10 Curiosidades para los que vienen a estudiar a Portugal

Lisboa es mi ciudad en el corazón, y en general creo que es una ciudad con mucho potencial y calidad de vida - ¡perdonadme el favoritismo! Sin embargo, como hice para Milán en un post anterior, ahora dejo diez cosas a tener en cuenta cuando se va a vivir a Lisboa y estudiar en la capital portuguesa. Espero que esta sea una publicación útil para todos aquellos que pronto entrarán en la Facultad o están considerando la posibilidad de hacer Erasmus allí.

1 - Las clases comienzan temprano

A diferencia de aquí, en Milán por ejemplo, donde las clases no empiezan hasta las 9:15 h, en Lisboa las clases de la mañana empiezan a las 8:00 h. Este es el caso de la mayoría de las facultades. En mi opinión, es un horario bastante pronto, sobre todo para los que viven fuera de la ciudad (tened en cuenta la distancia de la casa a la universidad cuando se alquila una habitación).

Una forma de contrarrestar esto es elegir el horario de la tarde, pero necesariamente el día también terminará mucho más tarde (es normal terminar las clases alrededor de las 18:30 h/19:00 h). Sólo me di cuenta de que era un tema muy variable en cada país cuando me mudé a Milán, pero sobre todo desde el momento en que tuve una compañera de piso belga que estaba acostumbrada a cenar sobre las 18 h y se escandalizó cuando se enteró de que algunas de sus clases aquí en el Politécnico de Milán no terminaban hasta las 19 h o 20 h.

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2 - Las películas y series no están dobladas

En Portugal no tenemos la costumbre de doblar series o películas, lo que resulta raro para los demás. Sólo me di cuenta de que éramos una de los pocos países en Europa cuando, una vez más, me mudé a Milán y todo lo que no era un programa de televisión nacional, estaba doblado "malamente".

En Portugal, los cines suelen tener exclusivamente versiones dobladas de películas dedicadas a los niños, que todavía no pueden leer los subtítulos. Creo que esta es una de las razones por las que los portugueses tienen un nivel de inglés muy aceptable. (Nuestro mercado tampoco es muy grande, probablemente no compensaría monetariamente).

Por supuesto, escuchar la televisión es una de las formas más rápidas de aprender un idioma, pero la buena noticia es que la televisión nacional depende en gran medida de sus propios programas, así que siempre hay muchas opciones.

3 - Nuestros cajeros automáticos están muy avanzados

Portugal tiene uno de los sistemas de cajeros automáticos más desarrollados del mundo. Hay uno en cada esquina y las posibles operaciones son inimaginables. Puedes cargar tu teléfono móvil, pagar las entradas de los eventos o las facturas de casa. Es un servicio verdaderamente eficiente y útil.

Sólo noté esta diferencia cuando llegué a Italia, donde los cajeros automáticos permiten poco más que retirar dinero, comprobar el saldo (esta opción ni siquiera está disponible para las tarjetas internacionales) y recibir ingresos.

En Portugal, raramente necesitaba usar los servicios online de mi banco. En Italia es una necesidad constante, ya que necesito saber "cuántos tengo" y no tengo otra opción. En Portugal, se puede pagar casi en cualquier lugar con una tarjeta de crédito (es muy raro la cafetería o el restaurante que no tenga para pagar con tarjeta), pero aquí la historia es diferente.

4 - "Buenos días" y "gracias" son gestos obligados

Los portugueses son un pueblo abierto, que "miran a los ojos" y confían. Sin embargo, algunos comportamientos que en el norte de Europa se leen como moderación y respeto, pueden ser vistos como un poco de esnobismo en Portugal.

Un "Buenos días" y un "Gracias" siempre que sea necesario son esenciales para recibir una sonrisa desde el otro lado. En las zonas rurales o en ambientes más pequeños, es frecuente decir "Buenos días" a la gente que sólo conocemos de vista si nos cruzamos con ellos en la calle o cuando entramos en una tienda o servicio donde hay más gente esperando. (En estos casos la respuesta es opcional).

