Palazzo Parisio

Durante mi Erasmus Prácticas en Malta hace 3 años, me encontré un edificio espectacular de camino al trabajo. Pasaron muchos meses hasta que decidí pagar por una visita. Pero vamos a rebobinar un poco...

Cuando llegué a Malta por primera vez tuve suerte de encontrar alojamiento muy rápido. Además, estaba muy cerca de la empresa donde hacía las prácticas. Para los que no lo sepan, Malta es una isla muy pequeña del Mediterráneo y su capital es la Valeta. Puedes ir de un punto de la isla a otro en coche en solo 40 minutos. El barrio en el que estaba mi apartamento es Naxxar.

Naxxar es un barrio residencial, uno de los mejores de la isla, con increíbles iglesias y un tipo especial de arquitectura. Disfruté mi estancia allí. Por las mañanas iba a la oficina a hacer las prácticas, y por las tardes tenía un trabajo a tiempo parcial que estaba muy cerca. Todos los días pasaba por este edificio, el Palazzo Parisio, que llamó mi atención desde el primer día. Quería pagar para entrar desde el principio, pero estaba demasiado ocupada. Finalmente le dije a mi mejor amiga de Malta, Neringa, que fuéramos a visitarlo.

Un primer vistazo

Desde fuera parece un palacio pequeño con servicio de estacionamiento y seguridad en la entrada. Me dije a mí misma que algo exquisito debía haber dentro, algo que valiera la pena.

Cuando entramos vimos a una anciana que parecía ser la recepcionista. Nos preguntó si íbamos a comer, tomar el té o simplemente a hacer una visita. Aquí es cuando descubrí que este maravilloso lugar tenía anexos a otros lugares interiores.

Nos dio información del lugar. Tiene un restaurante elegante y exclusivo, un jardín, una sala de té y una sala para celebraciones como bodas. Decidimos visitar el interior del palacio. La mujer nos dio un folleto y una audio guía. Además nos indicó dónde empezaba la visita. La entrada costaba 12 € con descuento para estudiantes.

El interior

Justo al torcer la esquina de la entrada principal, donde empieza el tour, hay un piano vintage que muestra el camino hasta las escaleras del primer piso. Con los auriculares encendidos, nuestra guía inglesa nos contaba la historia del palacio y la familia real que vivió allí.

Mientras subía las escaleras iba prestando atención a lo que escuchaba en la grabadora. La historia decía que un maltés millonario compró el palacio en 1890. Tenía un plan para ese palacio, así que contrató arquitectos italianos de gran prestigio y pintores para redecorar el lugar y convertirlo en una obra de arte.

Al final de las escaleras hay un pasillo lleno de estatuas, como podéis ver en la foto. Lo más impresionante es el techo, que exhibe pinturas de bajo relieve. Es impresionante la cantidad de detalles que encuentras en las pinturas. Te dan ganas de sentarte y admirar durante un tiempo estas pinturas.

Al fondo de la pintura se ve la capital La Valeta y su alcazaba. En lo más alto podemos ver a los caballeros de Malta mostrando la bandera maltesa.

El salón de baile

En el pasillo hay dos entradas que dirigen al salón de baile y a otra sala privada que llamó mi atención. Pensaba que no podía ser más increíble que el pasillo, pero me equivoqué. Lo mejor estaba por llegar.

Lo primero que vi al entrar fue una enorme lámpara de araña de cristal. Nunca había visto nada igual en mi vida, era impresionante. Las paredes estaban cubiertas de pinturas de oro muy detalladas.

Creo que las fotos hablan por si solas. Se ve el trabajo tan detallado que hicieron los arquitectos italianos, que también dice mucho de las aspiraciones del dueño. Un hombre con buen gusto, eso seguro.

Fue difícil abandonar esta sala. Le dije a Neringa que volveríamos más tarde, ya que un descanso para comer no es suficiente para conocer este lugar.

Siguiendo la visita, la sala privada de al lado parecía un dormitorio, ya que estaba equipado con muebles y las paredes tenían pinturas elegantes y vintage.

La mesa de café era increíble, todo oro.

En la segunda planta había otro dormitorio cerca de una biblioteca y una oficina. Mi guía dijo que era la habitación principal del dueño. Al lado había una sala de juegos con un billar enorme.

El comedor

Aquí está la mesa más increíble y enorme que he visto en mi vida. Vasos de cristal y platos de oro, cucharas de plata, todo muy real.

Me recordó al castillo de Drácula de Transilvania, mi lugar natal, un extraño sentimiento. Es con diferencia lo más increíble que he visto en Malta.

Los jardines

La visita al interior del palacio acaba en la segunda planta, pero la guía nos dirigió hasta el jardín del palacio.

Aquí tenéis un mapa de los jardines del palacio.

Escuchaba con claridad toda la información que nos daban acerca de los jardines, descritos como el segundo Versalles y los más increíbles de todo Malta. En él se pueden encontrar especies de animales y plantas poco comunes. En el exterior encontramos piscinas improvisadas, un lago artificial, árboles coloridos y una boda.

La ceremonia se celebró mientras estábamos allí, pero el jardín si estaba abierto a visitas. Por supuesto, dimos un paseo y vimos todo.

Es un gran lugar donde pasar el rato, incluso para leer mientras admiras el lugar.

Después del jardín principal hay otro más pequeño frontal, como podéis ver en la foto. Cisnes, carpas, tortugas y aves cantoras. Este sitio es el lugar perfecto para celebrar una boda. Es el lugar más exclusivo de Malta.

El restaurante

El restaurante sirve todos los días desayunos, comidas y cenas desde por la mañana hasta las 10 p. m. Es necesario hacer reserva. En la foto podéis ver la puerta de atrás del restaurante. No podías entrar, por supuesto.

Mi guía me contó que una vez Oprah cenó allí y que pasó el día en el palacio. Había más famosos.

Hay otra zona en la que sirven té de 3 p. m. a 5 p. m. En la actualidad, este lugar está dirigido por una madre y su hija descendientes de la familia real maltesa.

Antes de acabar el tour la recepcionista nos dijo que había una pequeña boutique con souvenirs y joyas, por si queríamos echar un vistazo. La tienda era cara, pero también bastante interesante. Perfumes, jabones de lujo, souvenirs de Malta y postales, todo impresionante.

Conclusión

Recomiendo totalmente ir a Malta en Verano y tener el Palazzo Parisio como primer lugar que visitar de la lista. No olvidéis hacer una reserva para cenar en el restaurante más exclusivo de La Valeta. Aplacé mucho tiempo la visita, pero al final valió la pena. Después de la primera visita, fui muchas más veces. En todas me sentía como en la primera, no dejaba de impresionarme.