Sierra de Cazorla
Introducción
Orgullosa de empezar mi andadura describiendo distintos sitios y lugares, por uno que me dejó sin palabras desde el primer suspiro. Hablo de Sierra de Cazorla, y para todos aquellos que no sepan dónde se encuentra, decirles que está situada en la provincia de Jaén.
Seguro muchos han escuchado alguna vez su nombre, puesto que hay una marca de agua con el mismo (agua que desde aquí recomiendo), y que espero tras este artículo os entren ganas de visitar.
En primer lugar, deciros, que se puede llegar a la Sierra de Cazorla desde Jaén a través de la A-315 y A-316, no teniendo pérdida alguna y estando señalizada a la perfección durante todo el trayecto. Si sois de los que tenéis siempre el GPS a mano, comentar que hace una buena labor no perdiéndonos ni metiéndonos por sitios recónditos a su paso.
El tiempo que tardaremos desde la ciudad de Jaén será de en torno hora y veinte minutos, que sabiendo que se encuentra a 103 kilómetros de distancia, lo cierto es que nos podemos hacer una idea de cómo podemos encontrar las carreteras.
Habrá que meterse en el pueblo de Cazorla y desde ahí, pasados unos kilómetros llegaremos sin mayores dificultades a la zona de aparcamiento, que, por cierto, sin preocuparse, es muy amplio.
Como dato para que se pueda entender la importancia de esta Sierra, he de decir que es el mayor espacio protegido de todo el país, teniendo más de 214. 000 hectáreas (el segundo más grande de toda Europa), y declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Los comienzos
Desde que entramos, podemos llegar a imaginar más o menos qué nos podemos llegar a encontrar en la Sierra, pero jamás poder valorar plenamente ni entender todo lo que se nos ofrece. Los árboles, arbustos, animales de todo tipo, piedras, flora, etcétera te hace replantearte cuán pequeños somos los humanos.
Si bien está controlada la entrada a la Sierra, y pudiendo entrar sin coste alguno a ver los parajes impresionantes a su paso; desde aquí recomiendo sin duda, contratar algún paquete turístico para disfrutar mucho más de la experiencia. Tras analizarlos detenidamente con mi acompañante de viaje, llegamos a la conclusión de que la ruta guiada era obligatoria (totalmente recomendable), y que por supuesto, contemplara la opción de incluir alguno de toda la red de senderos que tenía la Sierra.
Desde cientos de alojamientos en la zona siempre respetando el medio ambiente, pasando por multitud de actividades de ocio y aventura como el 4x4, la escalada o los descensos de cañones; la Sierra de Cazorla no te podrá dejar indiferente. Los bares, restaurantes y cabañas se encuentran a no mucha distancia de lo mejor de la misma, pero nadie puede pensar en todo eso ante semejante paisaje.
El aire puro que se respira merece la pena sin duda, y si vais en época invernal, las nevadas dejarán un color blanco inigualable que siempre te ablanda el corazón. Recomiendo llevar ropa cómoda y zapatos deportivos durante todo lo que vayamos a estar por allí, porque seguro que con todas las horas que pasaréis por allí, lo vais a agradecer.
Con historias y respuestas que van dando los distintos guías que nos acompañan, uno comprende cómo es posible tener un desierto tan cercano como es el de Almería, y la mayor zona verde de España como es la Sierra de Cazorla. Todo ha sido gracias a la labor de cuidado que se ha tenido desde tiempos inmemoriales y que en la actualidad y en el futuro, debe seguir haciéndose para que las siguientes generaciones puedan disfrutar de todo lo que nos brinda la naturaleza.
Lo que se puede ver
Para no dejar detalles importantes a mi paso describiendo la Sierra, me veo obligada a enumerar todo lo que podemos ver en nuestro viaje:
- Cascadas: empezaré con algo novedoso en lo que era hasta entonces mi corta vida. Lo que se siente al ver el agua correr sin parón y sí con mucha fuerza, por entre las rocas, es algo que no se puede describir fácilmente. Los arbustos de entre las mismas, y la perfecta simetría en cuanto al camino que va dejando el agua, hace de todo ello, una foto imprescindible y obligada en nuestra visita.
El agua es totalmente cristalina, sin suciedad y con una imagen nada despreciable en comparación con las cascadas más conocidas por todos (las más conocidas, las cataratas del Niágara). Por si alguno no lo sabe, una catarata no es más que una cascada grande, con una altura contundente.
Entran ganas de bañarse sin lugar a dudas, y siempre que se haga con cuidado por la corriente y con el respeto que merecen, uno podrá hacerlo sin demasiadas complicaciones.