Estas reglas también se extienden a "Lo siento" o "Disculpe" cuando alguien es tocado o molestado por accidente en el transporte público. A las personas mayores debemos dirigirnos siempre en tercera persona por respeto, pero para las personas de nuestra edad, "tú" es perfectamente aceptable.

5 - Muchas reuniones van acompañadas de un café

En Lisboa, pedimos cariñosamente una "bica" (café corto pero muy sabroso). El café es un ritual muy nuestro. Es esencial por la mañana, para empezar el día, antes de las clases o el trabajo. Es común después del almuerzo o al final del día antes de ir a casa.

Los portugueses son grandes consumidores de café, siendo muy comunes otros subproductos como el "galão" (café con leche), por ejemplo - aún así nadie supera a los italianos en variedad.

El café, más que un hábito, es un ritual social. Cuando queremos organizar una pequeña reunión informal, es común la pregunta: "¿Tomamos un café un día de estos?". Por supuesto, el café no es lo más importante y a menudo ni siquiera lo bebes, pero es una costumbre muy portuguesa.

El café es un producto muy apreciado y muy económico (normalmente en una cafetería puede costar entre 0,50 € e 0,70 €). Los cafés se beben y se sirven sobre la barra a toda prisa y acompañados de un pequeño paquete de azúcar y una cuchara para remover.

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6 - Se saluda con dos besos

En Portugal, dos besos no siempre son un signo de informalidad. Es normal que dos personas que se presentan den dos besitos seguidos, a diferencia de lo que ocurre en otros países, especialmente en el norte de Europa.

Tengo un amigo milanés (aquí del norte de Italia) que hizo Erasmus en Lisboa y que se quejaba de lo mucho que le costaba dar dos besos cuando conocía a alguien nuevo. Lo que para nosotros es algo normal, es aparentemente demasiado para otras culturas.

Los dos besos comienzan por el lado izquierdo (a diferencia, por ejemplo, de los italianos que comienzan en el lado opuesto. Ten cuidado de no crear situaciones embarazosas). La única excepción es entre los chicos. Un chico y una chica se saludan con dos besitos, pero dos chicos tienden a dar una especie de abrazo, que consiste en una especie de palmada en la espalda. En una situación más formal, se dará un apretón de manos.

Esta forma tan cálida de saludar a alguien no tiene nada que ver con la cercanía ni nada de eso, es simplemente una costumbre. Para los portugueses, un abrazo tiende a ser mucho más íntimo que dos besitos.

7 - Camisetas sólo cuando superen los 25º

Portugal es un país del sur, y en verano las temperaturas son constantes alrededor de 30º. Es algo normal y a nadie le importa. Dentro de la ciudad, a veces se vuelve infernal (¡tantos fueron los días de julio en exámenes que ya estoy acostumbrada!). Generalmente, se necesita un poco más que los primeros signos de la primavera para cambiar la ropa de algodón por algo más liviano y fresco.

El otro día, cuando la temperatura todavía rondaba los 15º, me pareció curioso porque uno de mis colegas polacos del Politécnico de Milán ya estaba "vestido de verano". Me preguntaba qué llevaría puesto el chico con los 35 grados de Lisboa a mediados de agosto.

Si te vas a Lisboa, deberías tener ropa más ligera y fresca, incluso en otoño o primavera. Las temperaturas a veces tardan tiempo en bajar, y aún así tendrás días bastante calurosos. Única observación: Lisboa, especialmente la zona histórica cercana al mar, es a menudo golpeada por el viento marino en cualquier época del año. Así que, al igual que deberías traer una camisa de lino o de algodón, un cardigan o una chaqueta también será muy útil.

8 - La sopa es un hábito diario

Aún no he encontrado una pareja para la cocina portuguesa en mis viajes a otros países y regiones con respecto a variedad y equilibrio. Es una cocina mediterránea tradicional (usamos aceite de oliva en lugar de mantequilla) y gran parte de ella pasa por las verduras y la fruta. Otros alimentos que también se utilizan ampliamente y que son la base de la alimentación son: el pan, los frutos secos y otras hierbas.

