Hiroshima y el Museo Memorial de la Paz
- Dirección: 1-2 Nakajimacho, Naka Ward, Hiroshima, Hiroshima Prefecture 730-0811, Japan
- Etiquetas: Qué ver Hiroshima, Hiroshima, Japón
- Página web: http://www.pcf.city.hiroshima.jp/top_e.html
Hiroshima y el Museo Memorial de la Paz
Es el momento de contaros en detalle acerca de mi viaje a Hiroshima y mi visita al Museo Memorial de la Paz que fue construido sobre el lugar donde la bomba atómica fue lanzada hace 71 años. Estaba tan emocionado como el resto de la gente con la que iba y estaba seguro de que después de abandonar el museo tendría mucho en lo que pensar. Pasamos un día y una noche en Hiroshima antes de ir a otro lugar. Enseguida vais a descubrir lo que viví y como me sentí en otras partes de la ciudad. ¿Preparados? ¡Allá vamos!
El trayecto en autobús desde Osaka hasta Hiroshima
El día 19 de mi estancia en el extranjero fue cuando hicimos el viaje a Hiroshima. Fue también mi tercer día en el campamento joven. El viaje duró un poco más de 6 horas hasta que llegamos finalmente a Hiroshima. Durante el camino tuvimos que hacer muchas paradas, incluyendo la que hicimos para comer en un buffet en Fukuyama. Miré Google Maps para ver cuál era la ruta posible. La distancia entre las dos ciudades era de 330 kilómetros y sin hacer paradas debería ser un recorrido de 4 horas y media. Sin embargo, Tokio estaba a 500 kilómetros de Osaka.
Nuestra habitación era como esta.
Dormimos en un hotel cuyas habitaciones eran muy tradicionales con colchones en el suelo (eran muy cómodos y gruesos) y los aseos eran un poco incómodos porque nos causaban problemas al sentarnos a los que éramos más altos.
La noche anterior participamos en un festival de danza tradicional japonesa organizado en el mismo hotel y también en una evento social, pero hablaré más extensamente de esto en otro artículo. Debajo podéis ver la vista de nuestro hotel rodeando un vecindario.
Esta es la vista que teníamos desde nuestra ventana a las 5 de la mañana. No sé dónde nos encontrábamos exactamente en Osaka, pero la situación del Gran Hotel Yao está aquí.
Teníamos que levantarnos a las 5 de la mañana para reunirnos todos en la entrada a las 5:30 y dejar el hotel a las 5:45. Todo el mundo había hecho las maletas la noche anterior antes de ir a dormir (o casi todos) para así evitar problemas por la mañana. No recuerdo si desayunamos en el hotel o en el autobús, pero recuerdo que fui el primero en subir al autobús vacío para poder seguir durmiendo. Casi todo el mundo estaba con sus maletas en el autobús a tiempo. Siempre hay excepciones, gente que olvida algo, llega tarde y todo el mundo se enfada debido al retraso.
Las paradas por el camino
Recuerdo que dejar Osaka fue una experiencia alucinante viendo el paisaje urbano con todos los rascacielos. A veces esta ciudad me había resultado un poco fría, como si fuera una ciudad fantasma y no me gustaría vivir allí. Podéis ver la fotografía que tomé desde el autobús durante nuestro trayecto por la ciudad más abajo.
Paradas para descansar y Starbucks
El viaje fue bastante largo, no recuerdo cuántas paradas hicimos pero al menos fueron 3 antes de llegar a Fukuyama a comer. Cuando no pude dormir más, me senté al lado de un mexicano para conocerlo mejor. Pronto nos hicimos buenos amigos y compañeros e intercambiamos nuestras experiencias acerca de cómo era vivir en Japón. También hablamos de fútbol. Durante los viajes en autobús siempre tienes la oportunidad de hablar con otras personas y conocerlas mejor. Es por eso que aproveché para cambiarme de sitio varias veces para hacer más amigos hasta que llegamos a Hiroshima.
Hicimos descansos de 15 minutos durante el camino para parar en varias tiendas y comercios. El autobús iba provisto de comida y bebida para todos, pero nadie se tomó el té verde.