- Ríos: son algunos los ríos que cruzan la Sierra, si bien, el más importante de todos es el conocido Guadalquivir. De nuevo, la fuerza, la intensidad, y los colores de película claros, azules y verdes, te harán ver otra realidad alternativa a la que estabas acostumbrado.
Se cuida de buena manera que los caminos no teman la crecida del río, si bien por algunos sitios, podemos observar que no está a demasiados metros del mismo (más bien a casi ni uno si quiera).
- Arboleda: si hay algo que no puede faltar en todo sitio parecido a éste, es sin duda la gran cantidad de árboles en cada paso que damos a lo largo de nuestro trayecto. Los pinos, los madroños y los acebos son los que más influyen a la vista del visitante, con un color verde que gusta y da vida.
- Cuevas: sus numerosos huecos entre las piedras, dan origen a las muchas cuevas que se encuentran disponibles en la Sierra de Cazorla. Desde ellas, podremos ver de mejor manera todo lo que nos ofrece la misma, y que, de nuevo, recomiendo probar como vista obligada.
- Fauna: son bastantes los animales que podremos tener el gusto de disfrutar en nuestro paso por Cazorla. Desde los ciervos, las cabras y los numerosos insectos; pasando por el siempre gracioso jabalí, y terminando por otros como el buitre, el oso y por supuesto el lobo. Habrá que andarse con ojo para no tener más de algún problema con ellos.
- Cañones: que para los que no lo sepan, nos dice Internet que es “ un accidente geográfico provocado por un río que a través de un proceso de epigénesis excava en terrenos sedimentarios una profunda hendidura de paredes casi verticales”, y para los que no lo hayan entendido, tan simple como un desfiladero ensanchado. De nuevo el poder del agua, ensanchando las rocas a su paso, y erosionando todo lo que le llega, es precioso de ver.
Lo que se puede sentir
- Tranquilidad: no hay sitio mejor para entender el silencio que una Sierra en la que con tantos kilómetros cuadrados, no te será difícil llegar a un sitio con pocas personas y nada de ruido. El verde siempre ayuda, y escuchar el agua fluir o los pájaros piar, también.
- Vida: una se siente viva con tanta flora y fauna a su alrededor. Todo se mueve, todo es dinámico, nada para. La naturaleza parece ser algo que no se detiene, algo con un objetivo, con un fin claro, y dispuesta a todo para conseguirlo.
- Alegría: alegría de ver que a pesar de todo lo malo que puede llegar a hacer el ser humano, siguen existiendo rincones como éste que merecen la pena visitar.
- Placer: al ver la inmensidad de los bosques, de las cuevas, de las rocas, de los valles, de los animales, y que parece que nunca acaba, porque nunca terminas de verlo y sentirlo todo.
Lo que se puede escuchar
Aquí, sin hacer una nueva lista, debo confesar que me quedé sorprendida ante el silencio que puede uno sentir allí en sus adentros. Una, cuando va e imagina todo lo que va a encontrar (que si cientos de turistas, que si cientos de animales, que si el agua recorrer sus caminos, etcétera), siempre piensa que el silencio es cosa rara. Pero me dejó sin palabras el hecho de estar rodeada de tanto y a la vez escuchar y sentir más mis propios latidos que todo lo que había a escasos metros de mis piernas.
Empiezas a estar más atenta a todo, y es cuando comienzas a escuchar cosas que antes pasaban inadvertidas para tus oídos. El agua parece que hace retumbarlo todo, mientras que los pájaros que se cuentan por miles, te hacen pensar si son ellos los que controlan aquello. Gritan (a su manera), y te hacen estremecerte a veces.
Además, de vez en cuando escuchas el eco de alguna que otra persona a lo lejos, y sabes que no estás a solas.
Conclusiones
No podemos dejar pasar la oportunidad de zambullirnos en sus aguas templadas, y siempre limpias. Un baño allí, no será jamás lo mismo que en la playa. Su eterno sol en verano y su nieve en invierno, hacen de la vista y los sentidos en general, una delicia. Las actividades contadas por decenas, siempre te sabrán a poco y sentirás algo por dentro que te dice que te vayas a lugares que aún no viste ni conociste. Si encima, el aparcamiento no es difícil de tener, y hablamos del lugar verde más grande de España, no puedo nada más que esperar el volver a la Sierra de Cazorla en un futuro cercano.
Si alguien tiene alguna duda, que mire alguna foto más.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- Italiano: Sierra de Cazorla
¡Opina sobre este lugar!
¿Conoces Sierra de Cazorla? Comparte tu opinión sobre este lugar.