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Publicado por flag-ro Patricia Ioana — hace 9 años

¿De qué se trata en esta ocasión?

Me voy ahora hacia el sur, a la ciudad patrimonio histórico de la humanidad como es Úbeda, en la provincia de Jaén. Es lo que más cerca me pillaba de donde me encontraba y no tuve más remedio que tirar hacia allá para poder disfrutar de uno de esos sitios que tarde o temprano hay que ver.

¿Dónde podemos encontrar este lugar?

Pues en una de las calles míticas de la ciudad, la cual es en este caso la Calle Real, número 17, en Úbeda. Es una calle llena de restaurantes y bares en los que te podrás tomar algo en cualquier momento y es que esa es la clave de la Calle Real, ya que nunca será desacertado tirar hacia allá si tienes hambre, sed o simplemente quieres algo de ambiente. Es perpendicular a la Calle Rastro, a menos de un minuto, y si sigues todo recto tu camino hacia abajo de la cuesta con pendiente muy suave; llegarás hasta la Calle Juan Montilla, dejando a su vez a la izquierda la Iglesia de San Pablo. Para el que no lo tenga demasiado claro aquí le dejo el link correspondiente: https://www.google.es/maps/place/Calle+Real,+17,+23400+%C3%9Abeda,+Ja%C3%A9n/@38.0106628,-3.3704351,17z/data=!3m1!4b1!4m2!3m1!1s0xd6ef4799344e447:0xe824212047e43661

¿Cómo llegar de manera simple hasta lo que me estás explicando?

Como en todo en la ciudad, la mejor opción siempre será ir andando, pues no es que sea demasiado grande y de hecho te recorrerás de una punta a la otra en menos de media hora andando; por lo que no tendría mucho sentido el coger el coche o algo parecido para llegar hasta El Druida. Las zonas del centro como es en este caso, siempre serán o bien con zona azul y ahora a buscarse la vida para aparcar, o bien con párking en el cual tengas que poner directamente el ticket una vez entras y que luego sabes perfectamente que tendrás que pagar.

Por todo ello, una vez vengas de fuera con el transporte que sea (un euro y poco más desde Baeza por ejemplo, otra de las ciudades con encanto), pues te pares donde te pares olvídate de todo lo demás y dale a tus piernas para poder hacer ejercicio mientras ves todo lo que te ofrece la ciudad.

¿Algo de historia me puedes comentar con respecto a ello?

Ciudad reconquistada por los españoles a mediados del siglo XV, estuvo en manos de los musulmanes durante siete siglos completos y eso se nota en cuanto a arquitectura y todo lo que le rodea. Monumental e histórica, Úbeda nunca te dejará indiferente, mezclando ese estilo barroco clásico de años atrás, con otro renacentista musulmán de los últimos años de su reinado. En perfectas condiciones que se encuentra, se ha mantenido en buena forma a pesar de haber pasado muchos año a la espalda y de que los ayuntamientos pertinentes hayan olvidado la importancia de la ciudad hasta hace no demasiado tiempo.

El Druida es de esos sitios en los que el tiempo pasa pero por dentro todo parece mejor. Es el típico sitio para tomar vino, probar lo mejor que se pueda, irte sin hambre con la barriga llena y además conocer alguna que otra historia de los que te encontrarás por allí, lo cual pasará con frecuencia.

No tiene muchos años, pero seguro se mantiene en el tiempo, aquí os dejo el enlace de su facebook para que le echéis un vistazo: https://es-es.facebook.com/EnotecaElDruida

¿De qué horarios dispone y qué días podemos encontrarlo abierto?

De nuevo esa información además de estar perfectamente situada en el tablón de fuera y su puerta estrecha; también lo podremos encontrar en el anterior enlace facebook que os puse y que no me importa dejar aquí plasmado para que todos sepan a la hora en la que se puede visitar. Sería:

Lunes a Viernes: de 10.30 a 14.00 y luego más tarde de 17.00 a 21.00 de la noche.

