Vaz de Camões, el poeta portugués más famoso. Le verás en muchas fotos y estatuas y podrás reconocerle porque le falta un ojo, ya que lo perdió en una batalla.

Cafetería a Brasileira: es el lugar que visitan todos los turistas que quieren ver la estatua de Fernando Pessoa y tomar una "bica", es decir, un café brasileño.

Librería Bertrand: es la librería más antigua del mundo, se inauguró en 1732. Tiene un récord Guiness por ello y exponen la placa que lo acredita justo a la entrada.

Convento do Carmo: es un precioso convento medieval cuyo techo se cayó durante el terremoto que Lisboa sufrió en 1775. Por alguna razón han decidido conservarlo tal como quedó, así que es un trozo de la historia de la ciudad que aún puede visitarse. Además, este convento está en una plaza muy animada donde tocan música en directo durante todo el día y donde hay muchas cafeterías.

El elevador de Santa Justa: no subimos al ascensor como tal porque había una cola enorme y pensamos que no tenía sentido pagar 5 € solo para poder disfrutar de unas vistas que podíamos tener desde una pequeña terraza cercana a la que se puede acceder por la parte trasera del convento do Carmo. ¡En Lisboa hay muchísimos miradores!

Arco da Rua Augusa y Praça do Comércio: este arco conmemora la reconstrucción de la ciudad tras el terremoto. La plaza es tan popular en Instagram que estuvimos allí hasta que quedamos satisfechas con el resultado de las fotos que hicimos.

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¡Eso fue todo! Quizá parece que vimos pocas cosas o que no anduvimos demasiado, pero el tour fue tan instructivo que aprendimos mucho, sobre todo porque nuestro guía, Fred, era uno de los apasionados trabajadores de la empresa Sandeman. Esta era la tercera vez que hacía este tipo de actividades con ellos y nunca me han decepcionado. Estuve en otro free tour y, sin ninguna duda, recomiendo hacerlos con ellos porque son experiencias que merecen mucho la pena.

Pasamos el resto del día descansando y decidimos que estábamos tan cansadas que solo queríamos encontrar un sitio para comer el delicioso bacalao que se puede comer aquí. Seguimos los consejos de Fred y no elegimos un restaurante del centro, sino que fuimos a otro más a las afueras. Por tan solo 10 € comimos una ración grande de pescado, ensalada y patatas fritas.

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Después volvimos al barrio donde estaba nuestro hostal y exploramos los parques de los alrededores: el jardim de São Pedro de Alcântara y la iglesia de San Roque. También pasamos mucho tiempo en las tiendas de recuerdos, aunque no compramos nada. Sin embargo, es una de nuestras actividades favoritas para sentir que "realmente estamos de vacaciones". Acabamos el día viendo la puesta de sol en la praça do Comércio. ¡Fue simplemente maravillosa!

Día 2

El segundo día planeamos ir a Cascais ¡y no nos arrepentimos de nuestra decisión! Fue uno de los mejores viajes que he hecho en mi vida y se tarda solo 1 h en llegar desde Lisboa. Fuimos andando desde el hostal a la estación Cais do Sodré, desde donde salen los trenes hacia Cascais. En Lisboa hay otra estación en Rossio y desde allí se puede viajar en tren hasta Sintra. Si buscas tu destino en Google Maps, te dirá a cuál de las dos estaciones debes ir.

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Cascais es una increíble ciudad de pescadores llena de barcos que siempre están cerca de la costa. También es un destino vacacional muy popular porque hay muchos hoteles por todos lados y un ambiente muy bueno. Se puede ir a la playa o simplemente dar un paseo por la ciudad.

En primer lugar, fuimos a la Boca do Inferno. Hicimos unas fotos preciosas y pasamos media hora viendo cómo las olas chocaban contra las rocas. Ahí fue cuando entendimos por qué se le llama "la boca del infierno".

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Pasear por la ciudad y por el paseo marítimo te hará descubrir el ambiente que esperabas que hubiera en una ciudad como esta. Estuvimos dos horas en la playa y vimos una maratón que duraba 8 horas, que empezaba en Cascais y que acababa en Lisboa.

Nosotras no teníamos ganas de correr en vacaciones, así que... Cogimos el tren de vuelta a Lisboa. Decidimos parar en Belém aunque ya habíamos tomado mucho el sol y estábamos cansadas, pero sabíamos que era un lugar que merecía la pena ver. Esto fue lo que visitamos:

Monumento aos Descobrimentos: es un monumento muy famoso y homenajea a todos los descubridores que navegaron por el mar. Al frente de todos ellos está Enrique el Navegante. En su interior hay un museo que puede visitarse.

Monasterio de los Jerónimos: es un sobrecogedor monasterio. La entrada cuesta 5 € para los estudiantes, así que no te olvides de llevar tu carnet. También permiten pagar con tarjeta. En su interior se puede ver la tumba de Vasco de Gama y disfrutar con el diseño interior del edificio.