Durante una pausa en un sitio más grande (que contaba con un mercado improvisado) recorrimos todas las tiendas viendo qué podíamos comprar, ya que los monitores nos dijeron que pagarían todos los aperitivos que compráramos. Hicieron todo lo que pudieron para que estuviéramos lo más cómodos posible durante los días que duró el campamento. Además, también encontramos algunos dulces gratuitos y los cogimos sin probarlos para aprovechar la oportunidad.
El último lugar que voy a mencionar es Starbucks. También fuimos a un Starbucks después de dejar Osaka para hacer el primer o segundo desayuno. Los monitores fueron los que pagaron el desayuno. Fue la primera vez que entré a Starbucks para comer algo. No me gusta personalmente y además en Croacia no tenemos la costumbre de comprar café para llevar como en otros países. En cambio, si que nos gusta mucho sentarnos sentarnos durante horas con nuestros amigos y charlar. Los que estéis leyendo este texto y seáis de Croacia entenderéis que es lo que estoy diciendo.
Almuerzo en Fukuyama
No recuerdo nada más que merezca la pena mencionar del resto del viaje. El paisaje que nos rodeaba estaba lleno de bosques y colinas, a veces era posible ver el mar (el océano) pero mayoritariamente se veían únicamente las colinas. cuándo llegábamos a alguna ciudad grande todo el mundo empezaba a gritar "Hiroshima" para saber si habíamos llegado. En los últimos asientos la gente estaba jugando a un juego muy popular. Cuando digo que era un juego popular quiero decir que era un juego estúpido. Consistía en aguantar la respiración hasta que pasáramos el túnel que estábamos cruzando en ese momento, y así con todos. Se suponía que estábamos "buceando".
Al final, llegamos a Fukuyama. Es la segunda ciudad más grande en la provincia de Hiroshima, con una población de 465. 000 habitantes. Estuvimos allí sólo una hora comiendo en el buffet de un hotel. Me encantó la idea de ir moviéndome por todo el restaurante cogiendo las cosas que me apetecían para comer, y además la comida estaba deliciosa. Probé todos los platos que pude. Estaban muy bien cocinados y sabrosos.
Aparte, tuvimos la oportunidad de ser testigos de una pareja que estaba preparándose para su boda. Les aplaudimos y les felicitamos cuando pasaron delante de nosotros. Después, de vuelta al autobús sólo nos quedaba una hora de trayecto hasta llegar al centro de Hiroshima.
La llegada a Hiroshima
Después de una hora finalmente empezamos a ver señales que nombraban nuestro destino. Todo el mundo estaba muy emocionado. Llevaba todas mis cámaras, especialmente la analógica preparado para documentar todo lo que viera.
Algunos hacían bromas o preguntas innecesarias acerca de que aún seguía siendo un desierto después de la Segunda Guerra Mundial y si íbamos a ver un lugar sin vida. Las respuesta a todas esas bromas y chistes era un no. Las personas que visitaran Hiroshima sin saber nada de la historia de la Segunda Guerra Mundial no se darían cuenta de qué ocurrió allí y ni siquiera lo notarían.
Hoy en día Hiroshima es una ciudad moderna y llena de vida además de un sitio muy agradable dónde vivir. Fue completamente renovada después de la tragedia que ocurrió en 1945. La ciudad de Hiroshima es la ciudad más grande de la región de Chugoku y cuenta con una población de más de un millón de habitantes. Puede compararse a la población de Viena o de Zagreb.
El nombre de esta ciudad significa "gran-isla" (hiro-shima), ya que la hiroshima medieval se construyó encima del delta del río y de muchas islas. Si observas el mapa de hiroshima te darás cuenta de que aún existen 4-5 islas enormes entre el este y el oeste del río Oota.
