Municipio de Totonicapán.
La ciudad del pueblo, un lugar sagrado por la historia de un pueblo en resistencia, la ciudad prócer de Atanasio Tzul, tengo letras para contar mi pasión por mi pueblo, por mi tierra, porque tiene mucho que contar al mundo, no por sus templos, no por su parques, si no por su gente, un pueblo organizado, un dragón durmiente que inspira con solamente levantar su voz, porque estoy seguro, que Totonicapán se conoce por pocas cosas, porque ha sido un pueblo celoso, con sus conocimientos e historias.
Hoy es el momento propicio, para contarles que vivir y conocer Totonicapán, es el honor de comprender una forma de vida, una forma de sentir, aunque parezca muy tranquila, es por el simple hecho que el misticismo lo lleva en su forma de vida, a través de sus comunidades organizadas, siendo todas distintas, pero, todas organizadas por el bienestar colectivo, porque cada acto de la vida es un milagro y una esencia del creador. Por lo tanto quiero contarles eventos muy importantes, que la única forma de conocerlo es vivirlo y estar allí presente, siempre y cuando tenga la autorización respectiva: EL MATRIMONIO. Tendrá que tener tiempo y autorización para presenciar este proceso, que es un acto tan sagrado e importante para el pueblo de Totonicapán, que representa el vínculo de dos personas, que se unirán en familia y serán los responsables de construir una sociedad pacífica y de bienestar a través de la formación de sus hijos. El Matrimonio se inicia a través del enamoramiento de un pareja, pero, quiero contarles, antes la forma de selección de la paraje idónea, era responsabilidad de los padres, ellos se encargaban de elegir a la paraje ideal para su hijo varón, sin consultar si estaba bien o mal, si estaba enamorada o no, pero, lo que más importa era lo que decían los padres, porque eran personas que conocían la vida y entendía de la importancia de tener a la persona correcta en el matrimonio, ya que el vínculo matrimonial era para toda la vida. Después las cosas se modificaron para bien o para mal, ya que no es posible, retroceder el tiempo y empezar de nuevo sin perder la memoria del pasado. La historia empieza con el enamoramiento de una pareja, que termina en el noviazgo, este proceso puede durar entre 6 meses a 3 años, en esta etapa resulta fundamental, la aprobación de los padres de la señorita, siendo la mama la persona más influyente en esta decisión, por su intuición de madre, después del tiempo del noviazgo, el joven le pide a su novia, el permiso para que pueda platicar con sus padres, con ello tener la autorización oficial de pedir la mano de la novia, en este proceso la señorita, se encarga de platicar con sus padres, mientras el joven espera, luego lo invitan para que ingrese a la casa, en un cuarto, donde lo esperan los padres de la señorita, en este momento el joven expresa su compromiso de matrimonio con la novia, en la cual los padres le hacen ver, que la intención de casarse es un compromiso serio y formal, esperando que sea una persona responsable en el proceso de noviazgo, antes de llegar la matrimonio, posteriormente de la plática, el joven y los padres de la señorita, se ponen de acuerdo, cuando será la visita de los padres del joven, ya que pedir la mano de la señorita, les corresponde a los padres del joven, se programa entre 15 a 30 días el plazo, para la plática entre padres. Llega el día asignado, llegan los padres del joven a la casa de la señorita, los reciben y platican por un buen tiempo, llegando el momento propicio del fin de la visita, en donde los padres del joven exponen y solicitan formalmente la mano de la señorita, en donde los padres de la señorita, manifiestan que tendrán que consultar todavía a su hija, si acepta o no(En este acto, se muestra del valor que representa una mujer, por lo tanto, si un hombre es responsable y respetuoso, tendrá que esperar el tiempo de los padres, para evitar conflictos, ya que a partir de ahora, el proceso hasta llegar al acto del matrimonio, quedará a responsabilidad de los padres). La primera plática entre padres, tiene como finalidad escuchar la petición de mano de la señorita, de parte de los padres del joven, como no se conoce la respuesta aún de la señorita, programa otra día para reunirse de nuevo y escuchar lo que la señorita a manifestado.