Un horario parecido al de los sitios que están alrededor, pero con la salvedad de que si lo que vas es a cenar y no simplemente a tomar unas tapas, quizás El Druida no sea tu sitio, pues principalmente lo que es es una enoteca y se especializan en vinos, vermús y sus derivados.

¿Me podrías describir físicamente el sitio?

Mensaje en grande arriba del todo “El Druida”, sabes que leyendo esas palabras ya estás casi dentro, con la salvedad de pasar la puerta, cosa que será complicado si no llegas en el horario indicado. La primera vez que fui al sitio por recomendación ajena, me di de cruces con la verdad; eran las 15.00 de la tarde y tenía la certeza de que era la hora perfecta para que un sitio de estas características estuviera abierto, pero no, me equivoqué.

Los horarios están para algo” Me decía siempre mi madre desde muchos años antes, y más la típica frase de “el tren no espera a nadie”, me perseguirá de por vida haciéndome ver que mejor llegar a todos los lados antes que tarde para no tener que curar en vez de prevenir.

Me meto en la historia, y es que paseaba con mis compañeros de viaje por la Calle Real, atisbando de un lado a otro el sitio perfecto para tomar algo. Preguntar a la gente servía, pero no demasiado pues como todo en la vida, la subjetividad brilla y lo demás acaba perdiéndose. ¿Qué sentido tendría el preguntar a muchas personas sobre lo mismo, cuando cada una va a tirar para lo suyo olvidándose de lo demás? Había por tanto dos opciones, o que las personas coincidieran y dejaran muy claro que el mejor sitio es tal o cual y que por tanto era la opción clara para tirar hacia allí; o bien por otro lado jugársela al primer nombre que dijeran y ese fue El Druida.

Además, las palabras de los mayores siempre son y serán sabias, por lo que cuando uno de ellos te suelta un contundente “pero vamos a ver, esa pregunta no tiene ningún sentido, vete tirando para El Druida que me tienes contento”, con claras expresiones andaluzas, pues acaban por convencerte y terminas tirando para allá sin ningún tipo de duda pertinente.

Por fuera mezcla lo moderno con lo tradicional, con los barriles de vino que hacen que sepas de antemano en qué tipo de sitio te vas a meter. Como decía, sería una enoteca y por tanto, si no te gusta el vino e incluso si te entra eso que se le llama por ahí abajo del país, “fatiguita”, olvídate del Druida porque todo el mundo estará bebiendo una copita de vino, 100% saludable y recomendada por los médicos y por tanto su olor te causará el mismo efecto que si tú mismo te la estuvieras bebiendo. Déjalo, hay muchos otros sitios cerca y no te merece la pena ese sufrimiento.

Pero si por el contrario, el nombre es bueno (como era el caso), una persona sabia te convence de que debes de entrar y encima ya te preparan varios barriles fuera para beberte tu vinito mientras te da el sol de cara y te ponen una tapa, pues no dudes ni un segundo en ir y entrar al Druida.

Metiéndome más de lleno en la descripción física, decir que una vez entras, nada se deja al azar, pues si bien los baños como es lo más normal, se quedan al fondo a la derecha de la sala; durante todo ese trayecto, lo que habrá en mayor medida será el olor a vino que ya comentaba antes, pero también el color a madera que se una con alguna que otra planta que le da color a la cosa y también más de un cuadro para mejorarlo todo aún más si cabe.

