Macugnaga
Macugnaga es una localidad de la región de Piemonte, al norte de Italia, cercana a la frontera con Suiza. Se encuentra situada en la montaña, a los pies del Monte Rosa. Durante el invierno son famosas sus pistas para esquiar y durante el verano se puede disfrutar de la maravillosa naturaleza del lugar.
¿Cómo llegar a Macugnaga?
Llegar en tren/autobús es algo complicado por lo que es recomendable ir en coche si es posible. Para llegar en coche hay que seguir la A26 hasta Gravellona Toce, seguir la carretera Statale del Sempione y tomar la salida en Piedimulera, donde se entra en el Valle Anzasca. Hay que seguir esta carretera de montaña hasta llegar a Macugnaga. El recorrido está bien señalizado.
¿Qué ver en Macugnaga?
Lago delle Fate
El primer día disfruté del Lago delle Fate. Este lago se encuentra antes de llegar al pueblo de Macugnaga. Para llegar se puede dejar el coche en un aparcamiento destinado al lago que cuesta 2 € el día y se camina por unos senderos durante 30 minutos. En el recorrido se pueden apreciar las altas montañas de los Alpes y el típico paisaje alpino. Justo antes de ver el lago somos recibidos por una presa que utiliza la fuerza del agua para generar corriente eléctrica. Posteriormente se llega al lago, de agua cristalina y tras este las montañas nevadas, dando un espectacular contraste. Hay un restaurante justo al lado donde tomar un aperitivo. A lo largo del lago hay bancos y mesas de madera para poder hacer un picnic. Es muy relajante pasar un tiempo en este maravilloso lugar contemplando los paisajes mientras se come un bocadillo.
Después del lago hay varias rutas que se pueden seguir. Yo seguí una que me llevó por la orilla del un pequeño río. A pesar de apetecer mucho un refrescante baño, siendo mes de julio y haciendo mucho calor (32 ºC), el agua del río estaba congelada, ya que proviene del deshielo de la nieve de las cumbres. Solo fui capaz de meter los pies unos minutos. Este sendero llega a uno de los lugares naturales más bonitos que he tenido la ocasión de ver. Se pasa de caminar por estrechos senderos rodeados de grandes árboles frondosos a un gran espacio abierto con paredes de montañas de centenares de metros de altura por las que se ven bajar diversas cataratas de agua.
Pueblo de Macugnaga
Por la noche me alojé en un hotel en el pueblo de Macugnaga. En esta zona hay muchos hoteles, la mayoría de tipo walser, ya que esta localidad está habitada por la comunidad walser. Este lugar es uno de los pocos donde sobrevive esta comunidad que habla un dialecto alemán medieval. El pueblo es pequeño, pero con numerosos restaurantes y locales para beber. Destacan el ayuntamiento y la iglesia del pueblo. Merece la pena pasear por las calles observando las espectaculares fachadas de las casas de madera decoradas con coloridas flores.
Lago delle Locce
El segundo día ascendí hasta los 2220 metros de altura, para llegar al Lago delle Locce. Llegar no es tarea fácil. Los más aventureros pueden llegar al lago desde el pueblo caminando 5 h 30 min por senderos que algunos de ellos son de gran desnivel. La forma más fácil de llegar es coger un telesilla en el pueblo de Pecetto, muy cerca de Macugnaga, a Burky y posteriormente un segundo telesilla hasta Belvedere (1915 metros). El ticket de ida y vuelta cuesta 14 €. Una vez allí hay que caminar 1 h 30 min hasta el refugio CAI Zamboni-Zappa (2065 metros). Aquí puedes hacer una parada para relajar los músculos y tomar energías para la parte final.
El tramo desde el refugio hasta el lago es el más difícil, pero a la vez el más bonito. La duración es de 45 minutos. Inicialmente se puede disfrutar de un espacio abierto verde, con ríos que llegan desde las cimas de las montañas y grandes rocas fruto de los deshielos. Posteriormente se pasa a un tramo complicado en el que prácticamente se debe escalar por una pared montañosa cubierta por piedras del tamaño de un balón de fútbol. Para hacerlo más difícil algunos tramos están cubiertos por nieve. Sin embargo, tanto esfuerzo tiene su recompensa, llegando finalmente al lago delle Locce.
Sus aguas de color azul turquesa, pequeños bloques de hielo flotando en su superficie y las imponentes montañas nevadas que lo rodean da la sensación da estar en un paisaje de otra parte del planeta, como el Polo Norte. Desde allí se puede ver el Monte Rosa (4634 metros). Para volver a Pecetto se puede hacer el mismo recorrido.
La excursión a este fantástico lugar la realicé en dos días, en el mes de julio. Lo sorprendente es que, a pesar del calor de los meses de verano, en las cimas de las montañas se mantiene acumulada la nieve, dando una postal típica de invierno.
Para esta escapada se recomienda botas de montaña, bastones de senderismo, ropa cómoda, gafas de sol, gorra, crema solar y mucha agua. Durante el ascenso no hay restaurantes, por lo que se recomienda llevar algo de comida.
Buen viaje!
Top 3 lugares imprescindibles en Macugnaga:
1.- Lago delle Locce
2.- Lago delle Fate
3.- Pueblo de Macugnaga
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