Quizá hay otra pregunta que ronde vuestra mente en este momento: ¿Es peligroso visitar esta ciudad por la radiación?. La respuesta es no. Hiroshima y Nagasaki no son el mismo caso que Chernobyl. La bomba atómica mató a miles de habitantes de inmediato e hirió a cientos de miles debido a las consecuencias de la explosión y también de la radiación posterior. Otra diferencia entre ellas es que las bombas explotaron en el aire mientras que el reactor nuclear de Chernobyl estaba situado en el suelo. Ambas ciudades japonesas fueron repobladas poco tiempo después del final de la Segunda Guerra Mundial. El reactor de Chernobyl era 200 o 400 veces más fuerte que las bombas de Hiroshima y Nagasaki juntas. Tanta era su fuerza que la radiación continúa por el suelo y el lugar aún no es habitable. Ni lo será por un largo período.
Vivir en esa ciudad sería parecido a vivir en Zagreb o en Viena. En la foto debajo de este texto puedes ver la ciudad, sin rastro de mutantes.
De camino al Museo Memorial de la Paz
Hiroshima, donde el presente se junta con el pasado.
No sabíamos en qué parte de la ciudad nos encontrábamos, pero todo el mundo estaba esperando ver los paisajes de la ciudad y los restos de la destrucción que la Segunda Guerra Mundial había dejado. Mientras cruzábamos los numerosos puentes, vimos la cúpula de la bomba que se había mantenido en su condición original para recordar la gran tragedia que ocurrió aquí en el pasado y aquellos que murieron en ella. Todo lo que puedes observar en la fotografía de arriba fue hecho cenizas el 6 de Agosto de 1945. Todo, excepto varios edificios que sobrevivieron.
Este lugar está justo en el centro y corazón de Hiroshima. Este era el propósito del plan que surgió en la Segunda Guerra Mundial. Lanzar las bombas justo en el centro de Hiroshima.
Bajamos del autobús en esta isla y cruzamos el puente para pasar por la cúpula de la bomba. Yo estaba siempre el último porque iba parándome cada pocos metros para asegurarme de que estaba documentandolo todo. Me pongo muy nervioso con la cámara analógica. Estoy muy orgullo de las fotografías analógicas que hice de Japón, ya que me recodarán siempre la increíble experiencia que viví aquí. Debo mencionar que el castillo de Hiroshima no estaba lejos de aquí, pero no sabíamos si entraba en nuestra lista de lugares para visitar. En cualquier caso, si vais a Jaṕon puede seros útil saber esto.
La cúpula de la bomba o el Memorial de la Paz
Arriba tenéis otra foto de la cúpula de la bomba. Esta es también conocida como el Memorial de la Paz o como Genbaku Dome en japonés. La bomba explotó a 500 metros de la cúpula. Cuenta la historia que la bomba perdió el rumbo establecido que era el puente "T" cerca de esta cúpula. El que se encontraba justo enfrente del autobús.
Nos encaminamos hacia el edificio que estaba cerrado y vimos muchos monumentos que hablaban acerca de este lugar histórico y de los episodios que ocurrieron allí. Las historias estaban escritas en algunos sitios en inglés y también en otros idiomas extranjeros.
Continuamos caminando hasta el siguiente puente que nos llevaría al otro lado de la isla dónde se encontraba el museo. El camino que tomamos cruza por un parque y estás rodeado por los árboles y sus sombras. En verano el clima allí aparte de muy cálido es muy húmedo.
El Monumento de la Paz de los Niños
Justo al otro lado, entrarás a una pequeña plaza con un enorme monumento en el centro. En lo alto de este monumento hay una estatua de un niño sujetando una grulla de origami. Quizá ya sepáis que representa esta figura. Cuándo estuve allí no lo entendí a la primera, pero tienes que fijarte en los detalles. La estatua representa a la niña Sadako, uno de los símbolos del problema que causó la post-guerra.
La historia real de Sadako sasaki es conocida mundialmente. Creo que muchos de vosotros tuvisteis que leer el libro llamado Sadako quiere vivir / El día de la bomba en Primaria (Sadako will leben, es su título original en alemán) escrito en 1961 por el autor austriaco Karl Bruckner. El libro cuenta la historia de una chica que sufrió las consecuencias de la radiación tras haber estar sometida a la explosión atómica en 1945 y que creía que si plegaba 1. 000 grullas de origami se cumpliría su deseo de curarse. Murió de leucemia. Sadako, con su historia de supervivencia y su lucha por llevar una vida normal representa uno de los símbolos de las víctimas inocentes de la guerra. Esta historia es leída en las escuelas de todo el mundo para fomentar la paz en la educación. Volveré a la historia de Sadako cuando haya descrito la experiencia del Museo.
