Milán en 1 día parte uno

Para ir a Milán hicimos una planificación previa de un día para el itinerario que comentaré a continuación con los lugares que deseábamos conocer y que en principio eran gratuitos. Los organicé teniendo en cuenta como punto de partida la Estación Central de Trenes de Milán y de ahí fuimos al Sur, Sur Oeste y otros sitios que tuvimos cercanos a la Estación. Hicimos alrededor de diez kilómetros recorridos a pie por la ciudad a pesar de tener metro disponible pero queríamos conocer las calles y además respirar el aire de la ciudad y conocer su ambiente ya que ha sido la primera vez que la visitamos. Los itinerarios que planificamos estaban de diecinueve a cuarenta y nueve minutos y los diseñamos gracias a la aplicación de google maps que tanto nos ha ayudado en todos nuestros viajes y lo sigue haciendo. Con un poco de orientación , intuición y en este caso un buen compañero de viaje se puede conseguir visitar todo lo que recorrimos en un día en la conocida capital de la moda,Milán.

Cómo llegar

Para ir a Milán, teníamos que salir desde Bolonia que es el lugar donde estamos. Los medios de transporte disponibles que teníamos son el coche privado, coche compartido , el tren y el autobús. La primera opción que era irnos en nuestro coche fue descartada debido a que no queríamos tener que preocuparnos por aparcamiento como nos pasó en Florencia con lo cual empecé a investigar sobre los coches compartidos y el precio oscilaba entre diez y trece euros desde Bolonia, incluso desde Ferrara que nos quedaba más cerca de Funo Argelato(Bolonia). Yo fiel al coche compartido consideré esta como la mejor opción pero luego entramos a trenitalia.it y encontramos trenes con buena frecuencia a Milán así que tomamos el tren regional desde la estación Central de Bolonia  por dieciséis euros con ochenta céntimos a las siete y cinco de la mañana y llegamos a las nueve y cincuenta a la Estación Central de Milán.

Aunque en la imagen aparece lo que me devolvía Google Maps al estar en el tren, este trayecto es para la Flecha Roja, (para aquellos que no lo sepan este tipo de tren es de alta velocidad y además tiene más servicios que el regional) y nosotros estábamos en el tren regional que tiene más paradas y que dura cuarenta minutos más. La flecha roja costaba cuarenta euros, es decir veintitrés euros más de lo que habíamos pagado .

La opción de autobús también era factible con Flexibus pero consideramos mejor la opción de tren.

El viaje fue agradable y algo placentero. Ya que al inicio estuvimos casi solos en el vagón pero a medida que íbamos avanzando en el viaje se iba llenando. La primera para que hicimos fue en Módena y allí bajamos enseguida ya que necesitábamos agua y en el tren no había cafetería o máquina de bebidas. Luego a partir de Parma empezaron a subir más pasajeros hasta el punto de tener a varias personas de pie aunque casi al llegar a Milán, es decir no pasaron mucho tiempo de pie.

Qué ver

Al llegar necesitaba ir al aseo y para ello encontramos unos baños públicos dentro de la estación justamente a pocos metros de habernos bajado. Es decir, no teníamos que subir o bajar las escaleras pero si teníamos que esperar una cola de al menos diez personas y además pagar un euro para poder entrar. Los aseos no estaban muy cuidados que digamos por lo que me pareció poco o nada justo cobrar el euro pero la necesidad obliga.

Una vez cubierta esta necesidad fisiológica continuamos nuestro camino para descubrir la belleza de la combinación del Art Noveau y el Art Decó en la Estación Central de Milán.

En el interior se puede apreciar la decoración de estilo navideño así como la inmensidad del lugar y los ríos de gente por todas las escaleras convencionales como eléctricas y por los pasillos. Lo cierto es que nada más llegar se nota el ambiente cosmopolita y diverso de la ciudad.

Fachada de la Estación Central de Milán

Lo primero que pusimos en el gps fue la Galería Vittorio Emanuele II. Y para llegar hasta ella caminamos por unas calles llenas de tiendas de firmas reconocidas como Versace, Bimba y Lola de España, Gucci, pero eso no era lo que nosotros queríamos visitar :). Uno de los lugares más representativos de nuestro recorrido hasta la Galería fue el Teatro La Scala, uno de los teatros más famosos del mundo y el MIT para los músicos que llegan a tocar en él.

Teatro La Scala

Nada más cruzar la calle nos encontramos con el monumento a uno de los hombres más prolíficos de la historia del arte, arquitectura, ciencia, escritura, filosofía, música. De hecho polímata es la palabra que mejor describe al florentino Leonardo Da Vinci.

Monumento a Leonardo Da Vinci

En la inscripción de este monumento está escrito: Al renovador del arte y la ciencia.

Mientras admirábamos este monumento apareció otro monumento pero a Chanel, y concretamente a uno de sus perfumes y como no podía dejar de ser en Milán. Era llamativo de color rojo igual de grande que el de Da Vinci pero con la diferencia de que carecia de la base que tenía el primero en un entorno que parecía haber sido partícipe de una gran fiesta o que estaba a punto de presenciarla ya que habían equipos de luces aún en las inmediaciones y elementos decorativos como publicitarios todo esto en una calle peatonal que nos invitaba a entrar finalmente a la Galería.

Galería Vittorio Emanuele II

La Galería es conocida por ser el salón de Milán que refleja su Bella Época y  por sus muchas tiendas de firmas reconocidas como Louis Vuitton Prada o Gucci y restaurantes como Cracco, del chef italiano Carlo Cracco en el que se puede gastar de doscientos a doscientos cincuenta euros por comida o cena. Quien entiende de estrellas Michelin sabe de lo que estoy hablando.

Galería de fotos