La barra se quedará a la izquierda, llena de luz, y llamándote para que te quedes allí sentado y te tomas la primera con el camarero, simpático, alegre y abierto que te dará conversación sin haberlo pedido y que por supuesto será entretenida. Si no tienes ganas de hablar en ese momento, de nuevo, no será tu sitio la barra y mejor que te vayas fuera, aunque nunca estarás totalmente salvado de la amenaza, ya que los nativos de la zona, cuando ven a foragidos, les apetece preguntarle sobre sus vidas, el porqué están allí y si les ha gustado. Tendrás tarde o temprano que contestarles y por lo tanto cuanto antes te lo quites de en medio, te relajes, suba el vino y te salgan las palabras, mejor para todos porque no te van a insistir más y menos si ven que estás bien allí. La clave entonces será la de como casi todo en la vida: la naturalidad.

Continuamos mirando de arriba a abajo y veremos que las botellas de vino se cuentan por decenas y decenas y también los botijos en los que se guarda el mismo. Barriles de vermú también podrás divisar y ello hace que la variedad y amplitud de posibles bebidas sea inmensa, ya que a los típicos refrescos, cerveza, tinto y demás bebidas varias; podrás meter tantos vinos como conozcas y por supuesto más aún, porque los del Druida sabrán más que tú con casi total seguridad.

Los olorosos son muchos, pero también habrá la variedad Pedro Ximénez, junto con su derivado Sherry Cream, el cual para mí está sorprendentemente bueno, lleno de textura, sabor fino y a la vez con ese dulce que te atrae, que lo hace algo más denso pero que te hace que entre bien la comida. Continuo hablando de los tipos de vinos que te ofrecen, teniendo multitud de tintos, con denominación de origen como el Sherry, el Cumbre de Gredos, Rioja y otros tantos conocidos y menos conocidos, para que no te escapes sin haber probado algo nuevo. También estarán los espumosos, y ya cosas que se parecen menos como el cava o champaigne.

En definitiva, variedad casi infinita con un toque rojo en la cara de los que están allí que te da pistas de lo que ha estado pasando en el local. Por último decir, que el número de asientos y mesas son suficientes como para que aunque vaya mucha gente, siga habiendo espacio para ti.

¿De qué ambiente dispone el local en sentido número de personas y qué tipo?

El ambiente siempre será magnífico, lleno de personas a la hora a la que vayas, tanto dentro como fuera, y es que a pesar de que tiene suficientes asientos o eso es lo que parece en un primer vistazo, más verdad sería que todo ello es relativo y depende primordialmente del número de personas que haya en cuanto a oferta y demanda de asientos. Por poner un ejemplo: si hay una demanda de 150 personas, lo cual parece muchísima, pero el sitio tuviera 750 de aforo, estaríamos que está vacío, ya que solo el 20% de los asientos está ocupado. Pero claro, cuando la demanda son 60 y el aforo 40, no solo está atestado de personas sino que encima habrá cola para entrar. Qué injusta la vida con los bares y restaurantes que las palabras son tergiversadas al son de cada uno que escucha y luego opina lo que quiere sobre el mismo según su conveniencia.

Volviendo al tema, la mejor hora será por supuesto aquella en la que abra el local, ya que no habrá dado demasiado tiempo para que se llene y por tanto tendrás con tranquilidad un asiento donde prefieras. Eso sí, están también aquellos que son fijos y que por muy temprano o tarde que vayas siempre tendrán su asiento debido a su delicadeza con el dueño, a su perspicacia con sus competidores y en definitiva a su innegable inteligencia que le vale para coger el mejor sitio a la hora a la que el quiera y vaya, como recurso innato que tiene.

En cuanto al perfil por tanto de los que van, es claro que los hombres son los que suelen tomar este tipo de productos en mayor medida, siendo un poco inútil el exponer que hay de todo y de todas las edades. Antonio Machado ya lo decía y es que: “no digas media verdad, dirán que mientes dos veces, cuando digas la otra mitad” y ello en el caso del que os hablo sería decir que hay gran variedad de personas. Es mentira, ya que el perfil es claro: hombre, más de 40 años, barba y normalmente en camisa. Todo lo que se salga de ahí, serán excepciones que nunca harán regla y sí complejidad. Las mujeres son muy pocas aunque te las encontrarás a medida que pasas tiempo allí. Los niños se abstienen y los muy jóvenes no saben lo que es saborear un buen vino y distinguirlos como se debe, por lo que es idóneo como ya diré más adelante para aquella persona curtida que sabe lo que quiere, del tipo que quiere y cuando lo quiere.

