Cinque Terre
Es el turno de hablar de uno de esos lugares del mundo que se te quedan pegados en la retina y del que siempre acabas hablando o poniéndolo de ejemplo. En este caso, Cinque Terre, lo forman cinco pequeños pueblos al noroeste de Italia cerca de Génova y bañados por el mar de Liguria. No se encuentra lejos de otras ciudades como Parma o Milán, a escasas horas, por lo que no sería excusa el visitarla si venimos de allí.
¿Qué tienen de especial estos pueblos?
Lo primero su enorme color y viveza, como podemos observar en las imágenes, nos muestran un toque variado y distinto al que podemos encontrar en las ciudades típicas italianas, cosa que se termina agradeciendo. Además, su gente, no sé si influenciada por tanto color y alegría, son de igual manera, recordándome al sur de España (mi intención nunca será menospreciar al norte, que lo adoro).
Por otra parte, en pueblos típicos de pescadores, podemos llegar a intuir que la gentileza de sus vecinos es amplia y con cariño y alegría te guiarán a lo largo del pueblo o te contestarán a cualquier pregunta que puedas llegar a plantearles.
Pero en especial, lo que más gusta de los mismos son sus playas de arena fina, al puro estilo de las mejores playas españolas, con un público no demasiado extenso pese a lo turístico de la zona, y con un agua a una temperatura perfecta bañada por el mediterráneo (e importante, sin encontrarnos a las molestas medusas que muchas veces al este de nuestro país sí que son frecuentes).
Muchas son las personas que se tiran desde sus rocasa una altura considerable, si bien es algo que te aconsejan no hacer debido a las piedras cercanas que se encuentran cerca, por lo que más vale prevenir que curar y evitar cualquier tipo de problemas.
¿Hay zonas de fiesta?
Podemos imaginar que siendo pequeños pueblos lo que podemos encontrar allí, la fiesta no es lo que más brille en sus fronteras, por lo que si queremos viajar a Cinque Terre, tenemos que tener la mente puesta en pasar unos días de tranquilidad disfrutando de sus playas, sus vistas y en general toda la naturaleza que nos rodea. La fiesta será mejor dejarla para otro tipo de ciudades más grandes con mayor número de habitantes.
¿Cuál es la mejor manera de llegar hasta allí?
Hay dos posibilidades que están por encima de las demás sin lugar a dudas. En primer lugar el autobús, que con su precio barato desde otras ciudades como Parma, Milán o Génova, llegaremos sin problemas al destino en alguna hora. Por otro el tren, que a lo dicho anteriormente le podemos meter una mayor comodidad por un precio parecido y que te deja justo en la mejor zona de los pueblos. Yo soy de las que elegiría a poder ser el tren,si bien el autobús tiene mayor amplitud de horarios.
¿Y la comida?
De nuevo la comida fantástica, y siendo zona pesquera podemos imaginar sin equivocarnos que su pescado además de fresco está muy bueno. Lo hacen de muchas maneras y siempre con ese sabor y toque a fresco que se nota y marca la diferencia.
¿Conclusión?
Solo hay que ver las imágenes con todo lo que se nos ofrece por parte de los distintos pueblos para tener la certeza de que la visita sería inolvidable. Son pequeños, tienen pocos habitantes, pero no importa porque lo verdaderamente bueno de este tipo de sitios es que en cualquier momento te encuentras algo tremendamente especial. Fue el caso.
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