Verás que alrededor de la monumento dedicada a los niños inocentes hay vitrinas cerradas que contienen miles de grullas plegadas. Puedes echar un vistazo a las muchas vitrinas que hay en este lugar y que contienen cientos y cientos de grullas de origami plegadas de todos los colores. Niños de todo el mundo han ido plegando estas grullas de origami para enviarlas después aquí en señal de honor y respeto a los niños que murieron a consecuencia del bombardeo atómico.
Nosotros también dejamos una pila enorme de grullas de origami plegadas hechas por los participantes del campamento. El primer día de campamento (del que se me ha pasado hablar y sobre el que os contaré después) se organizó un taller y una competición de elaboración de grullas. El objetivo era hacer las máximas posibles. Según me contaros mis amigos, ellos no tenían ni idea del uso que se le iba a dar a las grullas y pensaban que formaba parte de la diversión, pero ahora todos ellos se sienten orgullosos y contentos de formar parte de esta historia y puedo afirmar que ellos realmente se esforzaron mucho.
Museo Memorial de la Paz
Entramos en el Parque Heiwaikinen tras cruzar una pequeña carretera. Justo delante de ti, te encuentras con una vista como la que se muestra en la foto de arriba. Hay una zona totalmente construida que se abrió en 1954 y es obra del arquitecto Kenzou Tange.
Lo primero que ves al entrar es el monumento conocido como La llama de la paz (si te fijas bien, hay una pequeña llama ardiendo). La llama de este monumento ha estado ardiendo desde 1964 y no dejará de hacerlo hasta que todas las armas nucleares del planeta queden inutilizadas y no haya amenaza nuclear para el planeta Tierra y catástrofes como las que azotaron Japón en 1945.
Toda esta zona es una zona abierta relativamente grande en la que encontramos el Estanque de la Paz que tiene unos 100 metros de largo en su centro. Una vez hemos pasado por el Estanque había tres caminos que conducen al gran edificio que queda detrás del Museo Memorial de la Paz. Este camino también tiene aproximadamente 100 metros de largo y está cubierto de flores y vegetación a los lados.
Al final del estanque encontramos otro documento, llamado Cenotafio Conmemorativo. Se construyó en conmemoración a todos los coreanos que murieron durante los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki cuando fueron llevados como mano de obra durante el colonialismo japonés. La información de la que disponemos revela que aproximadamente 45. 000 coreanos murieron durante el bombardeo, lo cual representa un 1/10 de la cifra total de víctimas en estas dos ciudades.
Llegamos a la parte inferior del edificio que se apoya sobre robustas columnas y encontramos la entrada subiendo las escaleras. Sentía mucha curiosidad por ver el museo y no sabía muy bien qué esperar de esta visita. Algo era seguro, una vez has visitado la exposición y tratado de remontarte al día 6 de agosto de 1945, es muy probable que tu forma de ver las cosas cambie mucho.
La visita por el Museo
Al principio nos reunimos todos y acordamos esperarnos unos a otros dentro de una hora aproximadamente justo detrás de la salida del museo. También disponíamos de las audioguías disponibles en diferentes idiomas. Por supuesto, elegí la audioguía en inglés. Después nos dejaran pasar al museo. Subimos unas escaleras y entramos en la sala.
Lo primero que recuerdo ahora al escribir esto y, en general, cuando alguien menciona el Museo Memorial de la Paz es la escena que simulas en tu mente, en una esquina de la sala y en proporciones reales, dos o tres personas de aproximadamente 1, 5 metros de altura, quizá unos niños con su madre, ardiendo en llamas, con la cara prácticamente irreconocible y la piel desgarrándose y mezclándose con la sangre, pegándose a la ropa y cayéndose de las manos y la cabeza. La escena, que es bastante realista puesto que hay ruinas y sombras negras por todas partes y muñecas que representan a las víctimas que sobrevivieron a la masacre, tiene un impacto enorme en los visitantes. A pesar de tener la cámara preparada para echar una foto, al mirar la escena que tenía delante me invadió una terrible sensación de tristeza, ansiedad y algo de nerviosismo. Decidí no hacer fotos de tal escenario. De todas formas, pongo aquí la foto, pues no transmite las mismas sensaciones y emociones que si estás viéndolo en persona y con los efectos de soltar y mover. Los créditos de imagen pertenecen al autor.