Pasteles de Belém: esta es la ciudad donde se crearon estos famosos pasteles. Podrás vivir una experiencia de 10-20 minutos en la que te enseñarán este lugar, el sitio donde todo comenzó. Como ya habíamos probado los pastéis de nata en Oporto, pudimos compararlos con los de Belém y puedo aseguraros que los segundos son menos dulces que los de Oporto, así que podréis comer más. Recuerda que si quieres probarlos, debes pedir dos porque hay un antiguo dicho en Portugal que dice que uno nunca es suficiente.

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Torre de Belém: llegamos justo para ver la puesta de sol. Hicimos bien en no entrar porque lo más interesante estaba fuera, pero también podéis visitarlo por dentro si queréis.

Tras ver la torre, volvimos a la ciudad y dimos un paseo nocturno por la costa de Lisboa hasta la praça do Comércio. Cuando nosotras visitamos Lisboa, hubo una semana dedicada al deporte, así que vimos a unos niños aprendiéndose una coreografía de baile. Tras unos minutos, nos unimos a ellos. Al parecer, era la línea de meta de la maratón desde Cascais que habíamos visto por la mañana. Nosotras decidimos quedarnos para empezar a meternos en el ambiente de fiesta nocturno.

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Día 3

Tras nuestro último e increíble desayuno en el New Hub Lisbon, recogimos nuestras cosas y estuvimos un rato en el salón del hostal, un lugar muy acogedor, lleno de sofás, sillas y mesas para sentarte y hablar con el resto de huéspedes. Lo mejor era que también tenían una Play Station y un proyector, así que había muchas cosas que hacer antes de las 11, nuestra hora de salida.

El último día visitamos:

Barrio de Alfama: es el barrio antiguo de Lisboa. Antiguamente era un lugar muy desagradable y, sorprendentemente, fue la única zona que sobrevivió al terremoto. Ahora es muy acogedor, puedes perderte por sus calles y su arquitectura antigua. Además, sus habitantes son de los más amigables y acogedores de la "gran y turística" Lisboa.

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Mirador da Senhora do Monte: si cruzas el barrio de Alfama y subes un par de calles, llegarás al mirador más alto y más bonito de Lisboa. Recomiendo ir, sin ninguna duda. Además hay muchos cantantes callejeros que harán aún más especial tu recuerdo de esta ciudad.

Mirador Sophia de Mello Breyner Andresen: de camino al castillo (por suerte, cuesta abajo) descubrimos este otro mirador. Hay una iglesia cerca con los tradicionales azulejos.

Castillo de São Jorge: desde este castillo se puede ver todo Lisboa. Pudimos vistarlo gratuitamente.

• Consejo número 4: los portugueses pueden entrar gratis los domingos de 9 a 14 h. Lo descubrimos por casualidad, nos ahorramos 5 € y llegamos a las 13:30 h sin tener ni idea de que este lugar existía. Pasaos por allí y aseguraos de llevar con vosotros vuestro carnet de estudiante para demostrar que vivís en el país y poder entrar gratis.
• Consejo número 5: una vez que lleguéis al castillo, os recomiendo hacer cola para visitar la Camera Obscura con un guía. Hay pases cada 20 minutos desde las 10 hasta las 17:20 h y solo se puede entrar si hace sol, ya que te enseñan escenas de la ciudad con un mecanismo óptico durante el tiempo que dura la visita.

Panteão Nacional: este fue el lugar más increíble que visitamos en Lisboa, no porque también fuera gratis, sino porque si subes a la terraza superior, tendrás unas vistas impresionantes del río Tajo y de los yates que navegan por él. Pasamos una hora allí haciendo fotos, sentadas en una escalera y disfrutando de las vistas. Fue una experiencia indescriptible.

Después dimos un último paseo por el barrio de Alfama y regresamos a la estación de Aerobus para volver al aeropuerto.

• Consejo número 6: ten cuidado en el aeropuerto. Hay dos terminales diferentes y puede que tu vuelo salga de la número 2. En ese caso, tendrás que coger un autobús interno gratuito que te llevará hasta allí.

¡Esto fue todo lo que hicimos y vivimos en Lisboa!

En definitiva, estoy orgullosa de decir que nos organizamos muy bien para visitar los lugares más interesantes de Lisboa. Si te apetece ir a alguno de estos lugares, te recomiendo que hagas una ruta para no perder demasiado tiempo en el autobús, metro o tren para ir de uno a otro. Divide la ciudad por días.

Aún nos quedan cosas por ver, así que probablemente volveremos este año. Sin embargo, aquí os dejo una lista con otros lugares que podéis visitar si pasáis más de tres días en esta ciudad:

• Oceanario de Lisboa,
• Puente 25 de Abril,
• Santuario Nacional de Cristo Rey,
• Parque Eduardo VII de Inglaterra,
• Palacio Nacional de Queluz,
• Museo Nacional del Azulejo,
• Museo de Carruajes de Lisboa.

Por todo ello, Lisboa es una ciudad que debe visitarse y, sin duda, debo volver. Todavía no he visto ni Cabo da Roca, ni Sintra, dos de los lugares imprescindibles de los alrededores. Mientras tanto, ¡seguiré en Oporto!

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