Comiendo Indian food parte II
Comer sin cubiertos
Usualemente en los países de occidente estamos acostumbrados a usar tenedor, cuchará y cuchillo para comer pero en este caso Smitha nos contaba que si queríamos podíamos comer con nuestras manos directamente, no lo podía creer era toda una experiencia que de todas maneras quería también vivir así que sin pensarlo dos veces le dije que estaba totalmente de acuerdo para poder hacerlo así y comer entonces con la propuesta que estaba mencionando de comer con las manos. Para ello solo tuve que ir al baño a lavarme las manos para poder después alistarme para degustar la comida y las cosas ricas que íbamos a probar en esta oportunidad, pero no todas estaban de acuerdo en poder hacerlo pues las chicas de Grecia y Bulgaria decidieron hacer todo lo contrario de poder agarrar entonces los cubiertos para poder comer en la mesa, era entonces cuestión de como cada uno se sintiera más cómoda con todo ello, en mi caso yo me encontraba genial haciendo esto con las manos y estaba entonces ansiosa de poder probar estos platos que mi amiga Smitha había preparado con tanto cariño para cada una de nosotras en esta noche de comida indiana.
Rezar antes de comer
Una de las cosas que también me sorprendieron y que la verdad para serles sincera no quise preguntar para no ser muy impertinente es que cuando mi amiga Smitha terminó de cocinar una de las primeras cosas que nos dijo era que sirviendo ella un pequeño plato iría unos segundos a la habitación a rezarle a su padre, con ello pude deducir que su padre había fallecido y que esta era una cena dedicado a él,, era la primera vez que haya visto llegar comida a la fotografía de una persona en verdad en aquel momento aún no lo había visto ya que momento después recién lo pude ver cuando me invitó a ingresar a su habitación para poder ver como se encontraba ella y fue allí donde vi la imagen de su padre con unas velas y con la comida que ella había preparado con tanto amor y sacrificio para poder recordarlo de esta manera y generar esta conexión de padre e hija, a través de la comida y de la oración la verdad que me parecio un detalle muy bello que haya hecho todo esto para recordarlo, por otro lado también me comentaba que esta era la primera vez que hacía un montón de cosas para todos sus amigos más cercanos y para poder así también compartir lo que es su cultura, saber y escuchar esas palabras me hicieron sentir alagada de poder estar presente en esta mesa, no me cabía la menor duda entonces de que iba a disfrutar mucho de la comida y de las cosas sabrosas que se iban a presentar poco a poco en esta noche de aromas y sabores dedicados a la India y a la cultura de mi amiga Smitha y también a la memoria de su padre que estaba más presente que nunca en la mesa donde nos encontrábamos nosotras.
A Comer la comida de los dioses
Luego de esperar que mi amiga Smitha rezará estuvimos esperando unos instantes más para servirnos todas lo que había en la mesa, habían platos que en verdad todas ellas eran nunca antes vistas por mí en mi vida, y eso que también había un arroz pero que contenía adicionalmente a ello unos granos que se mezclaban con ello y le daban un sabor especial a las cosas que se podía encontrar en ella.
Por otro lado, otra de las cosas que empezamos también a ver era lo picante que era la comida de la India estaba entonces yo con mucha suerte ya que es esa una de las cosas que más me gusta cuando como algo, sin embargo una de las primeras cosas que probamos en la mesa fue como una especie de masa dulce que ella había frito y que lo debíamos de acompañar con un tipo de mantequilla la cual lo debíamos de echar encima para poder consumirla, ese fue el primer bocado que llegué a probar de estar aquí y es uno de los sabores que aun recuerdo con solo ver la imagen de aquel momento que fue para mí épico.
La comida que estaba preparando mi amiga Smitha fue entonces muy sabrosa, genial y con muchos sabores todo esto lo estábamos haciendo con las manos mientras conversábamos de diferentes aspectos de la comida del mundo, inclusive también aproveché para poder hacer promoción a la gastronomía de mi país y a la gran cantidad de papas que tenemos en Perú que lo hace un destino de nivel internacional.
Luego de haber terminado esta primera parte dulce empezamos a servirnos en un cucharon unos trozos de pollo que estaban sazonados con verduras verdes y con varios condimentos picantes que fue una de las mejores cosas que probé en esta oportunidad ya que se encontraba lleno de picante y a pesar que a las otras chicas no les podía gustar tanto porque no estaban tan acostumbradas a la comida picante, en mi caso sucedió todo lo contrario y me quede repitiendo el plato más de una vez, ese sabor me hizo recordar un poco a un plato que conocemos en mi país conocido como seco de pollo pero que no lo era tenía de alguna manera un saborcito parecido pero no era el mismo, esto me hacia pensar de lo semejante también que puede ser la gastronomía de un lugar con respecto a otro y de las similitudes que siempre debemos de ver nosotras a pesar de ser de continentes diferentes, puesto que siempre podemos encontrarnos con buenas oportunidades como esta para poder descubrir nuevos sabores y disfrutar de esta manera de una oportunidad única que difícilmente se puede repetir.
Una comida tan especial
Después de comer ese guiso verde de pollo también lo comimos con el arroz que estaba más o menos machado pero que de todas maneras no podía perder su increíble sabor que era un deleite a mi paladar, así me estaba quedando enamorada del sabor que estaba probando y de las cosas que estaba degustando sin parar por la sabroso que encontraba todo.