No recuerdo con exactitud el orden de la exposición que se desplegaba en unas 2 o 3 salas más grandes, pero sí recuerdo muchas cosas de ella que se me vienen a la mente con solo mencionarlo.
El destino de Hiroshima en 1945
Una vez que el nuestro club Lions club nos dió impreso en el museo un libro como regalo y recuerdo del campamento joven en Japón tenía que esperar hasta volver a Croacia y poder leer el libro al completo (con fotografías e historias exhibidas en el museo) mientras descansaba tranquilamente en Dalmacia. Es posible que hasta la fecha no me hubiera interesado demasiado (o al menos no tanto como otras personas) el bombardeo de Hiroshima. Sin embargo, tras mi visita a Japón, el Museo y tras sentir una relación especial con este país, me produjo muchísima curiosidad y quería saber más sobre él.
Descubrí información sobre él mismo que yo desconocía y que me gustaría compartir aquí.
- ¿Qué otros lugares eran candidatos potenciales de sufrir un bombardeo atómico?
Hubo algunas ciudades que eran candidatos potenciales de sufrir un bombardeo atómico. Estas ciudades fueron las siguientes: Hiroshima, Kokura, Niigata y Nagasaki. Es posible que os preguntéis por qué Tokio o Kioto no iban a ser eliminadas cuando en realidad eran capitales históricas y culturales. Debido al hecho de que la familia real japonesa y el emperador residían tanto en Kioto (una ciudad antigua) como en Tokio, matarlos hubiera tenido un impacto muy negativo en la población que probablemente se hubiera negado a cooperar con los aliados durante la ocupación de Japón. Asimismo, los atacantes querían demostrar el poder de las armas para asegurarse de que las tropas japonesas se rendirían.
- ¿Por qué fue elegida Hiroshima?
De acuerdo con los informes que existen, los Aliados quería lanzar una bomba lo antes posible en una de las 4 ciudades. La decisión final dependió del tiempo. El día anterior al lanzamiento de la bomba, los pilotos estuvieron sobrevolando las zonas objetivo para recoger información meteorológica. Vieron que el día siguiente, es decir, el 6 de agosto, sobre Hiroshima el cielo estaría despejado y claro. El destino de Hiroshima quedó sellado en ese momento.
- ¿Podrían haber sido avisado los ciudadadnos de Hiroshima?
Al parecer, existió cierto debate entre los Aliados y los científicos acerca de si los ciudadanos debían ser avisado antes del ataque para poder esconderse, ya que se desconocían las consecuencias de una bomba de tal calibre. Se escribieron cartas al presidente afirmando que debía avisarse a Hrioshima. Finalmente, decidieron probar la bomba en la ciudad sin aviso previo. La bomba explosionó a las 08. 15 h de la mañana hora local de Japón.
- ¿Qué otras consecuencias tuvo el ataque?
Además de la enorme llamarada que causó el ataque y de la destrucción de la mayor parte de la ciudad, hubo otro problema que sumió a Hiroshima en la miseria y en el peligro. A la enorme nube de humo y al humo provocado por el fuego, pronto se le sumaron blancas nubes de humo y una lluvia negra tóxica que empezaron a hacer la vida en aquella zona peligrosa para humanos, animales y para la vegetación.
- ¿Cuánta gente murió en el ataque y cuál fue el alcance de la destrucción?
Voy a utilizar esta pregunta para hacer una posible comparación con mi ciudad natal, Zagreb. Existen numerosas estimaciones acerca de la cantidad de muertes, pero la cifra de fallecidos en 1945 se situaría alrededor de los 70. 000 (y se dice que la cifra total de fallecidos por el efecto de la radiación y otras heridas crece en un total de 14. 000 aproximadamente). En ese entonces, Hiroshima tenía una población de 310. 000 habitantes, de forma que el ataque eliminó casi a la mitad de su población.
