El famoso aperitivo

No sé si algunos de ustedes sepan bien como es esto del aperitivo o si han escuchado aunque sea que se trata de una costumbre italianísima. Pero creo que hasta vivirlo en Italia es cuando se sabe realmente en qué consiste.

Les soy sincera, yo no tenía la mínima idea de lo que era. La primera vez que escuché algo de esto fue por un amigo que se fue de intercambio a Milán y llego antes que yo a Italia, desde mediados del 2015. Hablábamos muy seguido, y bueno como ya sabrán, toda persona que se marcha de casa a otro país, siempre tendrá algo que contar. Una aventura, una experiencia, lo que sea. Siempre hay algo que decir, porque todo es diferente. Y cuando digo “todo”, en serio que si hablo de TODO. Hasta las palomas son diferentes se los juro. No recuerdo si ya se los había mencionado pero me dan pavor. Probablemente sea el animal que más odie. No puedo estar cerca de una. Son muy confianzudas y se te acercan siempre pensando que les darás comida, eso normal. ¡Pero en Italia son las reinas! Todo el mundo las ama y alimenta y por eso ahí están más grandes y gordas, de verdad que en México son flacas en comparación. Probablemente sean detalles que sólo yo perciba porque en serio me aterran, no sé. Pero bueno lo siento, tenía que mencionarles esto, (y sé que no estoy loca respecto a la obesidad de las palomas porque mi amigo estuvo de acuerdo en esto conmigo).

Era casi media noche en Italia y la tarde para mi desde la Ciudad de México, cuando hablaba con mi amigo un día y al preguntarle que tal había estado su viernes me respondió diciendo que había “hecho aperitivo” con dos de sus nuevos amigos. En ese momento me dio a entender que literal se trataba de ir a un restaurante y pedir buffet. Pero comprendí verdaderamente lo que significaba hasta ya estar en Florencia.

Fui casualmente con la primera roomie que tuve cuando nos empezábamos a conocer. Ya saben, salimos de casa con la idea de ir a cenar a algún lugar tranquilo, y al recorrer las calles buscando alguna opción, nos llamó la atención ver ciertos lugares con mucha gente, más que a cualquier otra hora del día. Y además veíamos grandes mesas llenas de comida con las filas de personas formadas esperando su turno para servirse la cena.

En ese momento entendí porque mi amigo le llamó buffet al aperitivo. La realidad es que efectivamente, podríamos decir que es algo parecido… Mucha variedad de comida en grandes mesas, de las cuales se puede elegir lo que sea y servirse ilimitadamente. Toda la comida que gusten, incluyendo una bebida con alcohol, por un precio promedio de entre 7 a 10 euros. Y normalmente hay aperitivo todos los días entre las 6 y 9 de la noche, obviamente esto varía en cada lugar, pero les estoy dando horas y precio promedio en base a todos los lugares a los que fui, que fueron bastantes.

Ya les había hablado en un post anterior del Moyo, que es un restaurante bar ubicado en la zona de Santa Croce, y que fue el primer lugar al que fui a comer mi primer día sola en Florencia. Obviamente esa primera vez que fui desconocía el tema del aperitivo, lo único que sabía era lo que mi amigo me había platicado, pero realmente estaba perdida en saber en qué lugares podría encontrar algo así.

Graciosamente fue en Moyo también la primera vez que hice aperitivo. Les platiqué que Moyo estaba a unos cuantos pasos de casa y que por eso había sido prácticamente el primer lugar que conocí. Sin embargo cuando me encontraba con mi roomie tratando de decidir si entrar ahí, o a alguna de las otras 4 opciones disponibles que había en la calle, decidimos quedarnos en Moyo porque se veía que era el lugar que tenía mejor ambiente. Y en esos momentos en que las dos éramos prácticamente nuevas en la ciudad, lo que más necesitábamos era empezar a socializar y conocer gente, así que no lo pensamos más.

Era una cosa completamente diferente en comparación a la vez que fui a comer. De entrada la atmósfera del lugar ya era totalmente como de un bar. Las luces también las cambian para las noches y juegan con efectos como los de un club. La música también se vuelve más de fiesta y con un volumen alto para generar buen ambiente. En fin, atrae. Por eso decidimos quedarnos ahí. Pero les prometo que ver Moyo transformado así, hasta me hizo dudar si sí era el mismo lugar que yo había visitado aquella otra vez.

Aunque me atreveré a decirles que a pesar de ser un lugar mono con buen ambiente y que llama mucho la atención, su aperitivo no es la gran cosa. Dirán que tengo paladar exigente, y sí, pero no me atrevería a decir cosas así si no hubiera gente que esta de acuerdo con mis opiniones. Y bueno si han leído mis publicaciones anteriores, ya saben que si se trata de alimentos y bebidas siempre doy mi opinión. Y también siempre suelo preguntarle a más personas sus comentarios sobre lugares que voy conociendo y no se ganan mi corazón, para corroborar que no soy tan especial… Pero bueno, dejémoslo en que el lugar esta aceptable. Y sinceramente volví muchas otras veces más a hacer aperitivo aquí porque la verdad es que siempre me divertí mucho, así que para nada diría que no lo recomiendo. Al contrario, a la hora del aperitivo Moyo es muy amigable y las posibilidades de hacer nuevos amigos son realmente altas.

Además también si les gusta fumar pueden pedir una “hookah” en su mesa. Y permítanme agregar también como plus que los tragos son buenos. ¡Gracias a Dios! De eso si no puedo quejarme. Normalmente se acercará una mesera a su mesa con prisa a preguntarles que bebida quieren, pero si no se los ofrecen ustedes pidan el menú de bebidas para ver la selección de cócteles que ofrecen.

En este que fue nuestro primer aperitivo, habíamos llegado en un momento en que estaba todo lleno, eran más o menos las 8. Pero por suerte no tuvimos que esperar porque tres chicos que estaban solos en una mesa nos invitaron a sentarnos con ellos. Italianos. Coquetos como todo hombre de su país. Feuchos pero simpáticos. No perdieron ni un segundo de tiempo en cuanto nos vieron solas para saludar e invitarnos a su mesa. Y bueno nosotras dos con hambre y siempre abiertas a conocer gente pues claro que no los íbamos a rechazar.

Fue una noche divertida porque no sólo conocimos las dos lo que era el aperitivo. También conocimos a los meros italianos. Sabrán a lo que me refiero sobre todo si son mujeres, (espero). De cualquier modo, me explico. A ver, sabemos creo en todo el mundo que los italianos son vanidosos. Se les conoce por eso, se dice que son guapísimos, que se visten bien, que saben tratar a las mujeres… Yo lo primero que confirmé y que tuve más que claro es que son SUPER coquetos.

No por el hecho de invitarnos a su mesa ya son coquetos. Pero la manera en que en automático empiezan a hablarte y tratarte de verdad que es algo muy particular de ellos y de nadie más. Una de las primeras cosas que nos dijeron después de presentarnos fue que estábamos muy guapas. Y acto seguido preguntaron si estábamos solteras. ¿Ahora entienden lo que digo? ¡Vaya que no pierden el tiempo!

● Bianca

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