¿Qué nos ofrece de manera general y sobre todo, qué mejor en particular?

Si de manera general podría definirse como una antigua taberna, en la que con tapas y bebidas hace de mesón en gran medida; no es tal en cuanto a las particularidades que ya he ido mencionando. Y es que para tal número de personas que hay siempre en el local, es de mencionar que no tardan prácticamente nada en ponerte lo que hayas pedido, y siempre es de agradecer con un trato de los camareros magnífico y afable. Además, los baños y en general las mesas y el suelo estarán limpios, a pesar de que no son pocos aquellos los que una vez les ponen de regalo-tapa aceitunas, los huesos los tiran al suelo, no teniendo esto demasiado sentido y siendo demasiado fácil hacer las cosas medianamente bien, ya sea en un plato, ya sea en una servilleta.

Añadimos que la variedad de tapas es buena con respecto a ser los vinos en los que ellos se especializan, y llegarás a la conclusión de que aquel anciano tenía razón, aprendiendo de nuevo que son ellos los que más saben a pesar de perder alguna que otra facultad con los años y que de igual manera lo suplen con la experiencia y el conocimiento añadido que ninguno de nosotros a día de hoy tiene, y que de igual forma, nos queda mucho para llegar hasta ese nivel.

Contar también, que estando en la Calle Real, los precios como ya mencionaré en unas líneas más abajo, son muy buenos, y eso siempre sorprende. Porque claro, te pides tu copa de vino Pedro Ximénez, te pides tu tapa de ensaladilla porque la has visto y te ha conquistado, y te esperas que la cuenta comience a correr de forma disparatada hasta que te de un buen susto; pero no, luego te llevas una agradable sorpresa, por la que de nuevo sigue ganando puntos el sitio para volver.

Oye, pero.... ¿qué pasa con los precios?

Como decía finalmente en el anterior apartado, los precios son buenos para tratarse de la calle mágica de la ciudad en la que todos los viandantes de fuera o de la ciudad quieren tomar algo de calidad, con el solecito pegándote en la calle y por supuesto con ambiente sin duda. Pero claro, la copa de vino te sale de primera calidad por dos euros, que puestos a añadir cosas a favor, decir que si no te has pedido la tapa, te ponen el cuadrado mítico con aceitunas, que siempre favorece para el buen recuerdo, y que si además, están buenas, claramente en tierra de olivos y olivas, pues nadie puede dudar de que sea un acierto ponerte unas cuantas que tampoco es que les cueste demasiado.

Una tapa te costará o bien euro y medio o bien dos euros, pero el plato es contundente y la compañía es de lo mejor, que con el vino que te estás bebiendo, lo hace todo perfecto.

¿Lo recomendarías para otra ocasión?

No tengo duda de que si tuviera que repetir en una enoteca, repetiría en El Druida, y no por el hecho de ser la única que conozco de Úbeda, que también; sino que hablo en general, de todas en las que he estado, si bien empataría con otra de una ciudad en la que el vino es también importante y vive en gran medida del mismo como es Jerez de la Frontera (de la cual ya os hablaré y de algún que otro sitio típico). La variedad y las buenas conversaciones que se crean con el mismo, son aliciente claro para volver, y está claro que lo haré en un futuro.

¿Para quiénes está pensado este lugar de la ciudad?

