Si algo merece la pena de Malta y que sin duda no puedes dejar de visitar es el Blue Lagoon, o más conocido como isla de comino. Para llegar hasta esta isla en medio del mar el único medio de transporte es el barco. Encontramos un gran número de barcos turísticos que desplazan cada día a turistas desde el puerto de Malta a esta isla paradisíaca. No sé el precio del desplazamiento, pero sin duda, es uno de los sitios más alucinantes qué vais a poder visitar.
El barco os dejará en la parte de atrás de la isla. No preocuparos, no tendréis que andar mucho, la dimensión de la isla es muy reducida. No creo que sea mayor que la extensión de un bloque de pisos, la parte transitable; y de un barrio en conjunto.
Justo al lado de la bajada del barco encontrareis uno de los pocos trozos de tierra que veréis en la isla, de más de diez metros.
Lo que a primera vista llama más la atención, es la masificación de la isla. A pesar de ser de roca, cada sitio está ocupado por alguien; llega incluso a ser difícil poder cruzar de un lado a otro o encontrar un sitio donde poder sentarse. En la isla encontramos varios puestos, donde venden desde refrescos o helados hasta bocadillos… Su precio es bastante elevado asique os recomiendo que llevéis todo preparado para echar el día en la isla. También podréis alquilar hamacas y sombrillas que están instaladas en todos lados de la isla incrustados en la roca.
Mirando al horizonte podréis divisar otra pequeña isla, de un pequeño tamaño, en la que justo en el centro veréis una pequeña cueva con final. Es posible llegar de la orilla de comino a la pequeña isla que se encuentra enfrente ya que nada más bajar os percatareis que la profundidad del agua es mínima. Sólo en un pequeño trozo del camino tendréis que nadar a conciencia puesto que no alcanzaréis a pie, el resto no cubre por completo.
Recomiendo llevar unas gafas para hacer snorkel pues a pesar de que el agua es cristalina y puedes ver todo el suelo y a sus animales así podrás disfrutar aún más de los peces de colores. Creo que ha sido una de las excursiones más divertidas que he hecho, y no se tarda más de media hora en llegar a la otra orilla.
Cuando llegas a la otra orilla puedes continuar nadando y es que la pequeña cueva da a mar abierto. En esta, a pesar de su oscuridad, puedes pasar con bastante espacio. Al final, encontrarás el mar a vierto con bastantes acantilados a su alrededor, de alrededor de unos 5 y 6 metros de alto.
Si quieres emociones más fuertes, encontrarás en la isla de comino, acantilados de casi quince metros- quizás exagero pero a ojo me parecieron al menos esos metros- pero en mi opinión no son seguros para tirarse desde ellos, aunque es cierto que un gran número de turistas si que se lanzaron al vacío desde ellos.