El tiempo estaba pasando tan rápido que la buena compañía con las chicas y con mi amiga Smitha me hacía darme cuenta de lo afortunada que era en aquel momento de poderme encontrar con gente de países tan diferentes al mío, la gastronomía es entonces siempre un lazo de unir personas y de generar lazos de amistad que duran para toda una vida, la comida seguía siendo la protagonista aquella noche de cuatro personas con la comida de la India fue por ello que luego de terminar el pollo con el arroz nos servimos una especie de crema que era dulce y un poco aspera al paladar un sabor indescriptible que había una explosión de diferentes sabores en mi paladar y que aún lo recuerdo con mucha hambre de por medio.
Todo esto lo seguíamos haciendo con las manos, sin usar cubiertos y esto era lo que más me gustaba tanto era mi emoción que recuerdo que estaba con una chompa de color blanca que se terminó ensuciando un poco per que no me importa en lo absoluto ya que me encontraba completamente enfocada en los sabores que estaba descubriendo en aquella noche, había también un tipo de garbanzos que se mezclaban con los sabores de unas verduras que mi amiga Smitha también había preparado para que pudiéramos degustar todas las que estuviéramos allí, la comida estaba cada vez más y más rica y mi paladar estaba completamente adecuado a esta comida de la India, en mi país creo que es difícil poder conseguir este tipo de comida y lo que le decía a mi amiga era que de todas maneras tenía que ver la manera de poder visitar su país en algún momento ya que habiendo tantas cosas ricas era imposible que me perdiera la oportunidad de comer todas estas delicias.
Unas bombitas que explotaron al paladar de sabor
Por otro lado, había también otra de las delicias que me encantaron un montón que fueron unos dulces hechos como unas bombitas que en mi país también solemos comer pero que la cocción y la preparación que tenían hechos en esta noche era una cosa completamente diferente, el sabor de lo que se encontraba en aquel momento era un verdadero sabor que me dejaba con muchas buenas ganas de querer seguir comiendo más y más sin parar. Atrás había quedado los dulces que había comprado y es que quién hubiera querido comer lo que traje sabiendo que había toda esta riquísima comida que estaba para quitarse el sombrero y para poder comer todo sin parar, la comida de esta noche era la estrella.
Éramos solo cuatro chicas pero la comida parecía que estaba hecha para un verdadero batallón, había sobrado mucha comida y la verdad que nuestros estómagos ya no daban para más pero mi amiga Smitha como se dio cuenta que me había encantado la comida de pollo con guiso verde me dijo que me iba a guardar un poco para que me lo llevará a mi casa y asi sucedió puesto que fue una de las cosas que me llevé a casa para poder comer en el almuerzo del día siguiente junto con una de mis amigas que era mi compañera de piso que también le termino encantando todo lo que estábamos probando en aquella mesa, mientras le contaba todas las cosas ricas que había probado.
Últimos momentos de esta cena
La comida es uno de los grandes hechos de esta noche entonces, después de terminar las bombitas que ya fue lo último que probamos aquella tarde mi amiga Smitha nos invitó a que pudiéramos conocer su dormitorio, fue allí cuando me di cuenta de las cosas que tenia relacionadas con su cultura como los dioses que ella adoral, la vestimenta tradicional que ella había traído de sus país como también los lazos que la unes a su cultura que es una de las más variadas que existen en el mundo y que de alguna manera me siento muy feliz de que sea así y de haber tenido la oportunidad de haberla conocido en este ocasión para poder compartir con ella estos momentos de placer culinario además de degustar platos que estoy segura que sola jamás lo hubiera podido hacer estando en mi país, esto son los beneficios que una puede ir adquiriendo de viajar tan lejos para conocer nuevas culturas y hacer nuevos amigos.
La lluvia estaba cayendo en la calle cada vez con un poco más de fuerza y con ello también nuestro momento para despedirnos no sin antes ayudarle a acomodar las cosas de la mesa para que no se quedará mucho tiempo acomodando sus cosas, todo que se encontraba en la mesa había sido tan rico que ahora también me tenía que alistar para poder ir a la casa con la bicicleta y con el paraguas en manos para protegerme de esta intensa lluvia, eso era lo de menos ya que mi estómago y mi corazón estaban muy contentos de haber descubierto una nueva gastronomía del mundo.
Aún queda más para comer
Al día siguiente ya con mi compañera de piso empezamos a comer juntas la comida que mi amiga Smitha nos había dejado para que pudiéramos degustar en verdad todo ello había sido tan rico y sabroso que no hacía más que hablar de la comida de la India por el resto de días, seguí encontrándome con mi amiga Smitha hasta mis últimos días en Italia ya que estábamos juntas en el trabajo de part time de la universidad en la oficina internacional, tengo que agradecerle que mucho que me haya abierto las puertas de su casa y que me haya ofrecido la oportunidad de conocer más de su cultura y de su país que es uno de los más bellos que espero algún día no tan lejano poder tener la oportunidad de conocer pronto.
Espero que si aún no conocen la comida de la India que también se animen a conocer y probar además de poder viajar a la India y recorrer sus destinos que son también un verdadero tesoro para la humanidad, viajar nos da la oportunidad que el mundo está lleno de tantos lugares que estarán siempre dispuestos a darnos lo mejor de sí para que nos llevemos un buena experiencia, les deseos a todos muy buenas vibras y a comer en cada lugar que vayan ya que allí esta uno de los mejores placeres de la vida ¡hasta pronto!
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