El perfil era claro y por tanto también la respuesta a esta pregunta, ya que se piensa en ese hombre ya con cierta edad y por supuesto con cultura para el vino, porque lo que está claro también es que pasa como con la cerveza y otras bebidas del estilo; la primera copa de vino no te va a gustar (quizás con la excepción del vino dulce que de primeras puede encantarte y enamorarte como era mi caso), pero cuando ya te has bebido unas cuantas hace en ti una cosa por dentro que te hace sentirte mejor, y es que hay que recordar que es recomendado como cantidad mínima diaria, ya sea para el corazón, los pulmones, evitar el colesterol y multitud de buenas consecuencias cuando disfrutas de ello. Sumado a que el alcohol en cantidades moderadas es también positivo, pues perfecto.

Eso sí, no tienen sentido todos aquellos que tengan ya el “no” en la frente, el “sí” en cuanto a las ganas de criticar por criticar y es que no hay cosa que más joda a alguien que entiende de algo, que le digan en su cara que “puaaajjjjj, qué feo está este vino”; el otro estará pensando “no tienes ni idea hijo, cállate porque la estás liando”, y qué razón que tiene.

Y tras haberlo visitado.... ¿ahora qué me recomiendas?

Sin duda, una vez salgas de allí, con algún que otro moflete rojo por la subida del vino, es ahora turno de ponerte a tope para seguir disfrutando de tu visita a la ciudad patrimonio histórico de la humanidad como es Úbeda. No podemos quedarnos quietos como si nada, con la salvedad de irnos a una de sus plazas emblemáticas como es la de la catedral y tumbarte allí un poco tomando el sol, descansando y reposando la comida y bebida que nos hemos metido por el cuerpo, y además pudiendo divisar allí a lo lejos todos los viñedos que nos muestra la ciudad y que tanto nos hace disfrutar con lo ofertado.

Continúa explorando y explorando porque lo que vas a ir encontrando es bello lo mires por donde lo mires. Las siluetas tediosas del final de las calles; la sombra que se encuentra de camino a los senderos perdidos por las montañas y los montes y valles verdes que magnifican el paisaje, hace que sea una ciudad diferente, que no te deje tal cual llegó y que recuerdes por tiempo y vida.

¿Valoración en punto del uno al diez y razones?

Le pongo un 9 al sitio. Me caló como enoteca como solo uno en Jerez de la Frontera, pero siendo tierra del vino, del buen vino y quizás del mejor; es normal que si compite con la ciudad en cuanto a tal, se merezca al menos un sobresaliente. Lo bueno está todo ya dicho y el porqué no le pongo un diez es también motivo pertinente, y es que el hecho de que fuera, por el hecho de ser la Calle Real, no tenga demasiados asientos por tocar en muy corto espacio y tiempo a otros lugares de la misma; hacen que a veces te sientas algo agobiado dentro y deseando que se vayan los de fuera para quedarte allí de pie disfrutando de todo lo bueno que tiene y no repetiré.

¿Algún link que me haga dejarlo todo más claro en cuanto a imágenes se trata o información?

Su página web está todavía en construcción, pero quizás para cuando lo leáis ya esté perfecta, por lo que la dejo e igualmente algún dia valdrá: http://www.enotecaeldruida.com/

La información resumen de todo está en su facebook en el apartado “información” que de nuevo os pongo sin mayor espera: https://www.facebook.com/EnotecaElDruida/info?tab=overview

En cuanto a comentarios de otras personas, no dejo el hueco que otros dejan y sumada a la mía extensa que aquí os he dejado, os meto la de otras personas: https://www.facebook.com/EnotecaElDruida/reviews?ref=page_internal

¿Conclusión?

Fabuloso sitio en pleno centro de la ciudad, cerca de todo lo mejor de Úbeda y que si encima te pilla buen tiempo, pues no se puede pedir mucho más. Bueno sí, que esté abierto durante más horas para que el buen vino y las tapas que la acompañan no se acaben tan solo a las 21.00 de la noche. Y es que pocos serán los que van una vez, viven cerca y no vuelven; porque otra cosa es que seas de fuera y esta sea solo una vez en la vida.

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