El ataque tuvo un alcance total de 1 milla (1, 6 km), destruyendo por completo la zona que fue alcanzada de lleno y 3 millas (casi 5 km) fueron fuertemente dañadas o destruidas. Cuando aplico estas cifras a las distancias en Zagreb, esto implica que mis amigos y yo hubiéramos desaparecido en menos de un segundo mientras me tomaba un café en Tkalča Street si el hipocentro de la explosión hubiera sido el centro de estudiantes cercano a la Torre Cibona. Hubiera estado cerca de escapar del fuego y la muerte si la bomba hubiera explotado sobre la plaza principal Ban Jelačić y yo hubiera ido en bici por la zona oeste del lago Jarun. Todavía hoy resulta extraño pensar que todo podría haberse desvanecido en un abrir y cerrar de ojos... Y ese fue el impacto de la bomba nuclear hace 70 años...
Uso de dispositivos de sonido y auriculares
Se me ha olvidado decir que cada uno de los objetos mostrados tenía un número junto a ellos, de forma que podías escribir ese número en tu dispositivo de audio para escuchar la historia concreta de cada uno de los objetos o de los eventos mostrados. Intenté escuchar todas las historias que escondían los artículos porque me parecieron interesantes.
Lo que realmente me gustó y me pareció muy efectivo (en caso de afectar a los visitantes) es que a veces la voz de los audios provenía de los registros, a veces de los diarios o de los informes redactados en los hospitales o de una familia si la historia trataba sobre la pérdida de miembros de la familia que habían muerto, lo cual te hacía sentir como si estuvieras allí o como si hubiera pasado recientemente y estuvieras ahora escuchando los informes detallados de esos sucesos.
En algunas ocasiones las historias que contaban el horror vivido por las gente que desapareció, que murió soportando el sufrimiento de las heridas y la radiación era tan sumamente desagradables y enfermizas que me vi obligado a quitarme los auriculares o a parar el dispositivo de audio porque no podía seguir escuchándolas. Proyecté en mi cabeza al instante las imágenes de lo que había escuchado y este pensamiento me hizo sentirme mal. Justo ahora, acabo de acordarme de una terrible y desagradable historia sobre... Bueno, mejor no la comparto con vosotros.
Las historias que escuché sobre los supervivientes tenían a veces un final prometedor, pero después, en las últimas frases, descubrías que la salud de dicha persona había empeorado y había muerto a causa de enfermedades internas terribles, tumores etc., lo cual solo te hacía sentir pesimismo.
Otra historia de la que me acuerdo tiene como protagonista a un niño de 3 o 4 años que quería salir aquella mañana con su pequeño triciclo. Tanto él como su pequeño triciclo fueron alcanzado por las llamas y sufrieron intensas quemaduras. El niño murió esta misma tarde y su familia decidió enterrarlo junto con su juguete favorito. Aproximadamente 40 años después, su padre desenterró los restos del triciclo y lo donó al museo. Los créditos de la foto pertenecen al autor.
Hay muchas más historias como esta. Por ejemplo, vi un montón de uniformes escolares destrozados que sobrevivieron al mortífero estallido pero cuyos dueños fueron aniquilados en cuestión de segundos. Entre los uniformes escolares también había muchos tápers e incluso su contenido estaba de alguna forma fosilizado. Hay otra historia sobre aquellos niños que murieron inmediatamente cuando se les llamó para señalar los lugares antiaviación, de forma que se vieron expuestos en una superficie abierta justo cuando la bomba fue lanzada, convirtiéndolos así en polvo.
Otra historia espeluznante estaba relacionada con la piedra de la entrada al banco de Sumitomo. Al principio parece un sitio aburrido porque según cuenta la historia y según lo que nosotros vimos, todo se volvió blanco tras la explosión, excepto por un camino que hay más oscuro. Se cree que había una persona sentada en los escalones esperando a que abriera el banco situada a unos 250 metros del hipocentro cuando la bomba explosionó. Esta persona desapareció de este mundo en un abrir y cerrar de ojos. El único resto que queda de su existencia es la sombra que dejó. Los créditos de la foto pertenecen al autor.
