Circus Bar es un restaurante-bar, donde sirven la mejor pizza que he probado. El ambiente es excelente. Ubicado en el corazón de Panajachel, un pequeño municipio del departamento de Sololá, al occidente de Guatemala, a aproximadamente 150 km de la ciudad capital, que ofrece una de las vistas más bellas del mundo, la del Lago de Atitlán. Al entrar a Circus Bar, entras a otro mundo, el ambiente de invita a dejar tus problemas afuera y entrar exclusivamente a disfrutar, tus cinco sentidos lo agradecen. En una sola mesa cerca de la tuya podrías observar a personas de tres o cuatro culturas diferentes, hablando de cosas realmente interesantes y, según mi experiencia, la interacción con todos ellos es muy sencilla, el ambiente la propicia. Ya enganchado por la atmósfera, podrás conocer gente de cualquier parte del mundo. La ciudad ofrece un clima inmejorable, esto permite que el ambiente sea apropiado para una conversación cálida, en español, inglés, francés, portugués o el idioma que la suerte te permita encontrar durante tu visita. Ordenas una pizza, un par de tarros de cerveza de barril (muy buena por cierto) y te dejas deleitar por los sonidos que provocan verdaderos artistas que con sus voces, guitarras y percusiones, te hacen sentir en un ambiente tan agradable que no querrás salir nunca de allí. Estos músicos te darán un tour por una buena parte de la evolución musical contemporánea, imprimiendo su estilo y sello particular. Escuchas algo de Elvis, luego alguna rara combinación de ritmos africanos con latinoamericanos, alguna que otra de los Beatles, algo de Eagles, luego un ritmo latino medio bailable, algo de Santana, algún ritmo mediterráneo, rematando casi siempre con alguna canción de algún afamado autor guatemalteco. Escucharás no sólo las voces de los músicos, sino las de los concurrentes, quienes a pulmón abierto cantan desde sus asientos, pidiendo incluso complacencias a las cuales los músicos están siempre abiertos a satisfacer, logrando que nadie salga del lugar sin una sonrisa de oreja a oreja. Si te gusta la combinación de pizza-cerveza, estas en el paraíso, aunque si prefieres otra cosa, no habrá ningún problema pues la carta es bastante variada, y si no te gusta la cerveza, un buen vino te hará feliz. Si no gustas de las bebidas alcohólicas, preparan una horchata que te hará saborear lo mejor de la canela producida en el país. Si llegas por la mañana, no habrá música en vivo, pero no pasa nada, que podrás escuchar los sonidos de la ciudad mezclados con los de la naturaleza, escucharás aves cantando entremezcladas sus melodías con las voces de la amable gente que habita en el lugar, además de ello, lo mejor de una visita matutina será el café que te prepararán, el cual te dejará un sabor tan dulce que querrás cuanto antes, programar tus próximas vacaciones para volver a este pequeño pero precioso lugar.