Desde que era pequeña recuerdo que mi madre se aseguraba de que para empezar una comida hubiera incluso "unas cuantas cucharadas" de sopa. Los ancianos creen que es fundamental "preparar" el estómago para lo que viene a continuación y no comer tanto después. Hay incluso aquellos que sólo comen una rica sopa en la cena.

La sopa se hace con una base de vegetales y suele ser muy sabrosa. Hay una opción para todos los gustos, encontrar una que se ajuste a nuestras preferencias, ¡no debería ser un problema! Algunas famosas sopas portuguesas que podrías probar son, por ejemplo, el caldo de pollo, la sopa de "pedra" y el caldo verde.

La "canja de galinha" es un caldo caliente y nutritivo que se cocina lentamente en la olla. La base es agua, aceite de oliva y pollo para dar sabor. Algunas personas añaden pequeños trozos de pollo y trozos enteros de pollo. Es un plato muy fácil de hacer - para aquellos interesados en explorar la cocina de mi país - pero requiere alguna técnica para conseguirlo. Es lo que se suele comer en un día frío de invierno, o se da a los que sufren de resfriados y gripe.

La sopa de "pedra" es una sopa tradicional de la zona de Ribatejo, bastante fuerte y nutritiva. Es una crema espesa - a veces la cuchara casi puede mantenerse por sí sola dentro de la sartén. Lleva una multitud de ingredientes - muchos de ellos secretos y que varían de una versión a otra - pero básicamente consisten en col portuguesa, frijoles y chorizo nacional, con patatas como base. La historia de la piedra, si la conozco bien, se debe a una historia tradicional, que juega con la cantidad de elementos que llevan estas sopas y sobre los intentos de descubrir lo que les da su sabor muy característico. Después de una sopa de este tipo, generalmente no es necesario comer nada más; es una comida completa.

Por último, el caldo verde es una versión intermedia, ni muy líquida ni muy espesa, también hecha con una base de patata, cebolla y un poco de aceite. Luego pones la col portuguesa cortada en juliana, que es lo que le da su color y sabor. Para una sopa refinada, añade unas rebanadas de chorizo.

9 - Hay una cosa llamada "retraso elegante"

Los portugueses no son el caso más crítico que conozco. Sin embargo, este tema puede sorprender a los que están acostumbrados a horarios más precisos y a la llamada "puntualidad inglesa", expresión que usamos como una broma en Portugal.

Con la excepción de todos los portugueses puntuales - como mi padre, una minoría - los portugueses llegan conscientemente 10/15 minutos tarde. Esto es lo que se llama "retraso elegante", que no se considera un retraso en absoluto. No se espera una disculpa y la gente generalmente no se siente mal por mantener a alguien esperando durante este período.

Este tema se extiende a otros de la vida cotidiana como las citas con el médico, que siempre tienden a retrasarse, los almuerzos en días de trabajo o estudio o una simple visita al cine. El transporte público tampoco es muy estricto con el tiempo. Es algo con lo que tienes que aprender a vivir, aunque puedes intentar evitarlo un poco.

Por otro lado, no hagas lo contrario: aparecer tarde esperando que la otra persona también lo haga. Cada uno es como es y hace falta conocer a la persona.

10 - Se come sentado

El almuerzo (y también la cena) son vistos como momentos de compartir y de reunión. Es un descanso en el medio del día que debe ser disfrutado. Por lo general, alrededor de las 13:00, si hacemos un "tour" por los restaurantes de la capital, podemos encontrarlos llenos de la "clase trabajadora" que disfruta de los platos, sentados en la mesa con los colegas de trabajo.

Incluso en el caso de los estudiantes, normalmente - excepto en casos de trabajo duro - los estudiantes tienden a ahorrar un poco de tiempo para ir a la cafetería con los otros colegas o para reunirse en una mesa de la sala con sus tuppers.

La cena funciona de manera muy similar pero está visto como un momento familiar. Si las horas no son muy incompatibles, generalmente se espera a que todos vengan a casa a cenar y así compartir unos momentos con la familia. A lo largo de mi niñez y juventud, me cuesta recordar el día en que no cenamos todos sentados a la mesa. ¡Es un hábito que hay que respetar, sin duda!

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