Ciudad de Guatemala - Casi me quedo encerrada en Guatemala

Como probablemente sepas, fui a Guatemala a hacer un voluntariado. Estuve viviendo en Santiago Atitlán, un pequeño pueblo junto a un enorme lago que se llama de la misma manera: Lago de Santiago Atiitlán. Se suponía que debía volar a Canadá después del voluntariado porque me habían invitado a una boda.

Hay un aeropuerto en la capital de Guatemala (Ciudad de Guatemala), así que decidí ir allí dos días antes del vuelo, pues quería conocer la ciudad. No tenía ni idea de lo que estaba a punto de suceder.

Ciudad de Guatemala

¡Podría ocupar un artículo entero explicando cómo llegué a este sitio! En serio, viajar en Guatemala siempre es toda una aventura. Me saltaré la parte de la llegada por ahora y os contaré lo que pasó directamente en la ciudad.

Yo me iba a quedar con un chico que encontré a través de Couchusurfing. Cuando vi su perfil, supe que nos podíamos llevar muy bien, y esas expectativas fueron correctas. Cuando nos conocimos, me sentí super cómoda con él y empezamos a charlar inmediatamente.

Foto: La ciudad de Guatemala es la capital de Guatemala.

¿Es esto un centro comercial?

Me llevó a una parte de la ciudad donde había un enorme centro comercial, aunque parecía más bien otra ciudad aparte. Había calles, muchas casas, un parque... Nunca antes había visto algo así en toda mi vida. Como llegué bastante tarde, no tuvimos mucho tiempo para explorar más ese día.

Foto: Sé que esto parece una ciudad en si misma, ¡pero es una parte del complejo del centro comercial!

Llegando al centro

Me desperté al día siguiente por la mañana y mi plan era ir al centro de la ciudad. Era bastante fácil llegar allí. No tenía ninguna tarjeta SIM que funcionara, lo que significaba que no tenía datos, pero aún así me las arreglé para llegar allí. Mi anfitrión me explicó perfectamente cómo llegar al centro de la ciudad antes de irse a trabajar.

Hice uso del sistema de transporte de la capital. El billete de ida sólo costaba 1 Quetzal, que equivale a unos 12 céntimos. Ahí hay autobuses normales, pero los llaman metro, algo que puede confundir un poco a los turistas. A día de hoy sigo sin entender porqué lo llaman así, pero me llamó la atención de una manera agradable.

Foto: Un autobús que se llama metro.

Qué hacer allí

En cualquier parte de Guatemala, encontrarás algunos productos hechos a mano. Cuando yo fui, había un gran mercado con estos productos, algo que me pareció bastante interesante. Aunque nunca llegué a comprar nada, me encantaba mirar todo lo que ofrecían.

Luego fui al mismo mercado, pero al departamento de comida. Había muchas verduras, maracuyá y repostería. Pero lo que más me gustó fue el buffet del mercado. Me encantaba probar nuevas comidas que probablemente nunca probaría en casa. Por ejemplo, había un postre que era una tortilla hecha de plátano que estaba rellena de judías. Podrá parecer asqueroso, pero en realidad estaba exquisito.

Por supuesto, también aproveché para caminar por la ciudad y así hacer algo de turismo. Honestamente, fue bastante agradable, pero me dio la impresión de que no había mucho que ver. Sin embargo, ¡vi a un hombre que estaba pastando sus cabras justo al lado de la plaza principal de la capital! ¿Te lo puedes creer?

Foto: Cabras en la capital.

La razón por la que me estresé

El día llegaba a su fin, así que volví a "casa". William, mi anfitrión, ya estaba en casa, así que preparé una cena y empezamos a charlar y a comer. Era una persona muy fácil de tratar. Así que seguimos hablando hasta la medianoche. Entonces me percaté de que todavía necesitaba hacer el check-in para mi vuelo, así que me fui a organizar mis cosas.

Sin embargo, cuando intenté hacer el check-in, algo me detuvo. ¡No pude hacerlo porque no tenía un visado para mi destino de escala en los Estados Unidos de América!

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