El impacto de la bomba atómica fue tan poderos que incluso dejó sombras "fosilizadas" en el suelo o en los edificios. También hay un gran número de fotografías que documentan la situación de la ciudad y son prueba de este fenómeno. Asimismo, existen mucha fotografías de cuerpos humanos que sobrevivieron a la explosión, pero sufrieron terribles enfermedades posteriormente. No voy a publicar estas imágenes, ni tampoco las imágenes de partes del cuerpo que mutaron causando así gran sufrimiento a la personas afectadas.
Personalmente, tras haber escuchado, visto y leído todas las historias allí, pienso que sería mucho mejor desaparecer sin apenas darte cuenta que sufrir a causa de las heridas.
Otro parte interesante de ver fue la exposición de todos los objetos y artefactos que sobrevivieron al estallido y al fuego pero que sin embargo quedaron deformados. En la imagen podéis ver las tejas deformadas que parecen haber sido moldeadas por un niño. También pudimos tocar algunos de estos objetos y fue una sensación muy extraña. Una conexión con el pasado. 71 años antes hubiera sido aniquilado y toda la zona en la que me encontraba su hubiera convertido en un infierno sobre la tierra.
Siendo sincero, hay tantísimo que contar sobre todo lo relacionado con el museo y este acontecimiento que sería mejor llevarse algún libro sobre el tema y leerlo. Todavía me quedan por mencionar información sobre el tema que permanece en mi memoria.
Como habréis visto arriba, también había una sala con una maqueta enorme de Hiroshima y el lugar en el que se encontraba el hipocentro de la bomba atómica. Había muchas infografías, aunque creo que se podrían haber añadido más. En otra sala había una réplica de la bomba Little Boy y una infografía que explicaba la estructura de la bomba y su efecto.
El museo estaba lleno de visitantes y había mucha gente que procedía de Occidente.
Dicho esto, lo último que merece una mención en este artículo es la parte dedicada a Sadako Sasaki. En esta parte del museo puedes encontrar sus cuadernos personales, sus juguetes y sus grullas mostrados en una vitrina cerrada. Por desgracia, en el momento de echar la foto no me di cuenta de que la imagen no era nítida. Os pido disculpas por ello (¡odio la cámara Android, de verdad! ). Siempre me había imaginado esas grullas de la historia y el libro mucho más grandes, pero estos que veis en la imagen son prácticamente de esa tamaño en la vida real, no superan los 3 o 4 centímetros, 5 cm a lo sumo, de largo.
Las entrevistas con los supervivientes
Lo último que vimos antes de volver al autobús fue una sala en la que había pantallas donde podías elegir ver entrevistas concretas a diferentes personas acerca de su experiencia en 1945. Había un libro enorme con la lista de todos los supervivientes así como aquellos que murieron y cuyas muertes fueron registradas. Al principio no quería prestar más atención a nada que estuviera relacionado con la explosión, pero después la entrevista atrajo mi atención.
Estuvimos 20 minutos viendo entrevistas a varios supervivientes en las que contaban sus historias. Había subtítulos en inglés y en otros idiomas. Cada una de estas historias resultaba única y, afortunadamente, los que sobrevivieron no sufrieron ninguna enfermedad salvo el ser perseguidos por la terrible escena de su niñez.
Solo recuerdo dos historias de un señor que sobrevivió a la explosión junto con algunos de sus amigos en la escuela y otro que sobrevivió estando en su propia casa. Contaba que él iba a las clases inferiores de la Escuela Primaria y que aquella era una mañana preciosa de un 6 de agosto en la que el cielo estaba claro. Estaba en su clase. Su amigo y él estaban mirando por la venta y recordando escuchar el sonidos de los aviones de los Aliados durante el último día. Aquella mañana oyeron un ruido más fuerte pero creyeron que no pasaba nada fuera de lo normal. Lo último que recuerda es ver una bola de fuego en el aire y despertarse más tarde entre las ruinas. Tuvo suerte de caer bajo la pared y las mesas, escapando así de las mayor parte del estallido y pudiendo sobrevivir a la explosión. Más tarde se enteró de que entre 25 - 30 niños solo unos pocos habían logrado sobrevivir.
Otra mujer que aparecía en las entrevistas contaba que ella estaba con alguien en el sótano de su casa familiar buscando algo cuando escucharon la explosión. La parte superior de la casa y alguien que se encontraba dentro desaparecieron. El sótano salvó su vida.
En conclusión, merece la pena visitar este museo. Me gustaría haber tenido la oportunidad de ir una vez más, pero si eso ocurre probablemente será en una de las próximas décadas, con suerte al final del siglo XXI. No puedo creer que hubiera gente que fue al museo y que no sintiera interés o no sintiera nada después de haberlo visitado. Es museo es muy conocido y es visitado todos los días. Además, todos los años el día 6 de agosto delante del museo, detrás del Estanque de la Paz, se celebra una ceremonia de paz a las 08. 15 h que reúne a miles de personas en esta isla y en este parque. Hoy en día, los japoneses se muestran estrictamente contrarios a la guerra o a la violencia en el mundo sea del tipo que sea y estando allí nunca vi a nadie que odiara Occidente, especialmente que odiara Estados Unidos. En el pasado tuvieron lugar ciertos acontecimientos, pero ellos aprendieron a adaptarse y a vivir normalmente en presencia de estos. Desgraciadamente, no creo que pueda decir lo mismo de mi país.
Noche en el hotel, debate sobre la paz y presentación por países
Una vez nos reunimos todos y sintiéndonos un poco tristes, neutrales, extraños, pusimos rumbo al autobús, que nos estaba esperando delante del edificio del museo. De camino a la salida vi la mesa con sellos y un libro de firmas donde puse la mía y el sello en el folleto guía del museo. También había un libro muy grande y varios libros en los que podías firmar en contra del uso de armas nucleares en el mundo. No recuerdo si firmé estos libros (creo que sí), ya que fui la última del grupo en salir del museo y tuve que darme prisa para pillar al resto.
Llegamos al nuevo hotel que parecía bastante grande y que estaba rodeada de rascacielos. Este era el segundo hotel al que iba con el campamento y era bastante diferente al hotel en el que pasamos la noche en Osaka. En este hotel teníamos habitaciones propias, lo cual me gustó mucho. La habitación era muy acogedora y desde mi cuarto tenía una vista del paisaje urbano más o menos bonita, se veían los otros edificios y los rascacielos. Algo típicamente japonés para la grandes ciudades. Cogí todo lo que había gratis para los huéspedes y después subí algunas fotos a internet. La habitación en la que pasé la noche tenía su propio cuarto de baño, un aseo y una mesa. La cama era realmente cómoda, tenía muchas almohadas y el colchón era bueno. Incluso nos dieron el típico kimono blanco como pijama, el cual decidí utilizar para dormir. ¿Por qué no?
Después de la cena en el primer piso del hotel que de nuevo incluía buffet y que estaba muy buena nos reunimos en una sala más grande y nos separaron en diferentes grupos por colores (yo llevaba el rosa) y nos dieron diez minutos para preparar las respuestas a tres preguntas. La preguntas trataban sobre la paz en el mundo, opiniones personales, qué hacer para lograrla, qué opinábamos de la guerra y el uso de armas nucleares etc. No quería sera la portavoz del grupo, por lo que obligamos a nuestro amigo checo a serlo.
Tras un pequeño debate y muchas risas, expusimos nuestra presentación durante algo menos de una hora. Algunos de nosotros mostraron imágenes sus lugares de origen en sus exposiciones. Otros hasta vistieron con ropa típica del país y nos ofrecieron dulces o regales como por ejemplo souvenirs. Disfruté todo el rato escuchando a los demás y aprendiendo cosas nuevas. Mi turno era en dos días cuando estuviéramos de vuelta en Osaka, pero pronto habrá más.
Al día siguiente fuimos a visitar un lugar fantástico cerca de Hiroshima y por la tarde de vuelta a Osaka.
¡Gracias por leerme!
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: Hiroshima and the Peace Memorial Museum
- Italiano: Hiroshima e il Museo della Pace
- Français: Hiroshima et le musée du mémorial de la paix
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